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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 22/10/2025 05:12
La tartamudez es una alteración en la fluidez del habla que incluye repeticiones, prolongaciones y bloqueos en palabras o sílabas (Imagen Ilustrativa Infobae) Cada 22 de octubre, se conmemora el Día Internacional de la toma de conciencia de la Tartamudez, el cual invita a reflexionar sobre una condición que afecta a cerca del 1% de los adultos (70 millones de personas) y al 8% de los niños en todo el mundo, según datos de STAMMA, organización benéfica del Reino Unido. Esta jornada internacional tiene como objetivo visibilizar la realidad de quienes tartamudean, combatir los estigmas y promover una comprensión social más profunda, en un contexto donde la desinformación y los prejuicios aún persisten. Qué es la tartamudez La Asociación Argentina de Tartamudez (AAT) la definió como una alteración en la fluidez del habla que suele manifestarse mediante repeticiones de sílabas, sonidos o bloqueos, especialmente durante el desarrollo del lenguaje en la infancia, entre los dos y cinco años. En diálogo con Infobae, la licenciada en Fonoaudiología María Marta Gebara, consultora externa del Hospital de Niños doctor Ricardo Gutiérrez, explicó que el trastorno de la fluidez al inicio de la infancia (tartamudeo) está definido por el manual diagnóstico (DSM) de la Asociación Estadounidense de Psiquiatría (APA) quinta edición, como una alteración de la fluidez y del patrón del habla. Frente a una persona que tartamudea, la AAT recomendó respetar su tiempo y evitar intervenir con consejos como “respira”, así como no completar sus frases (Imagen Ilustrativa Infobae) “Se caracteriza por repeticiones, prolongaciones, palabras entrecortadas, bloqueos, circunloquios y exceso de tensión física. También, es característico de este trastorno las interrupciones involuntarias en el flujo del habla, que pueden ser repeticiones de sonidos, sílabas, palabras, prolongaciones de sonidos, pausas o bloqueos del flujo de aire (Guitar, 2019). La producción de un habla tartamudeada implica consecuencias sociales, emocionales, afectivas y cognitivas en las personas que presentan tartamudez, afectando la calidad de vida", describió la experta. Y completó: “Esta condición es más frecuente en hombres que en mujeres en una proporción aproximada de 4 a 1. La etiología de la tartamudez es aún desconocida y no habría un factor único responsable. Las investigaciones plantean que existiría un conjunto de factores asociados de diversas formas, por lo que esta condición es producto de factores como: la predisposición genética, las habilidades motoras del habla y factores lingüísticos, cognitivos, emocionales/afectivos y ambientales". La detección del médico pediatra e intervención fonoaudiológica especializada en forma temprana, reducen la posibilidad de que la tartamudez se despliegue a lo largo de la vida, explicó la experta y agregó: “La oportunidad de reestablecer la fluidez al hablar se encuentra entre los 2 y los 5 años de edad. Más allá de ese período y a cualquier edad, toda tartamudez se puede compensar". La tartamudez afecta al 8 por ciento de los niños en todo el mundo, resaltando la importancia de la detección temprana y el acompañamiento adecuado Crédito: Freepik Y finalizó la experta: “Un tratamiento fonoaudiológico con un abordaje multidimensional es un sistema que permite estimular la fluidez, organización y desarrollo entre los 2 y los 5 años, con un trabajo familiar simultáneo que equilibre las capacidades del niño para sostener comodidad, continuidad y facilidad al hablar“. La Asociación de la Tartamudez de Cataluña (ATCAT) definió la tartamudez o disfemia como un trastorno de la fluidez del habla que causa disfluencias o interrupciones involuntarias en el habla, como las siguientes: Repeticiones de un sonido o sílaba: “Quisiera un ca-ca-ca-ca-ca-café, por favor” Prolongaciones de sonidos: “Celebraremos el cumpleaños en Baaaaaarcelona”. Bloqueos: “Mañana iré a ……… ensayar”. “Cabe destacar que cada persona tartamudea de una forma diferente y que no todas las personas presentan las mismas disfluencias”, destacó la entidad. Hay varias personalidades destacadas que tienen o han tenido tartamudez: Marilyn Monroe, Bruce Willis, Jorge Luis Borges, Ed Sheeran, Emily Blunt, Joe Biden, Samuel L. Jackson, Elvis Presley y Charles Darwin, entre otros. Causas y factores de riesgo Aproximadamente