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  • Los cincuenta años de un clásico inoxidable: el 31 de octubre de 1975, Queen lanzó al mundo “Bohemian Rhapsody”

    » El Ciudadano

    Fecha: 31/10/2025 10:29

    Hay clásicos que no tienen época y que, con el paso del tiempo, se vuelven aún más icónicos. Algo de eso pasa con la banda británica Queen, que el 31 de octubre de 1975, hace exactamente 50 años, lanzó al mercado un single que anticipaba su LP A Night At The Opera (Una noche en la ópera), que se publicaría tres semanas más tarde. El single en cuestión contiene dos temas del disco. El lado B es “I’m In Love With My Car”. Pero en el lado A está una de las canciones más famosas de la historia de la música: “Bohemian Rhapsody”, un tema de casi seis minutos que más allá de Queen ha sido versionado en todas partes del planeta. El sencillo se convirtió de inmediato en el más vendido en el Reino Unido y el tema en cuestión en uno de los más populares de todos los tiempos. Entre las particularidades del clásico, Freddie Mercury estuvo a punto de llamar a la canción “Mongolian Rhapsody”, pero tachó la primera palabra para optar por “Bohemian Rhapsody” con la que pasó a la historia de la música. La canción también iba a incluir palabras inconexas como “matador” o “belladona”, que finalmente se cayeron de la versión final en beneficio de “fandango”, “galileo” o “scaramouche” que aparecen de forma incoherente en mitad de la canción. Esos pequeños secretos del compositor se han conocido gracias a que la casa de subastas Sotheby’s mostró hace un tiempo en Nueva York una selección de veinte objetos que pasan por ser los más icónicos del cantante y líder de Queen, parte de una colección de mil piezas. Entre todos ellos, se destacan las composiciones de su puño y letra de algunas de sus canciones más populares como “We are the Champions”, “Somebody to love”, “Don´t stop me now” o la referida “Bohemian Rhapsody”, esas que “para muchos de nosotros simplemente siempre estuvieron en nuestras vidas”, como destacó Sotheby´s aoportunamente en un folleto de presentación. Llama la atención que todos estos manuscritos son hojas con el membrete de Britisth Midlands, una aerolínea hoy desaparecida, y están escritas de forma desordenada, a veces por encima de letras o de calendarios impresos en las hojas. “Era el tipo de persona que agarraba lo primero que tenía a mano cuando le llegaba una idea”, dijo Cassandra Hatton, vicepresidente de Sotheby’s, pero advirtió sobre el supuesto “desorden” que esas hojas pueden traducir una idea engañosa. Y puso como ejemplo que “Bohemian Rhapsody” consta de quince páginas donde Mercury escribió, y a veces tachó y corrigió minuciosamente, las diferentes partes vocales y musicales de una pieza de casi seis minutos que viaja de la ópera al rock con una audacia premiada con el éxito. De todos los manuscritos, fueron precisamente las quince hojas de “Bohemian Rhapsody” las que salieron a subasta con un precio más alto, entre un millón y un millón y medio de dólares como piso. Un largo viaje Se sabe que Queen dedicó tres semanas completas sólo a la grabación de “Bohemian Rhapsody”, un tema que, por sus características, resultó muy difícil de registrar. Resulta fascinante conocer, en palabras del productor del disco Roy Thomas Baker, cómo se desarrolló la grabación del histórico tema: “No lo grabamos todo de una. Hicimos la primera sección entera, y también la de rock. Para la parte central, pusimos unos toques de batería aquí y allá, y lo llevamos todo a la mesa de mezclas. Alargamos la sección central según íbamos introduciendo fragmentos vocales, porque a Freddie se le ocurrían ideas increíbles. Entraba y te decía: ‘Tengo nuevas ideas para la parte vocal, vamos a poner unos cuantos Galileos aquí…’”. “El acompañamiento básico lo grabamos en dos días. La sección operística duró siete días, en sesiones de diez a doce horas de canto ininterrumpido, y también de risas continuas, porque era tan divertido que, mientras lo grabábamos, estábamos todos muertos de risa. Luego hicimos todas las superposiciones de guitarra, y nos llevó dos días mezclarlo. Yo diría que ese tema, en total, nos costó unas tres semanas, porque eran tres canciones en una”. Pese a que las voces de la parte operística parecen interpretadas por un numeroso coro, no son sino las voces de Freddie, Brian y Roger dobladas hasta 180 veces. “Bohemian Rhapsody” narra la historia de un hombre que, acusado de haber matado a otro, se lamenta ante su madre de su inminente final. La parte operística viene a ser una visión del infierno, del que el protagonista quiere escapar. “La canción no salió del aire. Yo me encargué de investigar. Aunque de broma, era una ópera bufa. ¿Por qué no? Yo nunca dije ser un fanático de la ópera, ni un entendido”, reveló Freddie Mercury acerca del clásico. Aún hoy, después de haber escuchado la canción cientos y cientos de veces, sigue provocando auténtica emoción. Pero “Bohemian Rhapsody” significó también la filmación de lo que muchos han considerado el primer videoclip de la historia. Se trataba en realidad de una película rodada por Bruce Gowers en el mes de noviembre del 75, y que sólo les ocupó cuatro horas de trabajo y un modesto coste económico, apenas 4.500 libras. La película tenía una doble finalidad: no sólo serviría para promocionar la canción, sino que evitaría a Queen a interrumpir sus giras para tener que acudir a interpretar la canción en la televisión. La imagen central del video estaba basada en las caras de los componentes de Queen que ilustraban su álbum Queen II. A Night At The Opera se publicó el 3 de diciembre de 1975, y se situó, rápidamente, en el número uno de las listas. Era, sencillamente, un disco maravilloso, soberbio y mágico de principio a fin, y lo sigue siendo cincuenta años después.

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