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» Diario Cordoba
Fecha: 27/10/2025 18:38
-¿Cómo está siendo la respuesta del público a raíz de su participación en el concurso? -La gente está conectando un montón conmigo y en las redes sociales ha sido mucha gente escribiéndome, felicitándome... La gente de Córdoba, cuando hago algún espectáculo, pues están viniendo a verme. Ahora tengo uno el 9 de noviembre y están todas las entradas agotadas. La verdad es que la gente es muy agradecida y me ha seguido mucho en redes sociales. Con el formato, las drag que entramos nos volvemos mainstream durante toda la temporada. -Te presentaste como el «quinto patrimonio de la humanidad» y además haces un guiño a Córdoba con tu nombre artístico. -De hecho llevo unos pendientes que son la Mezquita de Córdoba. Siempre presumo de ser de Córdoba, porque hay muchísimo talento. Es verdad que, por ejemplo, aquí en Córdoba no hay muchos sitios de ambiente drag, como puede haber en Madrid, Sevilla, Barcelona o Valencia. Pero aunque no tengamos oportunidades, yo era la primera drag de Córdoba que entraba a la Race, entonces quería presumir de mi Córdoba y de todo el talento que tenemos. -¿Hay que salir de Córdoba para meter cabeza en el mundo ‘drag’? -Para actuar y trabajar sí. Cuando yo empecé solo había un local. Entonces eso me evitaba poder actuar muchas veces. Por eso empecé en las redes sociales, que para mí han sido una ventana muy grande. -¿Quién hay detrás del personaje artístico de Margarita Kalifata? -Me llamo Juan Antonio, tengo 32 años y soy de Córdoba, de Las Margaritas. Estudié un grado medio de peluquería y después hice la carrera de arte dramático. Hice una webserie aquí en Córdoba y tuvo bastante tirón. Siempre he estado relacionado con el mundo del artisteo y del teatro, aunque yo también digo que Margarita está relacionada con un teatro. Siempre he estado aquí en Córdoba viviendo y dedicándome al mundo del arte, aunque he tenido que trabajar como cajero o camarero. Cuesta poder hacer lo que uno quiere, pero siempre he invertido tiempo y dinero en mí para ser lo que hoy día estoy haciendo. Juanan, el joven cordobés que hay detrás de Margarita Kalifata, posa para la entrevista. / Manuel Murillo -¿Cómo es ser ‘drag queen’ en un barrio como Las Margaritas? -Pues mira, si me lo preguntas cuando era pequeño a lo mejor te hubiera contestado que difícil, pero ¿sabes qué pasa? Durante toda mi vida me he hecho una persona muy fuerte, porque ser de un barrio marginal muchas veces es convivir con sus propias normas. Sí que es difícil, pero desde siempre he sido una persona muy segura de lo que soy y cuando tú vas con seguridad... A mí me han dicho muchas veces maricón, pero me da igual. Si hago caso a eso, lo primero que pillo es una depresión. Siempre he sido una persona con mucho color, muy estrambótica, entonces ya saben cómo soy en mi barrio. Yo llego a las cuatro de la mañana travestido y no me dicen nada, pero porque me conocen igual que yo a ellos. Con esto te quiero decir que sí es complicado, que he sufrido Lgtbifobia, pero gracias a que he sido fuerte y he dicho ‘aquí estoy yo’, nadie me falta el respeto. En ese sentido, creo que también he abierto muchos ojos dentro de mi barrio. -¿Cuándo empezaste a travestirte? -Pues mira, cuando terminé arte dramático, ahí dije ‘voy a hacer lo que yo quiera’, porque la vida va a pasar y al final no voy a hacer lo que me gusta. Al principio no quería hacer personajes Lgtbi por la homofobia que yo mismo tenía interiorizada, pero decía que era porque no me encasillen. Yo siempre he querido trabajar como actor con Almodóvar y con los Javis, que los adoro. Por una vía o por otra lo he conseguido, al final no siendo como actor nominado al Goya, pero sí como una pedazo de travesti. «Siempre presumo de ser de Córdoba, porque hay muchísimo talento, pero sufrí Lgtbifobia» -Me imagino que no tiene que ser fácil las primeras veces salir a la calle travestido. -Sí, porque al principio lo que haces es no salir: te reúnes con amigos y amigas que tienen los mismos gustos que tú y en una casa pues te echas fotos. No actuábamos ni nada, era nada más que para nosotros, para ver cómo nos veíamos, hasta que un día ya dijimos de tomárnoslo seriamente, además yo, que había estudiado arte dramático, veía que tenía muchas posibilidades. Además, el drag, si tiene algo es que eres tú solo el que se sube al escenario, mientras que en el teatro o las series dependes de mucha gente. -¿Has sufrido acoso en el ámbito familiar o escolar? -Hombre, pues sí. Justamente tengo una prótesis de seis carillas porque me partieron la paleta en el colegio. O sea, en el colegio qué persona lgtbi, con pluma y con rasgos femeninos no ha sufrido lgtbifobia. Yo diría que todos. Ya te digo, la primera palabra que se le viene a cualquiera es maricón. O chavales que te perseguían nada más que por hacerse los chulos. Aunque yo, viniendo de aquí, de mi barrio, qué me iba a afectar a mí que no haya vivido ya. -¿Y has sentido el apoyo del entorno familiar? -Con mi madre y mis hermanos, siempre. Con mi padre sí que es verdad que desde los 14 años no tengo relación. Nunca me ha llegado a aceptar ni nada, por eso yo tampoco he querido seguir teniendo relación con él. Pero mi madre siempre me ha apoyado, igual que mis hermanas, mis sobrinas. Es educar a la gente con respeto. De hecho, yo trabajo en el drag story hour, que es un proyecto que cuenta cuentos infantiles en el que, con todo el respeto, porque es un público infantil, lo único que hacemos es contarles cuentos y celebrar la diversidad, que todo el mundo tenemos derecho a ser diferente. Y no pasa nada. Porque cuando una persona crece sabiendo que todo el mundo tiene derecho a ser diferente, pues el mundo va mejor. Y no que si una persona crece creyéndose más que alguien, pues cualquier niño te puede pegar un palizón en la calle.
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