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  • Candela Yatche, la psicóloga que desafía los ideales de belleza: la presión por alcanzar cuerpos irreales, los peligros de la IA y el precio de la perfección

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 28/10/2025 05:08

    Candela Yatche es psicóloga, comunicadora y una de las voces más influyentes en la lucha contra los estereotipos de belleza en Argentina. En 2018 creó Bellamente, una fundación sin fines de lucro que trabaja por la prevención de los trastornos alimentarios y la promoción de la diversidad corporal, sexual y de género. Su labor combina activismo, investigación y educación. Además, es autora de los libros Bellamente y Consumidas, donde invita a reflexionar sobre la presión estética, el mandato de la delgadez y la forma en que el mercado capitaliza nuestras inseguridades. Como oradora TEDx, con la charla Deconstruyendo el concepto de belleza, Yatche se ha convertido en una referente contemporánea en temas de imagen corporal, género y violencia digital. Su voz busca desarmar los mandatos que asocian la apariencia física con el éxito o la aceptación social, promoviendo un cambio de paradigma que coloque la salud mental y el bienestar por encima de los estándares impuestos. En esta entrevista, Candela profundiza en la construcción social de la belleza, los efectos de las redes y la inteligencia artificial sobre la autoestima, y la urgencia de generar espacios que abracen la diversidad. Desde su mirada profesional y humana, propone repensar el modo en que nos relacionamos con nuestros cuerpos y con los demás, con una pregunta que atraviesa toda su obra: ¿y si dejáramos de intentar cambiar nuestro cuerpo y empezáramos a cambiar el mundo? Candela Yatche: "La diversidad corporal es clave para combatir los estereotipos de belleza" Luis: —Presentate. Cande: —Mi nombre es Cande Yatche y soy psicóloga. Fundé Bellamente, que es una fundación sin fines de lucro que promueve la diversidad corporal, sexual y de género. Y el último año estuve estudiando en Oxford una maestría en Políticas Públicas. Luis:—¿Qué es la diversidad corporal? Cande:—De chica me di cuenta que alrededor tenía estímulos que promovían conseguir un determinado cuerpo y había una obsesión colectiva que empecé a ver en la cotidianeidad, en la calle, en lo que veía en la tele en su momento. La diversidad corporal viene un poco a abrir abanico de que no sea solamente un cuerpo al que hay que alcanzar, sino poder mostrar la diversidad que habita en la sociedad y prevenir todos los efectos que tiene el querer alcanzar un determinado cuerpo. Luis:—Ahora estamos un poco más habituados a la expresión cuerpos hegemónicos. Pero me parece que falta, ¿no?. ¿Hay todavía una imposición externa a que el cuerpo debe ser de una manera? Cande:—Sí. Si bien hoy en día creo que se abre conversación y está instalado hablar de estereotipos corporales, falta muchísimo por deconstruir, porque hoy sigue habiendo una asociación de belleza y un determinado cuerpo con éxito, con posibilidades. Hay lugares donde solo admiten a personas según el cuerpo que tienen. Y no hablo solamente de boliches, también de empleos, donde en Recursos Humanos hay criterios discriminatorios a la hora de contratar a alguien. Entonces, si bien creo que hablarlo, que no sean temas tabú y visibilizarlos es un gran primer paso para registrar qué es lo que sucede con los cuerpos, sí creo que todavía hay muchísimo más por hacer. Luis: —Dijiste algo que me pareció interesante. El estereotipo sugiere que la delgadez o la flaqueza son casi sinónimos de éxito en todo. ¿Es esa la asociación que se hace? Cande:—Sí. En la representación que absorbemos desde una temprana edad, en la que desde las muñecas que jugabas, que parece un poco vintage hablar de Barbie, pero sigue llegando a millones de casas a nivel mundial. Y si bien, cada tanto, hay una Barbie con otro cuerpo que no es el 90-60-90, sigue siendo la preferida la Barbie hegemónica, por así decirlo. Se sigue asociando de esa manera. En los medios seguimos viendo determinados