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» Diario Cordoba
Fecha: 22/10/2025 13:02
Cuando Pepe Gutiérrez apagó la alarma y abrió la puerta de su casa a las diez y veinte de la mañana el 17 de diciembre de 2023, Dilawar Hussain Fazal, de 42 años y origen pakistaní, se abalanzó sobre él y lo golpeó con una barra de hierro hasta la muerte. Ya dentro de la casa, hizo lo mismo con sus hermanas, Amelia y Ángeles. Los cuerpos de los tres septuagenarios no fueron encontrados hasta un mes después, el 18 de enero de 2024, apilados en el recibidor de la casa de Morata de Tajuña (Madrid) y con restos de muebles encima, después de que su asesino intentara quemarlos. En la segunda sesión del juicio que se celebra esta semana en la Audiencia de Madrid, los agentes de la Guardia Civil han relatado ante el jurado popular las pesquisas sobre los crímenes y la primera confesión del acusado, Dilawar Hussain. Sesión del juicio contra Dilawar Hussain. / FUSHAN EQUIZA "Han matado a mi madre" Las dos hermanas a las que asesinó se habían arruinado tras caer en una estafa amorosa, Sin embargo, convencidas de que iban a recibir una herencia millonaria, comenzaron a pedir dinero a sus vecinos con la promesa de devolverles el doble. Alguno de ellos le llegó a prestar hasta 12.000 mil euros, tal y como ha relatado un policía local de Morata de Tajuña que interrogó a los habitantes del municipio. "Debían mucho dinero, en total unos 300.000 euros a diversa gente". Según ha declarado un policía, las víctimas, Amelia y Ángeles, mandaban tanto dinero a sus estafadores, que vivían fuera de España, que tenían problemas con Correos para seguir enviándolo, motivo por el que, en ocasiones, llegaron a recurrir a sus propios vecinos para que ellos lo enviaran en su nombre. Una de las personas a las que acudieron fue Dilawar Hussein, que regentaba un locutorio, lugar en el que las hermanas enviaban el dinero al extranjero. Dilawar tenía una situación económica complicada desde que había prestado a las víctimas 60.000 euros, una cantidad que las hermanas nunca le devolvieron. Arruinado y sin recursos, Dilawar no pudo seguir enviando dinero a su madre en Pakistán, muriendo ella poco después. Antecedentes violentos El acusado denunció a las hermanas por estafa y les reclamó el dinero en numerosas ocasiones. En una de estas, en enero de 2023, Dilawar acudió a casa de las mujeres y acabó golpeando a Amelia en la cara, dejándole una herida en el rostro. Sin embargo, ella y su hermana "no quisieron denunciar porque el incidente había sido, a su juicio, leve". Además, las hermanas esperaban recibir pronto dinero de una supuesta herencia de quienes ellas, en su engaño, creían que eran sus parejas. Por lo que estaban convencidas de que pronto podrían pagar a Dilawar. Así lo ha declarado un agente que atendió a los hermanos en el incidente. Sin embargo, el tiempo pasó y el enfado de Dilawar, que no cobró, siguió creciendo. De hecho, diez meses antes de los asesinatos, a finales de febrero de 2023, el hombre volvió a agredir a Amelia, esta vez golpeándole con un martillo en la cabeza. Por este último hecho fue denunciado, juzgado y condenado por un delito de intento de homicidio. Desaparición de los hermanos Finalmente, Dilawar mató a Amelia, Ángeles y Pepe el 17 de diciembre de 2023. Los vecinos, extrañados de no ver a los tres hermanos en el pueblo, dieron la voz de alarma. La preocupación aumentó cuando dos amigos cercanos a los ancianos declararon a la policía que "cuando los hermanos se iban dos o tres días siempre lo contaban y que era muy extraño que no dieran ninguna señal". Además, Pepe estaba enfermo y ese mes no habían recogido la medicación en la farmacia. Según un agente de la Policía Local, se barajó la hipótesis de que "se hubiesen marchado a Estados Unidos u otro país a cobrar la herencia que esperaban". A mediados de enero de 2024 las patrullas policiales comienzan a hacer un seguimiento de la vivienda y a interrogar a los vecinos. Algunos de los habitantes ya habían denunciado ante la policía que llevaban días sin verles y en el buzón de la casa había recibos de ausencia de diciembre de 2023. Dilawar como sospechoso Una vez confirman que no se encuentran en ningún otro lugar, tal y como ha explicado el instructor de la Guardia Civil, entran a la vivienda el 18 de enero, donde se encuentran los cuerpos de los hermanos apilados y con signos de haber sido quemados. En la primera inspección también encontraron huellas de zapatos y ADN en una colilla de la basura y en los muebles, que los estudios posteriores revelarían que era de Dilawar. Dilawar Hussain se convirtió desde el primer momento en el principal sospechoso del crimen por sus antecedentes y porque no consiguen localizarle. Al día siguiente se emite una orden de detención. "Los he matado yo" El asesino se personó el 21 de enero en el puesto principal de policía de Arganda del Rey para confesar el crimen: "¿Sabes lo que pasó en Morata de Tajuña? Los maté yo", le dijo al agente que lo atendió. Tal y como ha explicado al magistrado este mismo, el asesino se encontraba tranquilo y colaborador. "Se quería quedar en la sala de espera escuchando música". La estrategia de la defensa David Díaz, abogado de oficio de Dilawar Hussain, se centra en rebajar la pena de cárcel que pide la fiscalía —36 años— argumentando varias circunstancias atenuantes. Sostiene que "actuó en un estado de arrebato y obcecación", provocado por la frustración económica "tras sentirse estafado por las víctimas" y, además, "lo conectó con la muerte de su madre". Defiende que Dilawar padece una enfermedad mental. Además, destaca su confesión voluntaria y colaboración con la justicia, al haberse entregado antes de saber que existía una investigación formal contra él. Poco después de llegar a la cárcel, Dilawar mató a su compañero de celda a golpes, crimen que también está siendo investigado. El juicio de este suceso está previsto para el año que viene.
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