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» Radio Sudamericana
Fecha: 29/10/2025 01:56
Martes 28 de Octubre de 2025 - Actualizada a las: 00:46hs. del 29-10-2025 RESISTENCIA, CHACO Una familia chaqueña denunció graves episodios de violencia contra una bebé de un año y siete meses. Afirman que la menor presenta golpes constantes y que, pese a las reiteradas denuncias, las instituciones no actuaron con la urgencia necesaria. “Tenemos miedo de que un día sea demasiado tarde”, expresó a Radio Sudamericana su tía, Sofía Morales. Una familia chaqueña vive una profunda angustia desde hace semanas al denunciar reiterados episodios de violencia hacia una bebé de apenas un año y siete meses. Sofía Morales, tía de la niña, aseguró que su sobrina presenta constantes golpes y lesiones visibles, y subrayó que las instituciones encargadas de protegerla no han actuado con la celeridad necesaria. “Nosotros no dormimos, no sabemos cómo está la bebé, porque nos la sacaron con amenazas y nadie hace nada”, expresó al móvil de Radio Sudamericana. Según relató, el conflicto comenzó tras la separación de su hermano —padre de la menor— y la madre de la niña en el mes de junio. “De junio hasta ahora la vimos cuatro o cinco veces, y siempre con un golpe diferente: un moretoncito en la pierna, un golpe en el dedo… pero lo más grave fue el 7 de octubre, cuando la mamá nos dijo que la nena se cayó de la cama y se le hinchó toda la carita. Tenía todo morado”, contó. Ante esa situación, la familia intentó ver a la bebé para constatar su estado, pero no lo lograron. “Nos negaron la visita. Fuimos hasta la casa y no nos atendieron, nos dijeron que ella no estaba. Entonces decidimos hacer la denuncia porque no era la primera vez que veíamos golpes en la nena”, explicó Sofía. “En la comisaría le dijeron al papá de la nena que tenga cuidado porque con la cuestión de género lo podían meter preso” La primera denuncia fue realizada el 7 de octubre en la Comisaría Séptima de Chaco. Morales denunció que allí no recibieron un acompañamiento adecuado y que incluso le advirtieron a su hermano que debía “tener cuidado” con su accionar como padre. “Todo el tiempo le decían que tenga cuidado, que por el tema del feminismo lo podían levantar por cualquier cosa y que se iba a pasar el fin de semana preso”, aseguró. Tras esto la familia recurrió a la Línea 102, el servicio provincial que recibe denuncias por vulneración de derechos de niñas, niños y adolescentes. Sin embargo, Morales sostiene que no obtuvieron respuestas concretas. “Llamábamos y llamábamos, pero nadie atendía. Cuando fuimos personalmente, lo único que hicieron fue anotar el nombre y apellido de mi hermano en un cuadernito. Nos dijeron que no tenían móvil para ir hasta la casa, que esto lleva tiempo y que para ellos esto era un trámite más. Nos sentimos totalmente abandonados”, manifestó. El caso más grave: nuevos golpes y diagnóstico por traumatismo de cráneo El 20 de octubre, el padre de la bebé logró un acuerdo de mediación judicial que le permitía ver a su hija los fines de semana. “Ese sábado fuimos a buscarla y cuando le cambiamos el pañal, vimos que tenía una mano marcada en el muslo izquierdo y moretones en toda la cola”, relató la tía. La familia llevó a la niña al hospital pediátrico, donde fue revisada por profesionales y derivada al área de medicina legal. “Ahí le sacaron fotos de las lesiones. La doctora nos dijo que eso no era una caída, que los moretones tenían forma de mano y de patada”, señaló. Durante esa visita, se enteraron además de un antecedente previo: “En el sistema figuraba que el 5 de octubre había ingresado al hospital por traumatismo de cráneo. Nosotros nunca supimos eso. Nadie nos avisó”, lamentó Sofía. “El 102 no hizo nada. Nos decían que no eran jueces ni fiscales” Tras las nuevas lesiones, la familia volvió a comunicarse con la línea 102. “Nos dijeron que estaban atados de manos y pies, que ellos no son jueces ni fiscales, y que no podían hacer nada. Nos daban vueltas y vueltas, y recién cuando dije que iba a ir a los medios me mandaron por mensaje un número de expediente”, recordó Morales. La mujer denunció también que cuando entregaron nuevamente a la niña, lo hicieron bajo amenaza. “El domingo a la noche vino un patrullero a mi casa para que devolvamos a la bebé. Nos dijeron que si no la entregábamos, mi hermano iba preso. Fue terrible”, relató con impotencia. Según explicó, ese patrullero no pertenecía a la comisaría donde habían radicado las denuncias, sino a la patrulla preventiva cercana a la Comisaría Tercera. “Yo creo que esos policías son familiares de la madre de la nena. No se explica de otra manera cómo actuaron tan rápido ellos y tan lento el resto”, denunció. “Queremos sacarla de ese entorno” Morales aseguró que la niña vive actualmente con su madre, la pareja de la madre, y otras dos personas adultas. “Son cuatro en total. En esa casa ya había señales de violencia del hombre que vive con ella. Cuando pedí hacerle la denuncia, me dijeron que no podía, que eso debía hacerlo la mamá. Pero la mamá es la que permite que esto pase”, reclamó. “Lo único que pedimos es que la saquen de ese entorno violento. Si fuera el padre el que la golpea, ya estaría en otro lado. Pero como es la madre, todo es más lento”, sostuvo Sofía, quien no ocultó su desesperación: “Tenemos miedo de que un día nos llamen para decirnos que está en terapia porque alguien se le fue la mano”. Trámites judiciales y espera angustiante El padre de la niña, que trabaja como changarín, ya inició con ayuda de un abogado un pedido de guarda ante el Juzgado de Familia. “En el juzgado le dijeron que eso lleva tiempo, que puede demorar meses. Pero nosotros tenemos el corazón en la mano. Hace días no sabemos nada de la bebé”, expresó Morales. “Yo le pido al Estado que actúe rápido, que nos escuchen. No queremos que esto termine en tragedia. No queremos otro caso más donde la justicia llegue tarde”, concluyó entre lágrimas.
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