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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 31/10/2025 11:50
 
                            Un supuesto caso de filicidio conmociona la provincia. Una joven madre de La Banda, aparentemente con problemas psiquiátricos, habría asesinado a su hija de 9 años —intoxicándola con clonazepam, y asfixiándola con sus manos— y pasó toda la noche frente al cadáver. El brutal caso, que generó profunda consternación, se conoció cerca de las 8 de la mañana de ayer, cuando Néstor Roger Russo (70) fue a levantar a su nieta Daiana para llevarla a la escuela y la encontró muerta sobre la cama. Junto a ella —sobre un sillón— se encontraba su hija María de los Ángeles, mamá de la menor. Russo —ex director de la Escuela Técnica de La Banda y funcionario de Recursos Hídricos— al ver a su nieta sin vida comenzó a gritarle a su hija qué había pasado. Allí la joven le contestó que le había dado cuatro pastillas para que se durmiera. Inmediatamente Russo pidió ayuda a su esposa —Estella Tula Peralta, docente de la Unse e ingeniera forestal jubilada— la que al ver que la pequeña no reaccionaba, llamó al servicio de emergencias. Cuando los paramédicos llegaron, María del Los Ángeles increpó a uno de los enfermeros y le dijo: "Le di clonazepam para que se muera". Los profesionales examinaron a la niña y constataron que no tenía signos vitales. Éstos dieron aviso a la Comisaría 13. Los uniformados que arribaron a la vivienda junto con tres fiscales: la Dra. Natalia Saavedra —coordinadora de la Unidad Fiscal Banda—, el Dr. Mariano Gómez, fiscal de la Unidad de Violencia de Género e Intrafamiliar y el Dr. Alvaro Yagüe, fiscal de Delitos Comunes, para hacerse cargo de la investigación. Con el correr de las horas, ante la cantidad de patrullas, decenas de vecinos se llegaron hasta la vivienda. Atónitos ante el rum rum de lo sucedido, eran espectadores directos de las diligencias judiciales. El médico de Sanidad, junto con personal del Departamento de Homicidios y Delitos Complejos, ingresó a la casa —que se extiende por casi más de la mitad de la cuadra, sobre calle Irigoyen, en el Bº Palermo— para los trabajos de rigor. Mientras los efectivos realizaban las pericias en la casa, María de los Ángeles parecía completamente abstraída de la situación. Continuaba en el sillón, contemplando el cadáver de su hija. La mayoría del tiempo permaneció en silencio y cuando habló lo hizo para inculparse. "¿Y?, es mi hija", repetía una y otra vez como justificando su accionar por tener "autoridad" sobre la vida de la niña. En otro momento expresó ante uno de los investigadores: "Le tapé la boca así", y con sus manos sobre la nariz ejemplificaba la maniobra. Ante esta situación, la Dra. Saavedra ordenó que la mujer fuera trasladada a la Alcaidía de Mujeres y quedara alojada ahí hasta tanto sea entrevistada por un psiquiatra forense. La Unidad Fiscal, a través de las pericias y entrevistas con profesionales, busca determinar si la joven —quien habría sido diagnosticada con esquizofrenia, pero no estaba medicada, (ver nota aparte)— comprende o no la criminalidad de los hechos. Hipótesis Si bien hasta ahora todo es material de investigación, fuentes judiciales y policiales cercanas a la causa informaron a El Liberal que la menor fue vista por última vez con vida por sus abuelos la noche del miércoles, antes de que se fuera a dormir. Ella tenía su propia habitación y su madre —quien había abandonado su pieza para instalarse en la de su hija— dormía a pocos metros de su casa, sobre un sillón de grande dimensiones. Según los investigadores, María de los Ángeles entrada la madrugada se levantó y fue hasta la cocina. Ahí tomó un vaso con jugo, en donde habría colocado las pastillas —las cuales se las habían indicado a ella para que pudiera dormir— y le dio a la menor. Una vez que la niña ingirió la bebida, su madre la acostó. Desde entonces la pequeña no despertó más. Lo que determinarán los forenses —a través de la necropsia— es si la pequeña falleció por la medicación (clonazepam de 2 gramos) o si su madre la asfixió, mientras estaba dormida. Según se supo, de la habitación de la niña, secuestraron: tres trozos de papel con manchas rojizas; una bolsa de plástico con manchas rojizas; un vaso de vidrio; dos osos