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Concordia » Saltograndeextra
Fecha: 01/11/2025 10:45
El Gobierno argentino dispuso una rebaja del 35% al 20% en los aranceles de importación de juguetes, igualando el nivel del MERCOSUR. La medida busca promover la competencia, reducir los precios locales y fomentar un consumo más accesible y sustentable para las familias argentinas. El Gobierno Nacional oficializó la reducción de los aranceles de importación de juguetes mediante el Decreto 781/2025, publicado el 31 de octubre. La decisión baja los tributos del 35% al 20% y “pone fin a una anomalía de 13 años” que mantenía a la Argentina como el único país del MERCOSUR con tasas por encima del promedio regional. El Ministerio de Economía, Industria y Comercio explicó que la medida “busca alinear la política nacional con la del bloque regional y garantizar condiciones de competencia justas”. “Esta decisión apunta a incrementar la competencia y a alentar una baja sustentable de los elevados precios locales”, señala el texto oficial. El alto costo de proteger sin equilibrar Durante más de una década, el esquema arancelario del 35% tuvo la intención de proteger la producción nacional. Sin embargo, derivó en una reducción de la competencia y en un fuerte encarecimiento del mercado interno, afectando especialmente a los hogares con niños y niñas. Según el relevamiento oficial, Argentina registraba los precios más altos de juguetes en Sudamérica, con diferencias de hasta un 75% respecto a países vecinos. Ejemplos concretos: – Un muñeco transformable de marca global cuesta $60.000 en Argentina, contra $20.000 en Brasil y Chile. – Los bloques de construcción infantiles rondan $50.000, mientras que en Chile, México y Colombia oscilan entre $25.000 y $35.000. – Incluso los juguetes sin marca internacional, como los patines, muestran diferencias del 40% al 50%. Competencia, integración y consumo responsable El decreto no solo apunta a bajar precios, sino también a fortalecer la integración económica del MERCOSUR, garantizando reglas comunes y previsibles en la región. Desde el punto de vista ambiental y social, la medida podría favorecer una renovación del mercado hacia productos más diversos, con mejores estándares de calidad y seguridad. En paralelo, las cámaras industriales nacionales pidieron acompañar la apertura con incentivos productivos internos, para evitar un impacto negativo sobre el empleo local. En términos de equidad, la baja arancelaria busca también mejorar el acceso de los sectores populares al consumo infantil, reconociendo que el juego es un derecho cultural, no un lujo.
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