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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 30/10/2025 12:47
 
                            Las normas de encajes, endurecidas en agosto, tensan las tasas de corto plazo (Reuters) Luego de la victoria electoral de La Libertad Avanza en las legislativas del domingo pasado, el Gobierno persigue el objetivo de mejorar la liquidez del sistema financiero con el fin de relajar las condiciones monetarias y hacer caer las tasas que se pagan por préstamos y que se perciben por depósitos. En los últimos días, los bancos apuraron todos los contacto para pedir la relajación de normas de encajes endurecidas en la víspera de las elecciones y que enloquecen, cada día, la operación del sistema. Tasas más bajas, crédito que empuje la economía y una “normalización monetaria” son los argumentos. Durante el periodo de volatilidad cambiaria que siguió a la eliminación de las LEFI en el que el dólar llegó a tocar varias veces el techo de las bandas de flotación, los bancos vieron endurecerse la regulación que pesa sobre ellos. Bajo la lógica de “no dejar un peso suelto” para contener la demanda de divisas, el sector perdió una de las herramientas de las que más uso hacen para manejar su liquidez de corto plazo. En agosto, la entidad modificó la forma en que se computan los encajes -la porción de los depósitos que los bancos están obligados a inmovilizar en el BCRA y que tienden a rendir 0%- desde el histórico promedio mensual a un cómputo diario. Además de aumentar las multas por incumplimientos de este punto. Esto tensó enormemente el trabajo de las tesorerías, porque el promedio mensual les daba margen de acción. Y es porque los bancos podían mantener niveles de liquidez menores a los exigidos durante buena parte del mes y compensar durante otra, de manera tal de cumplir en promedio con las normas de efectivo mínimo. Esa modificación el el cómputo vino acompañada de subas en los niveles de encajes obligatorios. Pero lo más pesado para el sector financiero, al día de hoy, es el cómputo diario. Episodios que se volvieron comunes en las últimas semanas, como tasas a un día volando encima del 100% hasta las 3 de la tarde y luego desplomándose, tienen su raíz en esto. Los bancos se encontraban con faltantes de liquidez y, para cumplir, pagaban cualquier tasa con tal de cumplirlas. Algo que con un promedio mensual es más sencillo de cumplir, ya que si un día un banco está en rojo al día siguiente puede compensarlo. La insistencia de los banqueros fue constante antes de las elecciones. Y después de las mismas sólo se intensificó. En distintas gestiones, charlas formales e informales, los bancos hicieron llegar sus pedidos. A grandes rasgos, son tres las opciones que propusieron. No son excluyentes entre sí y, teniendo en cuenta que el presidente de la entidad Santiago Bausili, comparte el objetivo de relajar las condiciones monetarias pero seguramente no esté interesado en inyectar más pesos al sistema de los que éste pueda asimilar. La primera propuesta es volver a los promedios, aunque no mensuales. Promedios de 3 días, 5 días, promedios móviles... cualquier alternativa menos un requerimiento diario. Con la idea de poder remediar al día siguiente cualquier faltante de liquidez. El presidente del Banco Central. Santiago Bausili, y el ministro de Economía, Luis Caputo La segunda, mientras tanto, es un regreso a los promedios mensuales con bemoles. Propusieron, según pudo saber este medio, un regreso al sistema tradicional pero con una mínima diaria alta. La mínima diaria, en desuso, tiene historia en el sistema. Implicaba en su momento que los bancos podían jugar con la liquidez aprovechando el promedio mensual pero que nunca podían caer debajo de un mínimo. Esa mínima alta, si se opta por la prudencia, podría ser del 90%, 80% o lo que se desee de la exigencia de efectivo mínimo. Así, se relajaría el manejo diario de liquidez con algo de margen de movimiento sin relajar tanto las condiciones monetarias. Por último, las entidades también propusieron aumentar las horas en que pueden pedir liquidez al BCRA. Hoy, la autoridad monetaria les presta dinero de corto plazo a través de una ventanilla de liquidez por hasta el 5% de su patrimonio (responsabilidad patrimonial computable). El tema es que por cuestiones gremiales, los proveedores de esa liquidez se van a su casa a las 17, mientras que las mesas bancarias siguen tomando y rescatando depósitos de fondos comunes de inversión y otros jugadores hasta bien entradas las 20. No hay manera, admiten, de que ese horario de las mesas de operaciones se extienda. Pero se podría permitir a quien no llegó a solicitar liquidez antes de las 17 a hacerlo unilateralmente y, a la mañana siguiente -si todo está en norma- darla por concedido (con los costos financieros correspondientes). Normalización monetaria Por distintas vías, el Gobierno trabaja hoy en un intento por volver a tasas de interés en pesos no tan lejanas a las previsiones de inflación. Desde el fin de las LEFI, el instrumento que les permitía conducir esas tasas, la volatilidad de tasas fue permanente pese a que -al menos en los ojos de los operadores financieros- no se alcanzó la implementación de un esquema monetario que persiga objetivos de cantidad de dinero del todo claro. Aflojar ese apretón monetario es la consigna. Primero, el Gobierno salió a comprar títulos en pesos para bajar sus rendimientos, que influyen sobre todas las tasas del sistema. En coordinación con ello, ayer el Tesoro no renovó todos los vencimientos de deuda en moneda local e inyectó así casi $ 5 billones al sistema. La relajación de encajes es el siguiente paso. El tema es el cuando. Una relajación muy abrupta con el dólar mayorista tan cerca del techo de la banda de flotación podría ser contraproducente si el mercado argentino no abandona su apetito por dólares pese a resultados electorales ypaquetes de ayuda estadounidense.
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