23/10/2025 02:54
23/10/2025 02:53
23/10/2025 02:53
23/10/2025 02:52
23/10/2025 02:50
23/10/2025 02:38
23/10/2025 02:38
23/10/2025 02:37
23/10/2025 02:37
23/10/2025 02:37
Concordia » Hora Digital
Fecha: 22/10/2025 23:30
El presidente de la Sociedad Rural Argentina rechazó las afirmaciones de una funcionaria estadounidense que vinculó la carne argentina con un supuesto problema de aftosa. El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, cuestionó este miércoles las declaraciones de Brooke Rollins, secretaria de Agricultura de Estados Unidos, quien afirmó que su país limitaría la importación de carne argentina debido a un “problema de aftosa”. Pino sostuvo en declaraciones radiales que Argentina es “un país libre de aftosa con o sin vacunación” desde hace años, desmintiendo así las preocupaciones expresadas por la funcionaria estadounidense. El intercambio comenzó luego de que Rollins confirmara en una entrevista con CNBC que Estados Unidos está en conversaciones con Argentina para aumentar sus compras de carne argentina de 20 mil a unas 60 mil toneladas. Esta ampliación fue anticipada por el expresidente Donald Trump, quien señaló que comprar carne argentina ayudaría a reducir los precios internos de la carne de res. Sin embargo, Rollins aclaró que la importación “no será mucho” debido a temores relacionados con la posible contaminación por aftosa. La funcionaria estadounidense agregó que “vamos a asegurarnos de que nuestra industria ganadera esté protegida”, destacando la complejidad del mercado y la necesidad de garantizar un buen futuro para los productores locales. Estas declaraciones se producen en un contexto en el que el gobierno argentino, a través del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, anunció una reducción en la exigencia de vacunación contra la aftosa para ciertos animales, con el objetivo de abaratar costos de producción en aproximadamente 20 millones de dólares. Esta medida fue oficializada mediante la Resolución 711/25 de SENASA publicada en el Boletín Oficial. A pesar de esta decisión gubernamental, Pino minimizó las preocupaciones y afirmó: “No sé si es una burra… Está mal informada seguramente la señora”. Reiteró que “Argentina es un país libre de la enfermedad que tanto daño le hace a la ganadería” y atribuyó esa condición a un trabajo “bien y de manera consciente”. El titular de la SRA destacó el alto estatus internacional que posee el país debido a la calidad y los controles sanitarios en la ganadería argentina, y expresó: “Vamos a creer que fue un error” en referencia a las declaraciones de Rollins. Además, Pino calificó como “una muy buena noticia” el posible acuerdo para aumentar la venta de carne a Estados Unidos, recordando que actualmente se exportan 20 mil toneladas de cortes de buen valor. Subrayó la importancia de mantener la vacunación preventiva contra la aftosa, incluso sin la presencia de la enfermedad, para evitar repetir problemas sanitarios del pasado reciente. La fiebre aftosa es una enfermedad viral que afecta al ganado y genera pérdidas económicas significativas a nivel mundial. Según explicó la veterinaria Jessica Singermann, de la Universidad Nacional de La Plata, los países con mayores exigencias sanitarias solo importan carne con hueso de zonas libres de aftosa sin vacunación, ya que en esas regiones el virus no circula. Esto se debe a que el virus se encuentra en la médula ósea del hueso y no muere aunque la carne esté congelada. Desde la epidemia de 2000-2001, Argentina logró ser reconocida internacionalmente como “libre de fiebre aftosa” tras un plan nacional de erradicación realizado por SENASA. En el país existen zonas libres de la enfermedad donde se vacuna, pero en la Patagonia, al sur del río Colorado, se encuentra una zona libre sin necesidad de vacunación, condición muy valorada por los países importadores. Sin embargo, a fines de junio el gobierno nacional decidió permitir el ingreso de carne con hueso desde el norte hacia la Patagonia con el objetivo de reducir los precios y evitar presiones inflacionarias. Fuentes del sector ganadero patagónico indicaron que el kilo de asado llegó a valer 22 mil pesos y que con esta medida bajó a 15 mil. Esta resolución también generó que Chile, un importante importador de carne argentina, suspendiera la compra de reses y productos de origen animal provenientes de la Patagonia, poniendo en riesgo el estatus sanitario de la región.
Ver noticia original