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  • Schiaretti arriesgó y perdió: Córdoba reafirmó su voto a Milei y frenó el sueño federal de Llaryora

    » Misionesparatodos

    Fecha: 27/10/2025 09:15

    El bastión libertario volvió a responderle al Presidente. El gobernador y su mentor apostaron a un golpe que terminó diluido en las urnas. Los caminos posibles. Javier Milei volvió a festejar en Córdoba. El electorado mantuvo en secreto su voto hasta expresarlo en las urnas. No pudieron anticiparlo las encuestas. Las magras convocatorias que el Presidente logró en la capital provincial tampoco expresaron un síntoma. La expectativa de Martín Llaryora y Juan Schiaretti se esfumó con el primer boca de urna de las 11 de este domingo. La victoria con el 42,39% de los votos abrió las puertas de la Cámara de Diputados al socio de Gabriel Bornoroni, Gonzalo Roca; a la influencer fit Laura Soldano; a otro amigo del jefe de la bancada oficialista, Marcos Brizuela Patiño, a la amarilla Laura Rodríguez Machado, y otro, sí otro, amigo más del armador, Enrique Lluch. La polarización maldita y Provincias Unidas Pese a todo pronóstico, el resultado tiene una primera lectura: ganó Karina Milei y, por ende, su armador acólito que insistió con poner a Roca en la cima de la boleta por encima de nombres taquilleros como los del radical Rodrigo de Loredo y Luis Juez. Apostaron a la polarización nacional con el kichnerismo. En Córdoba, esa pata del peronismo tiene una expresión reducida como quedó expresado con el 5,07% de Fuerza Patria obtenido este domingo. Sin embargo, el “riesgo kuka” siempre rinde. Lo aprovechó Mauricio Macri en 2015, también en 2019 cuando perdió la reelección, pero el bastión lo despidió con votos para que saliera por la puerta grande. Lo usufructuó Milei años más tarde. Funcionó de nuevo este domingo. La experiencia enseña que los turnos intermedios no son extrapolables a las rondas ejecutivas locales. El gobernador de Córdoba cayó con su mejor hombre en la cabeza de la lista, Juan Schiaretti. Ganó una banca más de la dos que ponían en juego. Se sabe que la apuesta era más grande. Juan Schiaretti arriesgó y perdió La lista de Llaryora ingresó al sprint final de la elección con la moral alta. La derrota de Milei en el bastión a manos de Provincias Unidas configuraba el sueño dorado de los campañistas del gobernador y Schiaretti. El cordobesismo podría empezar a construir un relato nacional que, durante más de dos décadas le estuvo vedado por la prioridad de conservar el poder en el Panal e irradiarlo a las principales ciudades del interior provincial. Tendrán que esperar un poco más, pero la base quedó hecha porque son tercera fuerza nacional. La “Argentina de la producción” que pidió Llaryora este domingo al mediodía quedó en desventaja de 14 puntos con el ajuste salvaje con el que procedió el Presidente y que necesita el filtro del nuevo Congreso. Las categorías cualitativas y cuantitativas borran sus límites para el análisis del escenario local que resultó del voto del 67% del padrón electoral de Córdoba. Schiaretti efectivamente perdió contra el ignoto Roca. No llega fuerte al Congreso, según las categorías que aplicaban a la expectativa en el propio cordobesismo. Los gobernadores no podrán entrar pateando la puerta, como imaginaban secretamente que lo harían este lunes, aunque Milei tiene la oportunidad de corregir errores groseros y la desafección a la gestión. Porque no sólo se lo exigen sus prestamistas en Estados Unidos, sino también la gente que decidió darle una segunda oportunidad. ¿Emerge un mandata obligado de equilibrio y comunicación asertiva entre las partes? A favor, los gobernadores saben que los acuerdos seguirán siendo necesarios para Milei en el recinto fragmentando que se mantiene. Milei los convocó, pero con el aroma del triunfo. Los metió en la bolsa capitalista, les dijo pragmáticos -"para ellos, uno más uno es dos"- y los invitó a traducir en leyes el Pacto de Mayo que firmaron en la fría noche del 9 de julio de 2024. Córdoba, la cuna de la grieta Por ahora, el aprendizaje concreto es que el electorado cordobés vota en elecciones intermedias con enfoque netamente nacional. ¿Le importa la obra pública, el Estado presente y el incentivo a la actividad privada y a la producción? Sí, pero esa responsabilidad se la adjudican al intendente de su pueblo o al gobernador. Si hay algo en común que tienen los turnos intermedios es que la promesa de cambio moviliza, que el “riesgo kuka” todavía juega. En este portal, se planteó la pregunta acerca de a dónde va el 22% del voto de Juntos por el Cambio que acompañó a Patricia Bullrich en las generales de 2023. Milei había obtenido un 33% y Schiaretti, un 29%. Suponiendo que ese votante cambiemista mantendría su postura cerrada contra el cordobesista, LLA tenía que perder en este turno al menos cinco puntos de su núcleo duro para que el oficialismo local fuera competitivo. Era impensado que, en el peor de los escenarios, de esa masa halcón de dos años atrás no fuera un sufragio solo al candidato de Milei en esta oportunidad. Efectivamente, el cordobesismo –“con el mejor” en la cabeza de la lista- mantuvo su performance de 2023. En ese entonces, Hacemos por Nuestro País que tenía a Schiaretti de candidato a presidente logró el 29,87% y se llevó tres bancas en la cámara baja. Antes, la cosecha fue menor. En 2021, Hacemos por Córdoba logró dos escaños con el 24,99% de los votos. En 2019 logró sólo una con el 17%. En 2015, con Cambiemos como emergente, Unión por Córdoba logró dos lugares en Diputados con el 21,12%. La historia no se repite, pero se parece. Provincias Unidas no pudo cantarle las 40 a Milei con el electorado de coro. Fue al revés, pero la historia sigue en el recinto. Por Yanina Passero-Letra P

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