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Parana » AIM Digital
Fecha: 22/10/2025 14:56
Cuando el cielo parecía repetir su rutina estelar noche tras noche, irrumpió el cometa C/2025 A6 (Lemmon), una joya verde y luminosa que se prepara para ofrecer un espectáculo único. Descubierto en enero de 2025 por el astrónomo Carson?Fuls desde el Observatorio Mount?Lemmon, en Arizona, este cuerpo celeste se convirtió en tiempo récord en el candidato al “mejor cometa de 2025”. Los astrónomos coinciden en que se trata de una oportunidad única en la vida: Lemmon completa su órbita alrededor del Sol aproximadamente cada 1.150 años (o más según estimaciones iniciales). Esto significa que nadie vivo hoy, tendrá otra ocasión para contemplarlo con los ojos (o los binoculares) abiertos. ¿Qué es lo que lo hace especial? El cometa está compuesto por hielo, polvo y roca, típico de estos viajeros del Sistema Solar exterior. Cuando se acerca al Sol, los hielos subliman y liberan gases que reaccionan con la radiación solar, lo que dibuja en el cielo su característica cola de tono verdoso-azulado: ese color se debe principalmente al carbono diatómico (C?) que brilla intensamente cuando se excita por la luz solar. (Aunque el detalle de la molécula no siempre aparece en las notas populares, lo esencial es que la presencia de gases que emiten luz hace que el cometa resalte). Según los datos orbitales, Lemmon tiene una inclinación de unos 143,7 grados respecto al plano de los planetas, lo que implica un movimiento retrógrado (contrario al de la mayoría de los cuerpos del Sistema Solar). Esa geometría le permite ofrecer una mejor vista desde el hemisferio norte. Un detalle curioso: en abril pasó relativamente cerca de Júpiter (unos 348,5 millones de kilómetros) y la atracción gravitacional del gigante gaseoso acortó su período orbital en varios cientos de años. De entrada, se estimaba en ˜1.350 años; tras el ajuste, ronda los ˜1.150 años. ¿Cuándo y cómo verlo? Cuándo: El mejor momento para observarlo es entre el 25 y 31 de octubre en el hemisferio norte, y ya entrando a principios de noviembre en el hemisferio sur. Las estimaciones de brillo lo ubican entre magnitud +4 y +2,5, lo que lo coloca al límite de la visibilidad a simple vista desde cielos muy oscuros. Cómo verlo: En el hemisferio norte: después del atardecer, en dirección oeste-noroeste, cuando el cielo ya se oscurece. En días próximos al 21 de octubre (fecha de la mayor cercanía a la Tierra) el cometa estuvo relativamente alto en el cielo. En el hemisferio sur: durante noviembre aparecerá al anochecer en el noroeste, visible con binoculares o pequeños telescopios si las condiciones lo permiten. Equipamiento: no se necesita equipo sofisticado. Binoculares o incluso a simple vista desde lugar oscuro bastan. Un pequeño telescopio o cámara mejora mucho la experiencia: trípode, exposición de 10-20 segundos, apertura amplia y sensibilidad ISO alta ayudan para fotografiar la cola luminosa del cometa. Claves para observación: alejarse de la contaminación lumínica, llegar cuando el Sol ya bajó, dejar que los ojos se adapten a la oscuridad. Aplicaciones móviles de cielos oscuros (ejemplo: Star Walk 2) pueden ayudar a localizar la posición exacta del cometa. ¿Desde dónde verlo y qué ver? Desde latitudes del hemisferio norte, el cometa ya se podía observar a mitad de octubre en la constelación de Boötes y hasta cruzar la de Ofiuco en Halloween. En latitudes superiores a ˜48° N el cometa se volvió circumpolar (no se oculta) por unos días. Para el hemisferio sur, aunque el espectáculo será un poco más bajo en el cielo y quizá algo más difícil, noviembre ofrece buena ocasión para observarlo al anochecer tras el crepúsculo. El contexto científico y astronómico Los cometas como Lemmon son auténticos viajeros del tiempo: provienen de la nube de Oort y han permanecido en las fronteras heladas del Sistema Solar durante miles o millones de años. Su llegada al Sol los transforma: hielo que se sublima, polvo que se desprende, cola que se forma. Ese material, que se resiste al paso del tiempo, es un vestigio de los orígenes de nuestro sistema planetario. Ver un cometa que no volverá en más de un milenio es no sólo un lujo visual sino también un evento de relevancia científica. En la órbita de Lemmon podemos ver reflejada la influencia gravitacional de gigantes como Júpiter y la dinámica de cuerpos que atraviesan la parte interna del Sistema Solar por primera o pocas veces. Dos cometas y un espectáculo único Este año además el cometa Lemmon no está solo: al mismo tiempo aparece C/2025 R2 (Swan), descubierto en septiembre de 2025, visible mejor al amanecer. Mientras Lemmon domina el cielo vespertino, Swan lo hace en la madrugada. Este doble pasaje de cometas brillantes es un evento poco común. Consejos prácticos para observadores en Argentina Para quienes se encuentran en la provincia de Entre Ríos o en cualquier parte del hemisferio sur, estas recomendaciones pueden servir: -Escoger un lugar oscuro, lejos de luces urbanas, preferiblemente entre las 19 y 21 locales, cuando el cielo ya está oscuro y el cometa aparece en el horizonte noroeste. -Llevar binoculares o cámara fotográfica. Si se usa cámara, trípode firme, exposición de 10-20 segundos, ISO alta (1600-3200) y apertura lo más amplia posible. -Verificar la hora local de puesta del Sol y de oscuridad real, además de usar aplicaciones para identificar la constelación o la orientación. -Paciencia: el cometa estará bajo en el horizonte, y las primeras noches quizá lo veas como una pequeña mancha difusa; con días de práctica la cola luminosa puede apreciarse mejor. Un legado para la eternidad Cuando el calendario marque el 31 de octubre y el cielo del norte se tiña de verde, todo el planeta tendrá ocasión de levantar la vista y compartir un acto de asombro común. El cometa Lemmon cruzará las constelaciones con su cola luminosa, un visitante de otro tiempo que volvió para recordarnos que el universo, incluso en su infinita distancia, sigue sabiendo sorprendernos. Es un momento de privilegio: mirar al cielo no solo para ver un astro, sino para reconocer que somos testigos de algo que no se repetirá hasta dentro de mil años o más. No conviene perdérselo.
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