tipos de cuerpos, sobre todo en las mujeres, que tenemos una exigencia mayor por el cuerpo. Se nos halaga por el cuerpo que tenemos más que por cómo pensamos, los proyectos que llevamos adelante y nuestra personalidad. Y eso genera que a nivel social le pongamos tanta energía, plata y salud mental a eso. Porque queremos alcanzar esos cuerpos, porque a veces nuestra lógica es: para poder alcanzar nuestros objetivos, tenemos que alcanzar primero un determinado cuerpo que nos va a abrir las puertas a eso que queremos alcanzar. Y esa asociación, si bien de a poco se va desarmando y en la industria de la moda podemos ver que hay desfiles o campañas que son más diversas que antes, falta mucho más todavía. En la educación sexual integral en los colegios también se avanzó: se habla de diversidad corporal, de la aceptación hacia la diversidad corporal en el aula. Pero el primer motivo de bullying en los colegios y de ciberbullying, sigue siendo la apariencia física. Entonces, creo que también hay algo ahí para hacer un doble clic y decir: “Ya a una temprana edad las infancias absorben el mensaje que hay determinados cuerpos que ‘estarían bien’ y cuerpos que ‘estarían mal’”. ¿De dónde absorben eso? Hay un montón de componentes de lo que escuchamos en nuestras casas, de lo que podemos ver en las redes, en los medios masivos de comunicación, en la publicidad. Hay muchos estímulos que van alimentando esta construcción social de belleza. Luis:—De los textos que leí tuyos, hay un interrogante súper interesante: si uno consume o es consumido y si el mundo del consumo te deja elegir o en realidad te impone. Cande:—Bueno, esa es una gran pregunta a la cual cada vez le doy más vueltas. Hace unos años escribí un libro que se llama Consumidas para hablar un poco de cómo somos consumidas por esta industria, que al principio estaba muy enfocada en la delgadez, pero que hoy en día, a partir de las selfies y el lugar que le damos a la cara, hay muchos productos y servicios relacionados a cambiar partes de nuestra cara. Y hay como un vicio porque se piensa: una vez que me cambie la nariz, voy a estar bien y a veces se alcanza ese fin y quizás se sube un poquito la autoestima. Pero, de repente, arrancó otra insatisfacción con respecto a los labios y después de los labios, la piel y así sucesivamente. Está buenísimo cuidarnos la piel, ¿pero qué pasa cuando no podemos salir de nuestras casas si no consumimos 17 productos antes? Puede arrancar como un hábito piola de lavarse la cara todos los días a la mañana y ponerse una crema hidratante, pero de ahí a no dejarnos ver por otra persona si no nos ponemos maquillaje, son un montón de barreras y esas barreras requieren tiempo, consumo y muchísima plata, que se nos exige sobre todo a las mujeres. Y no solamente ponemos nuestros recursos, sino que también ganamos más o menos recursos según nuestra belleza. Entonces, hay un círculo vicioso en un sistema en el que el cuerpo tiene un valor, la apariencia física tiene un valor y a veces sentimos de que si no nos subimos a la movida, nunca vamos a poder tener lo que queremos. La psicóloga y fundadora de Bellamente advierte sobre la presión social y los riesgos de los cuerpos hegemónicos Estereotipos de belleza actuales en Argentina Luis:—En 2025, en Argentina. ¿Cuál es el estereotipo que quieren imponerle a una mujer? ¿Cómo debe ser? ¿Qué características físicas debe tener? Cande:—Creo que sigue siendo protagonista la delgadez extrema. El color de piel, de una tonalidad blanca, pero tampoco tan blanca. Ojos claros. Siempre fue el pelo largo, pero hoy depende también un poco de distintos estilos. Algo que sí entró los últimos años es la muscularidad, que se ve más en masculinidades, que hay una exigencia por tener determinada muscularidad. Y eso trajo nuevas consecuencias, como nuevos trastornos alimentarios, que hoy sabemos que existen, por ejemplo, la vigorexia, donde hay una distorsión de querer tener más masa muscular que la que vemos en el espejo. Esta distorsión de todo el tiempo querer más y no estar conformes con lo que vemos. Y