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» Diariopinion
Fecha: 28/10/2025 11:10
El espacio Provincias Unidas, conformado por un grupo de gobernadores autodenominados "antiextremos", sufrió un duro golpe electoral en su debut nacional. De los múltiples distritos donde presentó candidatos, solo logró imponerse en Corrientes, y por una diferencia mínima de menos de un punto porcentual. El único que pudo festejar fue el gobernador Gustavo Valdés, quien logró colocar a su candidato, Diógenes González, por encima de la postulante de La Libertad Avanza, Virginia Gallardo, por apenas seis mil votos de diferencia. Corrientes fue, además, la única provincia del país que rompió la polarización nacional entre el oficialismo y la oposición libertaria. En contraste, el resto de los mandatarios del frente no logró imponerse en sus propios territorios. En Córdoba y Santa Fe, donde esperaban victorias amplias, La Libertad Avanza se impuso con comodidad. En la Patagonia, el resultado fue aún más adverso: no obtuvieron ninguna banca. En Jujuy, la lista de Carlos Sadir quedó relegada al segundo lugar, y en la provincia de Buenos Aires el resultado fue abiertamente negativo, con Florencio Randazzo terminando quinto, detrás incluso de la izquierda. En total, Provincias Unidas obtuvo solo ocho bancas en la Cámara de Diputados, lejos de las expectativas iniciales de conformar un bloque de veinte legisladores. La derrota abre interrogantes sobre su capacidad de incidencia futura y su eventual relación con la Casa Rosada, en un escenario dominado por la consolidación del liderazgo libertario y la fragmentación de la oposición tradicional. "Se repitió el escenario clásico de las legislativas intermedias, donde la discusión se nacionaliza", admitieron en Santa Fe, donde el gobernador Maximiliano Pullaro buscó relativizar el traspié. La lista encabezada por Gisela Scaglia apenas logró dos bancas, quedando tercera detrás de La Libertad Avanza y el peronismo. En Córdoba, el histórico Juan Schiaretti tampoco pudo evitar el golpe: su lista alcanzó solo tres de las nueve bancas en juego, extendiendo una racha de doce años sin triunfos legislativos nacionales. En la Patagonia, el panorama fue desolador: Claudio Vidal en Santa Cruz e Ignacio Torres en Chubut quedaron fuera de toda representación, superados ampliamente por los libertarios y el kirchnerismo. "La pelea entre La Libertad Avanza y el peronismo no dejó espacio para terceras vías", reconocieron en sus equipos políticos. Desde su búnker, Gustavo Valdés fue el único en enviar un mensaje positivo: "A partir de ahora habrá un nuevo mapa electoral completamente definido. Pongamos proa hacia el futuro y trabajemos para que a la Argentina le vaya bien", expresó. Sin embargo, el mensaje general dentro del frente fue de preocupación. El "debut antiextremo" terminó siendo una advertencia: la estrategia de construir un espacio equidistante entre el oficialismo y La Libertad Avanza no logró atraer al electorado, que se inclinó claramente por la polarización.
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