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» Santafeactual
Fecha: 27/10/2025 11:50
Se produjo un nuevo cónclave donde no hubo acuerdo para la adquisición de dicho complejo por parte del club. Hay optimismo de los dos lados más allá de las versiones cruzadas. Las conversaciones entre Unión y la familia Malvicino por la compra del complejo Casasol siguen en pie, pese a las versiones que circularon en los últimos días sobre un supuesto enfriamiento o incluso una caída definitiva del acuerdo. Se trata apenas de un nuevo capítulo en una negociación compleja, pero en la que ambas partes mantienen la voluntad de llegar a buen puerto. El diálogo se canaliza principalmente a través de Martín Priano, nieto de Don Ángel Malvicino e hijo de Mónica, una de las hijas del recordado expresidente rojiblanco. Fue él quien encabezó las conversaciones más recientes con la dirigencia tatengue, en un proceso que se viene desarrollando con prudencia y en un marco de respeto mutuo. Hace diez días, el primer encuentro entre las partes había sido calificado como “muy positivo”, lo que generó grandes expectativas de que el siguiente cónclave —realizado la semana pasada— pudiera sellar el entendimiento definitivo. Sin embargo, aunque no hubo acuerdo formal, la negociación continúa abierta y con nuevos contactos previstos para los próximos días. Desde el entorno de Unión remarcan que el interés por adquirir Casasol sigue firme. El predio, donde entrena y concentra el plantel profesional, no tiene contrato vigente, por lo que la compra definitiva aparece como una prioridad institucional. Además, el club realizó importantes mejoras edilicias y de infraestructura en los últimos años, reforzando aún más la necesidad de consolidar la propiedad. En ese sentido, trascendió que Unión habría presentado una oferta para adquirir el complejo al contado, lo que marcaría una señal clara de decisión dirigencial y de respaldo económico. La operación, de concretarse, sería uno de los hitos patrimoniales más relevantes de los últimos tiempos para la entidad de la Avenida. Por su parte, la familia Malvicino mantiene una postura abierta, aunque firme en la valoración del predio. Las diferencias actuales radican principalmente en los montos y en los términos formales de la venta, algo que podría destrabarse en las próximas reuniones. Más allá de las versiones cruzadas, lo cierto es que el diálogo nunca se interrumpió y que existe un interés compartido en alcanzar un acuerdo que beneficie a ambas partes. La posibilidad de que Unión concrete la compra definitiva de Casasol representa no solo una cuestión patrimonial, sino también una apuesta a largo plazo para el desarrollo deportivo y formativo del club. El cierre del año podría traer definiciones importantes. Si las gestiones prosperan, Unión daría un paso histórico en su consolidación institucional: quedarse con el predio que durante décadas fue sinónimo de trabajo, crecimiento y sentido de pertenencia para todo el mundo tatengue.
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