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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 23/10/2025 09:45
Un estudio de la Universidad de California en Irvine sugiere que la visión perdida por la edad puede recuperarse con ácidos grasos específicos (Imagen Ilustrativa Infobae) El envejecimiento trae consigo cambios inevitables en el cuerpo, y la pérdida de visión es uno de los más notorios y preocupantes. La dificultad para leer en la penumbra, la necesidad de aumentar la iluminación para distinguir los objetos o incluso el deterioro de la agudeza visual afectan a millones de personas en todo el mundo. Ahora, un equipo internacional de investigadores de la Universidad de California en Irvine ha dado un paso decisivo hacia la reversión de la pérdida de visión asociada a la edad. Mediante un enfoque innovador basado en el metabolismo de los lípidos, los científicos demostraron en ratones que es posible restaurar la función visual y contrarrestar algunos de los cambios que el envejecimiento impone sobre el ojo. La enzima ELOVL2 es clave para la salud de la retina y su disminución con la edad reduce los niveles de lípidos esenciales para la visión El estudio, publicado en Science Translational Medicine, se centró en los ácidos grasos poliinsaturados de cadena muy larga (VLC-PUFA), esenciales para la salud de la retina, cuya producción disminuye con la edad. La clave del hallazgo está en el gen ELOVL2, responsable de sintetizar tanto estos ácidos grasos como el DHA, un conocido omega-3. La actividad de ELOVL2 se reduce a medida que el organismo envejece, lo que provoca que los niveles de lípidos necesarios para la función ocular se desplomen, contribuyendo al deterioro visual. “Demostramos el potencial de revertir la pérdida de visión relacionada con la edad”, afirmó la doctora Dorota Skowronska-Krawczyk, profesora asociada de Fisiología, Biofísica y Oftalmología en UC Irvine y líder del equipo de investigación. El papel del gen ELOVL2 y la restauración de la visión Los investigadores hallaron que el DHA por sí solo no mejora la visión en ratones mayores, pero otro ácido graso específico sí (FREEPIK) Durante años, los estudios habían mostrado que aumentar la actividad de ELOVL2 en ratones mayores incrementaba los niveles de DHA en el ojo y mejoraba la visión. Sin embargo, este enfoque dependía de la propia enzima, cuya eficiencia se deteriora con la edad. El gran avance del nuevo estudio fue descubrir una vía más directa: inyectar un ácido graso poliinsaturado específico directamente en los ojos de ratones mayores. Los resultados fueron sorprendentes: las células retinianas recuperaron una funcionalidad equivalente a la de animales jóvenes, y la capacidad visual de los ratones mejoró de manera significativa. “No observamos el mismo efecto con el DHA”, aclaró Skowronska-Krawczyk, desafiando la idea extendida de que este omega-3 por sí solo basta para proteger la vista. A nivel molecular, la suplementación no solo mejoró la función visual, sino que también revirtió ciertos cambios característicos del envejecimiento ocular. Esto marca un paso crítico hacia el desarrollo de posibles terapias para humanos, al ofrecer una estrategia que no depende únicamente del gen ELOVL2 y que podría aplicarse incluso cuando la enzima ya no funciona de manera óptima. Los ratones mayores tratados con ácidos grasos poliinsaturados mostraron mejoras en la visión y reversión de signos de envejecimiento ocular (BERKELEY) Además, el estudio identificó variantes genéticas en ELOVL2 que se asocian con una progresión más rápida de la degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Esta enfermedad representa una de las principales causas de ceguera entre los adultos mayores, y la capacidad de detectar a las personas con mayor riesgo abre la puerta a intervenciones tempranas y personalizadas. “Ahora tenemos una conexión genética con la enfermedad y su componente de envejecimiento”, señaló la investigadora, lo que sugiere que el hallazgo no solo tiene implicaciones terapéuticas, sino también preventivas. Variantes genéticas en ELOVL2 se relacionan con progresión más rápida de la degeneración macular asociada a la edad (Imagen Ilustrativa Infobae) “Los ácidos grasos poliinsaturados de cadena muy larga (VLC-PUFA) son componentes importantes de las membranas celulares y cruciales para una visión saludable. Las enzimas que producen VLC-PUFA, como ELOVL2, disminuyen con la edad, lo que resulta en niveles más bajos de VLC-PUFA en el ojo”, explicaron los científicos en el estudio. “Si bien se necesitan estrategias adicionales para optimizar la administración de VLC-PUFA en modelos animales de mayor tamaño, estos resultados destacan una posible estrategia para combatir el deterioro visual relacionado con el envejecimiento”, sostuvo la