repito, está buenísimo hacer deporte, ¿pero qué pasa cuando de los siete días de la semana que íbamos a hacer un deporte, uno no fuimos porque había un cumpleaños y nos sentimos culpables o nos empezamos a aislar y dejamos de sociabilizar por estar muy enfocados en el deporte? O también pasa con la ortorexia, que es estar muy enfocado en la comida, en la alimentación saludable, en ver cómo se hace cada alimento. Entonces, no voy a ir a un cumpleaños, no voy a ir a comer con una amiga, si no puedo ver cómo está hecho. Mensaje a adolescentes fuera del estereotipo Luis:—Hablale a una chica no delgada, gordita, no blanca, más morochita, no de ojos claros y que tiene poco pelo. Hablale a esa chica que hoy está sufriendo por no encajar en el estereotipo. Cande:—No sientas que tu cuerpo es el problema. Hay mucho por trabajar a nivel social para que dejen de haber criterios discriminatorios en las distintas áreas de la vida. Buscá ayuda, hablá. Es muy importante hablar. No solamente en un espacio terapéutico, quizás con una amistad, con un familiar, hablar. Creo que hablar es muy importante y empezá a construirte entornos donde te sientas bien con quien sos, desde limpiar las redes sociales y seguir a cuentas que no te hagan sentir insegura con tu cuerpo, hasta rodearte de personas donde el cuerpo no sea la charla constante. Porque hay muchos espacios donde la crítica es moneda corriente. Hay algo de elegir con quién rodearse, que es muy importante. Y creo que es luchar para que se logre un cambio real. Hay avances, pero falta muchísimo. Hay que empezar a exigir que un montón de cosas cambien. Y hoy en día con la tecnología, creo que hay muchísimo para pedir. Sé que pueden haber como consejos individuales, pero sobre todo creo que también hay que entender esto como un pedido colectivo... Origen personal y límites de la experiencia propia Luis:—¿Cuánto de la experiencia personal influyó para que hagas esto? Cande:—Yo creo que mucho. No es algo que cuente mucho de cómo fue mi vínculo con mi cuerpo, la verdad. Sí, cuando cuento cómo nace Bellamente, hablé siempre desde un lugar de lo que se vivía en el colegio, pero no tanto de lo que a mí me pasaba. Luis:—Había una ficción de Zoe y demás, pero... Te ayudó la ficción. Cande:—Sí, me ayudó. Eso fue el primer libro que lo escribí cuando era muy chica. Creo que de todo lo que surgió a partir de Bellamente, yo nunca quise ser la protagonista de la problemática. Me parecía que era más valioso que agarrar mi historia personal y fue mi motor para ponerme a andar y empezar a accionar por eso que creía y que sigo creyendo de que hay que cambiar. Pero, tomando distintas historias de personas, porque también hay una realidad, yo soy una persona blanca, flaca, que puedo tener inseguridades corporales, como muchísimas personas que pueden tener un cuerpo parecido al mío y sentirse muy mal, estar atravesando un trastorno alimentario o que el tema del cuerpo sea un tema. Pero hay un montón de cuestiones que no me tocaron vivir. A mí nunca me gritaron por la calle algo relacionado a mi apariencia física. Sí de cosificación, de personas que te gritan y es como que te deshumanizan básicamente, pasas a ser un culo o unas tetas. Pero nunca me pasó de que no me dejen entrar a un boliche por mi cuerpo, por ejemplo. Nunca me pasó de escuchar de que quizás no me dieron un laburo por el cuerpo que tenía. Entonces, no quise poner como mi historia personal en el centro de este movimiento, porque también creía que si no, las personas no se iban a sentir representadas. Siempre mi aporte está desde la psicología y desde la salud mental, que es lo que estudié y lo que sigo estudiando. Luis:— Esto apareció al principio como una problemática estrictamente femenina. Pero lo abriste en la charla y también es para los varones. Cande:—Y para las personas de colectivo LGTBIQ+. Quiero decirlo porque también hay una intersección muy fuerte, que hace falta estudiar todavía más, de trastornos alimentarios con personas del colectivo. Hay muchas cuestiones relacionadas a la identidad de género. De hecho, hicimos