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» Derf
Fecha: 27/10/2025 18:15
Un hábito cotidiano puede marcar la diferencia en tu bienestar diario más de lo que imaginás Caminar después de una comida es un hábito sencillo que puede marcar la diferencia en tu digestión, nivel de energía y bienestar general. Sin embargo, hay ciertos aspectos a tener en cuenta para hacerlo de forma correcta y aprovechar al máximo sus beneficios. Mejora la digestión Un paseo ligero ayuda a que el sistema digestivo trabaje mejor, evitando la sensación de pesadez y reduciendo el riesgo de acidez o malestar estomacal. Regula los niveles de azúcar en sangre Caminar unos minutos después de comer puede contribuir a estabilizar la glucosa, algo especialmente útil para prevenir picos de azúcar y mejorar la sensibilidad a la insulina. Favorece el control de peso Ayuda a quemar calorías y a mantener el metabolismo activo, lo que puede colaborar en la prevención del aumento de peso. Mejora la circulación El movimiento favorece el flujo sanguíneo y evita la somnolencia típica que aparece tras comidas abundantes. Cómo hacerlo bien No es necesario un esfuerzo intenso: con 10 a 20 minutos de caminata suave es suficiente. Lo ideal es esperar unos 10 minutos después de comer antes de salir a caminar, para no incomodar la digestión.
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