doctora Daniela Neuhofer, corresponsable del estudio. Más allá de la retina: posibles efectos en el sistema inmunitario La restauración de la función visual demuestra que algunos efectos del envejecimiento pueden revertirse mediante intervenciones específicas (Imagen Ilustrativa Infobae) El impacto de ELOVL2 podría extenderse más allá de la visión. Colaborando con investigadores de la Universidad de California en San Diego, Skowronska-Krawczyk y su equipo exploraron el papel del metabolismo lipídico en el envejecimiento del sistema inmunitario. Descubrieron que la ausencia o disminución de la actividad de ELOVL2 aceleraba el envejecimiento de las células inmunitarias, lo que sugiere que la suplementación con lípidos podría tener efectos protectores también sobre la respuesta inmunológica. “Nuestro primer estudio exploró una posible terapia para tratar la pérdida de visión”, explicó la científica, “pero con la información que hemos obtenido sobre el envejecimiento inmunitario, somos optimistas en que la terapia de suplementación también refuerce el sistema inmune”. Este hallazgo indica que la manipulación de los lípidos esenciales controlados por ELOVL2 podría influir en otras enfermedades relacionadas con la edad, incluyendo ciertos cánceres de sangre. La línea de investigación sugiere que la visión podría ser solo el primer objetivo de una serie de intervenciones más amplias que buscan mejorar la salud global del organismo envejecido mediante la restauración de funciones celulares clave. La suplementación con ácidos grasos poliinsaturados podría abrir nuevas terapias para prevenir y tratar la pérdida de visión en adultos mayores Aunque los resultados obtenidos en ratones son prometedores, los investigadores subrayan que se requieren estudios adicionales para determinar la seguridad y eficacia en humanos. El siguiente paso consiste en pruebas con animales más grandes, seguidas de ensayos clínicos en personas, con el objetivo de establecer dosis seguras y evaluar los posibles efectos secundarios. No obstante, la evidencia actual marca un avance significativo en la búsqueda de soluciones para problemas de visión asociados al envejecimiento. Skowronska-Krawczyk enfatizó la importancia de ELOVL2 como un gen central en el proceso de envejecimiento: “Estoy convencida de que es uno de los genes del envejecimiento en los que debemos fijarnos cuando pensamos en terapias antienvejecimiento”. La investigación no solo abre la puerta a nuevas intervenciones para la degeneración macular, sino que también sugiere un enfoque más amplio para el tratamiento de otras enfermedades ligadas a la edad mediante la regulación del metabolismo de los lípidos. El descubrimiento tiene un potencial enorme para transformar la manera en que se aborda la pérdida de visión en adultos mayores. Además de las terapias directas, la identificación de variantes genéticas de ELOVL2 permitirá realizar pruebas de riesgo y desarrollar estrategias preventivas personalizadas, algo crucial dado que la degeneración macular es progresiva y muchas veces irreversible si se detecta tarde. El metabolismo lipídico también influye en el envejecimiento del sistema inmunitario y podría impactar ciertos cánceres de sangre (Imagen Ilustrativa Infobae) La estrategia desarrollada por el equipo de UC Irvine también desafía la visión convencional sobre el DHA. Mientras que los omega-3 han sido ampliamente promocionados por sus beneficios para la salud ocular, este estudio evidencia que no todos los ácidos grasos actúan de la misma manera y que el tratamiento específico con VLC-PUFA puede ser mucho más efectivo. Este enfoque abre la posibilidad de diseñar terapias más precisas y dirigidas a restaurar la función ocular en personas mayores. Finalmente, los hallazgos sugieren que el envejecimiento no es un proceso estrictamente irreversible y que, mediante intervenciones bien dirigidas, ciertas funciones celulares y moleculares pueden recuperarse. Los ensayos futuros en animales grandes y humanos buscarán establecer la seguridad y dosis óptimas de posibles terapias con lípidos (MIRANZA) La restauración de la visión representa un ejemplo tangible de cómo la ciencia puede intervenir directamente en procesos biológicos complejos, ofreciendo una nueva esperanza para quienes experimentan la pérdida de agudeza visual asociada a la edad. El hallazgo no solo representa un avance para las terapias oculares, sino que también abre nuevas vías de investigación sobre el envejecimiento general y la salud inmunitaria. Los próximos años serán clave para determinar si este enfoque puede traducirse en tratamientos seguros y efectivos para humanos, pero por ahora ofrece un rayo de esperanza que podría transformar la vida de millones de personas.
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