un episodio con Louis Yupanqui de cómo fue su transición y un montón de cuestiones que fue viviendo, porque cuando una persona está en ese proceso, también aparecen muchos estereotipos de cómo tiene que ser una mujer. “Vos tenés que verte así”, se te impone. Hay muchísima exigencia. Si las mujeres tenemos doble exigencia, las mujeres trans creo que tienen 100 veces más y hay que visibilizarlo. Y lo que decías de las masculinidades. Es como si se piensa que porque las masculinidades ahora tengan más exigencias, estamos... Luis:—A la par. Empardamos para mal. Cande:—Claro. No es el camino por donde queremos ir. Hay una industria enorme que vio ahí un público al que le podía hacer comprar muchos productos y servicios, por ejemplo, para el pelo. Hay muchas inseguridades relacionadas a la caída del pelo. Esto de los músculos que te decía antes, está muy marcado hoy en día como estereotipo masculino. Igualmente las mujeres seguimos teniendo muchísima más exigencia y, por ende, de 10 casos de trastornos alimentarios, 9 somos mujeres. No es casualidad eso. Los trastornos alimentarios son multifactoriales y hay un factor que es el sociocultural. Te habla de una radiografía de la sociedad, de la valoración que tenemos las mujeres y las exigencias relacionadas a nuestro cuerpo. Candela: “Los trastornos alimentarios tienen un índice de mortalidad altísimo” Juventud, envejecimiento y cultura del “anti-age” Luis:—¿Cuánto en esa exigencia del estereotipo pesa la juventud o verse joven? Cande:—Antes las personas que usaban productos antiedad eran de 40, 50 o 60 años. Hoy en día tenés a pibas de 15 años usando cremas “para prevenir” en el futuro. Básicamente nos pasamos la vida previniendo. El mandato de la juventud eterna está presente desde una temprana edad y a veces se disfraza con el cuidado. Está buenísimo cuidarse, pero tener un mandato en la cabeza y estar obsesivas todo el tiempo por si nos salió una línea de expresión, no es sano. Creo que ahí hay algo que está bueno para repensar. Luis: —También hay comentarios habituales. Perdón por la autorreferencia, pero te dicen: “Si te sacaras la barba, parecerías más joven”, como si la juventud fuera un valor en sí misma, capaz de abrirte puertas que de otra manera no tendrías. Cande:—Creo que hay algo con la representación de la vejez. Cuando pensamos en vejez ¿qué tenemos en la cabeza? ¿Qué foto se nos viene? Hay mucho para ampliar en esa representación. Porque no hay una forma de envejecer, hay muchas. Y creo que seguir mostrando que solamente envejecer es como aburrido, encerrado y mirando la tele. Hay un montón de referentes y referentas que nos muestran que no es así. Solo creo que hay que darle más visibilidad. También para elegir. Yo no creo que mi generación envejezca igual que la generación de mis abuelos. Por ejemplo, en las revistas, para tirar algo medio vintage, pero ahora lo podemos llevar a las redes con filtros o a las imágenes creadas con inteligencia artificial, ves la cara de referentas como Susana o Mirtha y no tienen ni una marca en la cara. Y decís: “El tiempo pasó para todo el mundo, menos para ellas”. No quiero decir que esté mal. Lo que quiero decir es que no está bueno que esa sea la única representación, porque no es lo que le pasa a la gran mayoría de personas cuando envejecen. Entonces, de repente, ves que toda mi generación se está pinchando la cara. ¿Por qué? Porque tenemos miedo a no tener la cara que creemos que tenemos que tener cuando crecemos. Herramientas y estrategias para una relación saludable con el cuerpo Luis:—¿Cuál es la herramienta principal para estar conforme con tu cuerpo y no ser un consumido más que un consumidor? Cande:—Es importante no juzgarnos porque somos seres sociales y no vivimos de forma aislada. No es que puedo decir: “Me aíslo de la sociedad y ahora esto me hace sentir bárbaro con mi cuerpo”. También siento que el no ser consumido no es responsabilidad individual, es una responsabilidad del sistema en general y de la dinámica que se da a nivel social para que, de a poco, las personas se puedan sentir