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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 27/10/2025 06:33
Daniel Enz, director de la revista Análisis y su página web, reconocido a nivel nacional por sus aportes indispensables al periodismo de investigación de Entre Ríos, lanzará en noviembre su decimonoveno libro: ‘Crimen por encargo’. En la tapa avanza sobre la trama de ‘Los secretos del secuestro y asesinato del escribano Rubén Calero’. El nuevo título consta de 270 páginas repartidas en 13 capítulos. La diagramación fue de Virginia Blanco, fotos de Sergio Ruiz; corrección y edición de Luciana Dalmagro. Calero y Roballos En esta investigación, Enz recupera dos historias trágicas de 1991 que conmocionaron a la sociedad y la política entrerriana por varios años: la desaparición y muerte del escribano Rubén Calero, y el asalto al hospital exRoballos (actual Hospital Escuela de Salud Mental), unidos por indicios sólidos, pero desarmados por una investigación que decidió licuar y evaporar esos indicios. En dialogo con Paralelo 32, Enz se refirió a la trama de su libro y repasó el clima de época que envolvió el caso Calero. No faltaron las comparaciones y paralelismos con el presente. – Vuelve sobre la historia de Calero y el robo-asesinato en el hospital exRoballos. ¿Qué novedades hay, que se puedan contar sin ‘spoilear’? Sobre todo por el título ‘por encargo’. ¿Qué lo movilizó a volver sobre ese pasado? --Era una historia que había que contarla totalmente, como una serie o una película, más allá de notas o menciones. Siempre me gustó mucho el género policial y siempre pienso mis libros para dejar registro de cuestiones que impactaron a la sociedad, a la época. Y lo de Calero entiendo fue el caso más fuerte que hubo en nuestra provincia desde el año 1983 a la fecha. Hubo dos juicios, dos condenados a reclusión perpetua; un gobierno impactado, movilizado, sacudido por un secuestro y un crimen, que derivó en detenciones, la fuga de un policía de mucho peso y con historia -como Carlos Balla-, una posterior detención, las derivaciones que hubo tras ello. Una historia muy fuerte. – Ha estado investigando muchos crímenes (y casos de corrupción, que a menudo iban asociados, como parece en el caso Calero) en más de treinta años desde Análisis. Y antes también. ¿Ha cambiado algo en todo este tiempo? ¿Para peor? --No sé si para peor. En esos tiempos, hablo de la década del noventa, había policías ligados a prácticas de la última dictadura. Podían estar ligados a grupos mafiosos, que secuestraban, mataban, torturaban; y fiscales o jueces que dependían del poder político. En especial en el primer gobierno de Jorge Busti. Y esos fiscales y jueces tenían una dependencia absoluta de lo que podía hacer o no la Policía de Entre Ríos. Ya no hay esas prácticas de secuestro o crimen. Y en cambio creció el narcotráfico, que es una estructura que sí puede matar como sucedía antes. Y la corrupción ha ido creciendo, pero muchos ahora se enfrentan a fiscales y jueces que no ceden y avanzan contra viento y espada para lograr condenas. Siguen fallando los controles de los organismos, porque podrían ser más duros y exigentes, pero en la justicia ya no es como antes, cuando desde la Casa de Gobierno levantaban un teléfono y nadie investigaba nada. – ¿Por qué otros hechos de corrupción no parecen haber terminado en crímenes como las investigaciones en torno a Urribarri o los contratos truchos de la Legislatura, donde personajes y andamiajes del poder más trascendentales aparecen más involucrados? --Justamente por lo que decía antes. Estamos en otros tiempos. A Calero lo secuestran y lo matan porque había desviado un dinero que tenía ‘en guarda’. Y hasta ahí llego, para no contar todo el libro. Esas cosas no pasan en estos tiempos porque la democracia pudo avanzar en este sentido. - ¿Qué ‘recorrido’ va a tener este libro? ¿Dónde lo va a presentar? -- He dejado casi de presentar mis libros, salvo algunas excepciones que hago en algunas ciudades del interior de la provincia. Pero no hago presentaciones en la capital provincial, después de lo que me hicieron con el libro sobre Fernanda Aguirre. Es como que se me fueron las ganas. Pero sigo adelante. (Las Flores de Fernanda en 2006, y nueva edición revisada en 2025. Con la primera edición, Enz y su familia tuvieron amenazas de muerte y un incidente que milagrosamente no fue accidente por un sabotaje en su vehículo, N. de R.) -- A raíz de esto de Calero, Balla, Roballos, uno recuerda de aquellos años el caso de Lucio Dato, descubierto en octubre de 1993. Después archivaron la causa. ¿Hubo algún ‘hilo’ del cual tiró la investigación? -- Hago alguna mención en el libro sobre la muerte violenta de Lucio Dato (murió por empalamiento anal y su cuerpo fue descubierto en su estudio jurídico la mañana del 7 de octubre de 1993, N. de R.). Nunca se imputó a nadie y se paralizó cuando comenzaron a aparecer cuestiones privadas de abogados y representantes de la justicia. Pero no deja de ser una deuda de la justicia.
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