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Parana » El Once Digital
Fecha: 27/10/2025 12:30
El pequeño Heitor se metió en una máquina de peluches durante una cena familiar en Río de Janeiro. Su mamá contó a los medios que “se asustó mucho” al verlo, aunque todo terminó en un divertido episodio sin consecuencias. Un momento de diversión familiar terminó en un verdadero susto en la localidad de São João de Meriti, cerca de Río de Janeiro, cuando un niño de 4 años quedó atrapado dentro de una máquina de peluches. El insólito episodio ocurrió en plena celebración en una pizzería, y la escena sorprendió a todos los presentes. El protagonista de esta historia es Heitor, que estaba cenando con sus padres cuando decidió salir a jugar. Inesperado hallazgo Pasaron los minutos y, al notar que el chico no volvía, sus papás comenzaron a buscarlo por el local. De repente, un grupo de gente llamó la atención del matrimonio. Al acercarse, descubrieron que su hijo estaba adentro de la máquina de peluches, eligiendo tranquilamente un premio como si nada. Criança de 4 anos entra em máquina de bichos de pelúcia em São João de Meriti: ‘Eu fiquei apavorada’, disse mãe https://t.co/00tbLKl7qE #g1 pic.twitter.com/4mPJp4wnyC— g1 (@g1) October 27, 2025 La sorpresa fue tal que varios clientes comenzaron a grabar la escena, que rápidamente se viralizó en redes sociales. El pequeño parecía ajeno al revuelo, rodeado de juguetes y sonriendo ante los intentos de los adultos por ayudarlo. “Me asusté. Nunca imaginé que pudiera entrar” La mamá de Heitor, Luana Cardozo, relató cómo vivió el inesperado episodio: “Cuando lo vi, me asusté. Nunca imaginé que una criatura de ese tamaño pudiera entrar en una máquina. Jamás pensé que iba a tener la valentía de meterse”, contó la mujer, que trabaja como peluquera. Afortunadamente, el nene fue rescatado sin ningún tipo de herida, y todo quedó en una anécdota para la familia y los clientes del local. Los presentes aplaudieron cuando finalmente lograron abrir la máquina y sacar al niño. El episodio generó gran repercusión y volvió a poner en debate la seguridad de este tipo de atracciones en lugares frecuentados por niños. Las imágenes de Heitor dentro de la máquina, rodeado de peluches, circularon por todo Brasil y despertaron tanto risas como preocupación. En este caso, la historia tuvo un final feliz, pero sirvió de recordatorio para extremar precauciones en espacios públicos donde los niños pueden acceder a este tipo de juegos. Lo que empezó como una travesura terminó siendo una historia que la familia recordará con humor y alivio.
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