más a gusto y más cómodas con su cuerpo. Pero sí hay como acciones que podemos tomar a nivel individual, me parece que tiene que ver mucho con elegir. Elegir qué marcas nos hacen bien y nos representan, qué contenidos, de quiénes nos queremos rodear y nos representan. Y también un trabajo continuo con uno mismo o una misma, porque no hay tal gurú del amor propio. Cuando se empezó a hablar de esos temas, de repente surgieron personas que aman todas las partes de su cuerpo todos los días. Yo laburo de esto hace ocho años y tengo días que me siento muy mal con mi cuerpo. No es un proceso lineal. Entonces, creo que también bancarse que haya días que quizás no nos sintamos tan bien, pero que sí haya un trabajo continuo y, en lo posible, un espacio para ir trabajando con esa imagen que nos devuelve el espejo, ¿no? Darse lugar a ir incorporando hábitos que nos hagan bien. Trastornos alimentarios: testimonios y gravedad Luis:—En tu experiencia como escritora y luego como profesional de la salud, ¿cuáles fueron los extremos a los que viste llegar a un chico o a una chica, por no sentirse que pertenecía por su apariencia física? Cande:—La respuesta cruda... Y el extremo es la muerte. Los trastornos alimentarios tienen un índice de mortalidad altísimo. Pensá que está relacionado con la comida, con los nutrientes. Me pasó muchas veces en festivales de Bellamente que vengan un montón de chicas a contarnos historias de que quizás les habían dado el alta y venían directo al festival porque le generaba esa motivación de tener algo por el cual salir. Pero la realidad es que está muy invisibilizado. Está esta frase: “Antes muertas que sencillas” que es literal. Y poco se habla de eso. Parece que los trastornos alimentarios hoy en día es un storytime de TikTok y no. Es una problemática que está creciendo cada vez más, que se duplicaron los casos en los últimos 20 años y que hay una responsabilidad enorme por hacer un cambio. Luis:—Cuando hablamos de trastornos alimentarios, hablamos de bulimia, anorexia y ¿qué más? Cande:—Ortorexia, vigorexia y trastornos no específicos, trastorno por atracón... Luis:—A ver, ortorexia es la fijación por lo que como. Más que fijación, es la obsesión patológica. Cande:—Sí. Y me gusta esto que decís porque hay gente que dice: “¡Ay! Pero está bueno comer saludable”. Obvio que está bueno. El problema es que cuando te obsesionás con lo saludable. Podés ganar en salud física, pero ¿qué pasa con la salud mental? Hay que entender que hay hábitos que son saludables, pero que cuando se vuelven una obsesión dejan de ser saludables. Luis:—Vigorexia es la obsesión por la apariencia física, el músculo... Cande:—Exactamente. Luis:—Y dijiste trastornos no específicos. Cande:—Y trastorno por atracón. El trastorno por atracón está creciendo muchísimo la tasa de cantidad de personas que tienen. Es cuando en un periodo corto, se ingiere mucha comida de forma rápida y hay como bloques donde hay un ayuno prolongado, atracón, ayuno prolongado, atracón. Y pueden haber vómitos, también. “Ahora literalmente te estás comparando con un cuerpo que no existe porque está creado por inteligencia artificial”, adviritó la especialista en diálogo con Luis Novaresio Redes sociales, inteligencia artificial y nuevos riesgos Luis: —Mencionaste que los estereotipos estuvieron presentes primero en las revistas, luego en las redes y ahora incluso con la inteligencia artificial. ¿Creés que esto mejora o empeora la situación? Cande:—Es lo que más estoy estudiando hoy en día porque hay una realidad, antes de empezar a demonizar la inteligencia artificial, a nivel mundial no hay tantas personas profesionales de la salud como hay en Argentina. En Argentina tenemos abundancia de profesionales de la salud. Para que tengas una idea, por ejemplo, en Malaui hay cuatro psiquiatras en todo el país. Hay barreras que generan que no haya un acceso a la salud como corresponde. Entonces, tenés barreras por la cantidad de profesionales y tenés barreras económicas, hay un montón de gente que necesita un tratamiento y no lo puede pagar. Entonces, parecería