de peluche; dos blister de pastillas (clonazepam); una taza de vidrio con líquido marrón, que supone sería yogurt en estado de descomposición; la funda de su almohada (con manchas), un teléfono celular. Además indicaron que en la vivienda había gran cantidad de medicamentos para diferentes patologías, ya que los adultos se encontraban con tratamientos médicos por enfermedades de base, como hipertensión. Hasta ahora todo es incertidumbre para la Justicia ya que solo con las evidencias científicas se podrá determinar qué sucedió en la habitación, donde la pequeña Daiana y su mamá María de los Ángeles, pasaron la noche juntas. Hoy harán la autopsia en Junta Médica Con el objetivo de establecer fehacientemente las causas de la muerte de la pequeña, el cadáver será examinado hoy a través de una junta médica. Los forenses determinarán si el medicamento suministrado fue lo que causó el deceso o si fue víctima de asfixia mecánica. Cabe mencionar que el Dr. Diego Costillas —médico de la policía— al revisar el cadáver de la niña informó que: "el cuerpo se encuentra en posición cúbito dorsal, sin signos de violencia recientes, livideces móviles, rigidez cadavérica completa, con data de muerte estimada entre seis y ocho horas aproximadamente. Se recomienda la realización de autopsia". Según revelaron fuentes judiciales cercanas a la causa, los peritos también tomaron muestras de las uñas de la niña. Podrían determinar si la menor se defendió. Por su parte, su madre hoy será examinada por el médico de Sanidad. Los expertos analizarán el cuerpo y sobre la base de los resultados, realizarán una nueva inspección en la habitación de la menor, la cual quedó completamente "sellada" con fajas de seguridad con consigna policial. ¿Un final predecible? Gritos y cuestionamientos entre sus abuelos El escenario era desgarrador. Los expertos realizaban las tareas de rigor, y Néstor no se resignaba ante la tragedia. "¿Ves vos? No querías que la internemos y ¡mirá lo que le hizo a mi hijita!", le gritaba a su esposa Estella. "¡Mirá lo que le hizo!", gritaba desesperado, atravesado por el dolor. El hombre expresó en más de una vez a sus allegados: "No tengo paz". Estella por su parte buscaba una explicación: "¿Qué le has hecho? ¿Qué le has hecho a mi hijita?", le preguntaba a gritos a María de los Ángeles, mientras la zamarreaba, pero sin ninguna respuesta. Su hija miraba toda la escena sin ningún remordimiento. La convivencia junto con su hija con esquizofrenia se hacía cuesta arriba. "Nosotros por las noches no dormíamos. Ella (por María de los Ángeles) se aparecía a la madrugada en la habitación y nos decía que escuchaba voces y veía cosas". La joven estuvo bajo tratamiento en dos oportunidades, pero aproximadamente dos años atrás decidió no continuar más con el tratamiento. No quería volver a tomar las pastillas y su cuadro se había agudizado cuando su pareja —papá de Daiana— terminó el vínculo y se fue a trabajar a Ushuaia. María de los Ángeles es una joven introvertida, no se hablaba con ningún vecino y tampoco se le conocían amigas. En su círculo íntimo era violenta. Días atrás cuando su mamá —quien se negaba a que fuera internada— le regaló un teléfono celular, ella tomó el aparato, lo tiró al piso y le prendió fuego. Para la familia Russo Tula, ningún día era "normal", informaron fuentes del caso. Vivían sobresaltados. En una oportunidad habían contratado los servicios de un psiquiatra para que la atendiera en la casa, pero María de los Ángeles no aceptaba ayuda. El colegio a donde iba declaró un día de luto Daiana tenía 9 años. El pasado 20 de junio había jurado la bandera en el colegio Santiago Apóstol a donde concurría desde primer grado. En la mañana de ayer, como todos los días, ella debía ir a clases, pero nunca despertó. Era una niña alegre, y pese a los intentos de su madre por mantenerla aislada, salía con su abuelo a hacer compras o a caminar por el barrio. Según se supo, por estos días se preparaba para recibir su primera comunión. "Anoche anduvo invitándonos para su comunión", dijo un vecino a El Liberal, profundamente atravesado por la desgracia. La pequeña era una alumna "buena y aplicada". Tenía muy buenas notas y sobre todo era muy cariñosa, revelaron sus docentes.
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