Contacto

×
  • +54 343 4178845

  • bcuadra@examedia.com.ar

  • Entre Ríos, Argentina

  • Miedo y dispersión: el desafío de reconstruir la política

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 26/10/2025 04:30

    Una jubilada sostiene un cartel que dice "Basta Milei" Miedo al pasado, mucho; al futuro, demasiado; en el presente, angustia. La política, el espacio de todos, está ausente, los intereses la fueron corriendo, disolviendo. Quedan dos sectas, una de las cuales representa el fracaso de ayer mientras la otra pulveriza el hoy. En el medio, funciona la dispersión, y es difícil reconstruir lo colectivo juntando los pedazos de lo que queda. Nos recuerda a Megafón, o la guerra, la novela de Leopoldo Marechal, donde los discípulos habían reunido sus partes sin encontrar el miembro viril. Esa es la imagen de la política argentina: posee sus elementos constitutivos menos el esencial, la potencia. Impotencia de pacificar y dar trabajo, impotencia de ser. Algunos inventan la despreciable y trivial muletilla de que estamos a mitad de camino, y otros vuelven con el latiguillo de las reformas de segunda generación. Ya habíamos escuchado, en su tiempo, la teoría según la cual cuando terminaran de destruir la Argentina productiva, dichas propuestas implicarían la decisión de llevarse los restos. Una candidata a legisladora de LLA, especialista en mascotas, intenta filosofar sobre los adversarios. Seguramente, no leyó, entre otros pensadores no forzosamente de izquierda, a Rosa Luxemburgo para quien “la verdadera libertad es la opinión de los que piensan distinto”. Pero, claro está, hasta ahí no hay raza de caniche que la lleve. En la misma línea de candidatos mileístas que, en este caso, ya no lo son aunque figuren en la boleta, cabe preguntarse si el arrogante personaje que gritaba “cárcel o bala” seguirá en su caída atroz con esa opción de vida: para la bala, se necesita valentía, para la cárcel, solo un poco de justicia. Entre tanto, un cajetilla decadente, hoy al frente de la Comisión de Presupuesto del Parlamento, afirma que si la gente quiere comprar lo importado porque es más barato tiene todo el derecho de hacerlo; el trabajo nunca formó parte de la visión del mundo de los herederos sin talento aunque son los mismos que alentaban el trabajo infantil en demérito de la educación. Por otra parte, como peronista, jamás votaría a un candidato que reivindica a la guerrilla, verdadera traición a Perón, y se niega condenar a Maduro y su horrenda dictadura. Se cumplieron 50 años de la muerte de Pier Paolo Passolini, el genial cineasta italiano, para quien, la falla de la izquierda era su incapacidad de abordar la autocrítica. La estupidez de los burócratas disfrazados de revolucionarios los llevó a favorecer el retorno de los ricos. Eran dos deformaciones, ni aquellos soñaban revoluciones, ni estos, otra cosa que la despiadada ambición y la perversa manera de despreciar a los desfavorecidos. El capitalismo es productivo, necesita de dos limitaciones: una es la concentración, y la otra, la primacía de lo financiero sobre la producción, con concentración de estructura bancaria superior a la industrial. El capitalismo, al concentrarse, encara su ruta al estallido. No es que uno sea marxista pero, en el fondo, solo la socialdemocracia se instaló como un sistema de producción y distribución coherente en el mundo. La demencia de sostener un dólar barato para permitir la fuga de capitales tiene un límite, y ya ni el poder de EEUU puede utilizar sus armas en semejante guerra porque no es de la violencia, sino de la demencia -una agresión mucho peor y más difícil de resolver- de la que hay que defenderse y contra la que se debe luchar. Milei y Macri transitan una City Porteña con inversiones bancarias y negocios extranjeros. En cambio, los gobernadores conducen a la gente, a la sociedad, administran la producción, la distribución, las necesidades, la pobreza, la salud y la educación públicas. Serán los gobernadores y los intendentes quienes le impongan el límite a la demencia de la City. Por ahora, Provincias Unidas optó por un cordobés que, al ser elegido, cometió dos errores: no integrar a la juventud de su provincia y no elegir a un extrapartidario para lanzar su proyecto con estatura y no con la pequeñez de un operador económico. Mañana nos encontraremos en un nuevo país, donde la ficción de pintar la patria de un solo color haya muerto de golpe, a partir del dato de que con todo el poder solo se puede acercar a un escaso tercio de la sociedad. La riqueza intelectual, la libertad, el pensamiento, la rebeldía, todo sigue vivo y vigente. Esta limitada y pobre propuesta del “equilibrio fiscal” como único destino es la imposición desquiciada del contador sobre el político, el filósofo y el ser humano. Esto termina acá , y lo que el gobierno de Milei gasta en detener un dólar falso es lo que intentaba ahorrar dejando de lado necesidades indiscutibles: jubilaciones, salud pública, el Garrahan, discapacidad, ciencia, tecnología, cultura, universidad. Esa elección es la expresión más clara de la perversión mientras con inaudito cinismo, proclaman cuánto ganamos los ciudadanos en dólares y repiten una y otra vez hasta el hartazgo de la mentira la cifra de doce millones de almas que Milei dice haber sacado de la pobreza. Si en la principal provincia encabezaba un candidato con oscuras relaciones narco, seguido por la ya mencionada especialista en mascotas, quien ni siquiera podría manejar con seriedad su silencio, y al tercero lo disfrazan de héroe sin nombre cuando tiene más batallas perdidas que ganadas, y del otro lado, hay un candidato que reivindica la dictadura de Maduro, es lamentable, pero el final de esta etapa es ese: la muerte de lo que no tenía razón de seguir vigente. Al marxismo lo matan las burocracias, pero cuidado, porque hoy está convertido en un sistema más productivo que el capitalismo mismo. El ejemplo de China sobra y al capitalismo lo destruye el exceso de concentración, porque termina retornando a las etapas de humillación de los necesitados, las de la explotación. En esas exageraciones andamos, en este capitalismo desmesurado donde los egoístas filosofan sobre cómo no hacerse cargo de sus daños. Esta situación no va a durar mucho, y no nos avala el “club del helicóptero”, sino algo mucho más relevante, que es la conciencia de los límites. Más allá de las dos sectas enfrentadas, se esparce un conjunto de propuestas que reúnen las opciones y la profundidad que necesitamos con urgencia: una nueva expresión política. Hasta ahora, la primacía de los individuos sobre las ideas y los personalismos han engendrado la disgregación. Esperemos que mañana la necesidad de imponer un proyecto que le devuelva el sentido a la política, pueda reunirlas a todas. Los autoritarismos son el pasado, solo de la dispersión puede surgir un proyecto de unidad que nos genere expectativas de un futuro mejor. Por ahora, lo cierto es que los votos son secundarios y este rumbo, inviable.

    Ver noticia original

    También te puede interesar

  • Examedia © 2024

    Desarrollado por