ser que la inteligencia artificial en algún punto es una herramienta para empezar a llegar a personas que hoy en día no tienen forma de acceder a un tratamiento, lo cual parece que está buenísimo. Luis:—Claro. Cande:—Ahora, ¿qué pasa? Por ejemplo, hoy en día, sabemos que el primer uso de chat GPT es para acompañamiento psicológico, terapéutico. Estos modelos no están entrenados para que sean terapéuticos. Se entrenaron con libros, revistas, webs, con toda esa data, pero no están entrenados con manuales de específicos de salud mental. Entonces, ves adolescentes alrededor del mundo usando estas herramientas como terapia. Está claro que el chat no reemplaza a un profesional de la salud. Y hay toda un análisis que es lo que se llama red teaming. Yo vengo de hacer eso, trabajando en Stanford estos últimos meses, donde lo que se hace es desafiar al chat. Vos te haces pasar, ponele, por una persona que tiene un trastorno alimentario o que tiene ideación suicida o alucinaciones y se empieza a analizar qué responde el chat. La gran mayoría de las veces no detecta que hay un hábito no saludable, como puede ser un trastorno alimentario, depresión, etcétera. Intenta complacer al usuario y, por ejemplo, en el caso de trastornos alimentarios, da ideas de dietas restrictivas. Después tenés muchísimos casos donde da consejos de cómo ocultar vómitos o autolesiones a padres y madres. Con lo cual, si bien parece ser una herramienta que puede ayudar a un montón de gente, todavía no está entrenada de una forma en la que evite riesgos en la salud mental de un montón de personas a nivel mundial. Hace poco hubo un caso que una familia demandó a OpenAI, porque un adolescente se suicida y después ven conversaciones que tuvo con el chat. Y esto es preocupante porque, primero, no hay un control parental como en Instagram o en TikTok, que una madre, un padre, un cuidador puede tener registro de qué está viendo. Entonces, de repente, es una herramienta que está habilitada a todo el mundo. ¿Y qué pasa con los riesgos? Además de que hay adolescencias usando estos chatbots como terapia, que es como alarmante, después tenés todo lo que son las deepfakes, que hace poco se viralizó un caso también de Juli Savioli que crearon imágenes desnudas con inteligencia artificial. La reproducción que hay a nivel de violencia digital con todas estas nuevas tecnologías genera que las imágenes se reproduzcan, masivamente, no solo desnudos, que eso obviamente que atenta... Luis:—Contra la intimidad más básica. Cande:—Totalmente. Sino que ahora también está la posibilidad de crear imágenes y genera que ya no haya modelos en un montón de agencias. Hay agencias de modelos creadas con inteligencia artificial. Antes nos comparábamos con la revista y era como ¡Wow!, está reeditada. Después nos comparamos con un filtro de redes... Ahora literalmente te estás comparando con un cuerpo que no existe. Eso genera mucha distorsión y hay muchísimo ahí para trabajar, porque es lo que estamos consumiendo con nuestros ojos y con esos mismos ojos después nos miramos en el espejo. Es una problemática que está trayendo la inteligencia artificial y esta dependencia para las adolescencias. Que vos tengas un chat que te pueda dar consejos todo el tiempo, 24/7, genera una dependencia... La película Her siento que es actual. ¿Qué pasa si el día de mañana vos armaste un vínculo con ese chat y cierra la compañía? ¿Qué pasa con eso? Hay mucho para trabajar en cómo se puede regular y las políticas públicas hoy no están yendo al mismo ritmo que los avances tecnológicos y nos están llevando por delante. No nos podemos dar el lujo de que pase lo mismo que con las redes sociales. Con las redes recién ahora vemos que mi generación tiene récord en ansiedad, depresión y trastornos alimentarios. Me parece que tenemos que estudiar desde ahora, no podemos dejar que pase más tiempo. ChatGPT se lanzó hace tres años. ¿Cómo podemos hacer para estudiar y que no pase una década hasta que sepamos el impacto que tiene la salud mental?

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