el 60 por ciento de las personas que tartamudean tiene antecedentes genéticos con la misma condición, según la ATCAT (Imagen Ilustrativa Infobae) Según la ATCAT, hay cuatro factores más probables de contribuir al desarrollo de la tartamudez: “La genética (aproximadamente el 60% de las personas que tartamudean tienen un familiar que también lo hace); desarrollo infantil (niños con otros problemas del habla y del lenguaje o retrasos en el desarrollo son más propensos a tartamudear); neurofisiología (investigación neurológica reciente ha demostrado que las personas que tartamudean procesan el habla y el lenguaje ligeramente diferente que aquellos que no tartamudean); y la dinámica familiar (altas expectativas y estilos de vida acelerados pueden contribuir a la tartamudez). Y completó que la tartamudez sigue siendo muy estigmatizada, “continuamente se cuestiona la inteligencia y habilidad emocional de la persona, pues se cree, erróneamente, que con ‘calmarse’ o ‘concentrarse más en lo que se dice’ se conseguirá hablar de forma fluida”, mencionó la entidad. 7 mitos sobre la tartamudez Cada persona tartamudea de manera diferente y no todas presentan las mismas disfluencias al hablar, destacó la Asociación Argentina de Tartamudez (Imagen Ilustrativa Infobae) La tartamudez está rodeada de mitos que pueden perpetuar ideas erróneas con respecto a los individuos que viven con la condición. Los más comunes son los siguientes: 1. Los nervios causan la tartamudez. Falso. “Los nervios no causan la tartamudez. Tampoco deberíamos creer que las personas que tartamudean son propensas a experimentar nervios, temor, ansiedad o vergüenza. Tienen las mismas características de personalidad que aquellas personas que no tartamudean”, dijo la AAT. 2. Las personas que tartamudean son menos inteligentes que las que no tienen dificultades al hablar. Falso. “La tartamudez no lleva aparejada ninguna otra clase de deficiencia ni anormalidad, solamente la necesidad de emplear un poco más de tiempo en la exposición del mensaje”, explicó la Fundación Española de la Tartamudez. Persiste el mito de que los nervios o el estrés provocan tartamudez, aunque no son la causa, pueden influir en su intensidad (Imagen Ilustrativa Infobae) 3. La tartamudez puede ser “incorporada” por imitación o por escuchar a otra persona tartamudear. Falso. “La tartamudez no puede ser ‘incorporada’. Nadie sabe aún la causa exacta de la tartamudez, pero estudios recientes indican que la historia familiar (genética), el desarrollo neuromuscular y el medioambiente del niño, incluyendo la dinámica familiar, juegan un papel importante en el inicio de la tartamudez”, señaló la AAT. 4. Ayuda decirle a la persona que “respire profundamente antes de hablar”, o que “piense lo que quiere decir antes de hacerlo”. Falso. “Este consejo solo hace que la persona tome mayor conciencia, haciendo que la tartamudez sea más severa. La respuesta que más puede ayudar es escuchar pacientemente y lograr modelar un habla lenta y clara”, indicó la AAT. 5. El estrés causa tartamudez. Falso. “El stress no es la causa, pero seguramente puede agravar la tartamudez”, aseguró la AAT. La tartamudez puede variar a lo largo de la vida y muchas personas logran reducir su frecuencia con el tiempo (Imagen Ilustrativa Infobae) 6. La tartamudez no puede cambiar con el tiempo. Falso. “Hay periodos en la vida en los que se tartamudea menos, y otros en los que se tartamudea un poco más. Muchas personas descubren que a medida que envejecen tartamudean con menos frecuencia”, afirmó Stamma. 7. La tartamudez siempre es evidente. Falso. “Muchas personas usan métodos para minimizar su tartamudez, en ocasiones o siempre. Esto puede deberse a las reacciones negativas que podrían generar si tartamudean. Podrían anticiparse y cambiar las palabras por otras que puedan decir. O podrían usar una técnica para controlarlo”, explicó Stamma. Frente a una persona que tartamudea, la AAT recomendó respetar su tiempo y evitar intervenir con consejos como “respira”, así como no completar sus frases. Lo fundamental es prestar atención al contenido del mensaje y no a la forma en que se expresa, aseguró la entidad. La ATCAT, por su parte, coincidió en la importancia de la empatía y el acompañamiento emocional, recordando que la intervención temprana, especialmente antes de los seis años, puede favorecer una mejora significativa en la fluidez del habla.
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