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  • Cambios de Gabinete: uno por uno, los ministros que se van, los que podrían irse y los reemplazantes que suenan

    Parana » Radio La Voz

    Fecha: 21/10/2025 17:40

    El equipo de Javier Milei tendrá una reformulación obligada luego de las elecciones de este domingo. Las áreas que tendrán cambios de nombres y las dudas que hay en sectores clave, que están atravesadas por la interna libertaria. La Libertad Avanza llega a estas elecciones nacionales con expectativas menores a las que tenía meses atrás. Aparecen en el horizonte escenarios tanto de victoria como de derrota, pero no la de un triunfo rotundo. Aunque el presidente Javier Milei marcó este martes que una vez conocidos los resultados del próximo domingo comenzará a pensar en la futura composición del Gabinete, estas reformulaciones ya comenzaron a tratarse semanas antes en la misma mesa chica: saben que precisarán ampliar la base de sustentación de cara a la segunda parte de la gestión. “Yo tengo un contrato con la población, con los argentinos y lo voy a cumplir. ¿Eso qué quiere decir? Que de cara al segundo tramo de este mandato, voy a reacomodar el Gabinete para lograr los objetivos de las reformas de segunda generación y eso es lo que voy a hacer. Es decir, el día 26, a la noche, con todos los números, veré qué tipo de entramado necesito para lograr los objetivos“, afirmó en una entrevista emitida esta jornada en la Televisión Pública. La cúpula de la administración pública cuenta al día de hoy con el jefe de Estado, el jefe de Gabinete, cinco secretarías presidenciales (de los cuales tres de ellos tienen rango ministerial) y nueve ministerios. Las mutaciones de cargos se darán en diversos órdenes, confirmados de manera pública o no. Los cambios obligados Hay tres altos funcionarios que asumirán sus responsabilidades legislativas por haber ganado bancas. El secretario de Comunicación y Medios, Manuel Adorni, irá a la Legislatura porteña; y se descuenta que el domingo los ministros Luis Petri (Defensa) y Patricia Bullrich (Seguridad Nacional) conseguirán lo mismo con sus respectivas candidaturas a diputado nacional por Mendoza y a senadora nacional por la Ciudad de Buenos Aires. Adorni será reemplazado en su cargo por su mano derecha y actual subsecretario de Prensa, Javier Lanari, quien a su vez está pensando en un periodista o alguien de amplio conocimiento en los medios para que lo secunde en su nueva función. El actual vocero presidencial se irá al edificio legislativo que queda cruzando Casa Rosada, pero podría volver pronto: Karina Milei lo quiere cerca en la función pública, ya que lo considera de su extremísima confianza. Se baraja la posibilidad de que vuelva meses después bajo un cargo mayor por el que se fue: una suerte de funcionario más jerarquizado que aglomere las atribuciones de la vocería, el control de los medios públicos y una coordinación de gestión. Sería una suerte de garante del karinismo puro en el Ejecutivo, a la vez que tiene la venia del Presidente. A Petri le habrían encomendado que recomiende un posible reemplazante para su cargo en Defensa, una cartera que en las últimas décadas se utilizó mayoritariamente para pagar favores políticos y llevar como responsables a dirigentes sin previa experiencia en el rubro. Están muy bien ponderados su jefa de Gabinete, Luciana Carrasco, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Xavier Isaac. En el ministerio reconocen la capacidad de la primera, pero marcan que no tiene terminales con el mileismo ni sustento político por fuera de Petri. Colocar al segundo sería un accionar que iría en contra de la regla implícita de poner a un civil al mando del ministerio. Dada la estrategia geopolítica de Argentina de acercarse con Estados Unidos, Isaac podría ser una opción convincente dado su pasado como agregado militar en ese país y su amplio conocimiento de la burocracia castrense. Aun así, no le gustaría asumir si es que no tiene asegurado un mayor presupuesto que le permita sanar Iosfa, incrementar salarios militares y continuar equipando a las fuerzas. Es muy probable que en el Gobierno estén pensando que Defensa quede en manos de alguna figura del PRO, como parte del acercamiento de Milei con el ex presidente Mauricio Macri. Se habló de la figura del radical Rodrigo de Loredo como promovida por los libertarios, pero parece haber perdido acciones. La secretaria de Seguridad Nacional, Alejandra Monteoliva, es la figura que quiere Bullrich como su reemplazante. También suena el actual intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, que fue electo como diputado provincial el mes pasado. Son dos figuras del entorno de la actual referente libertaria, que pidió como requisito para asumir en el Senado que se le respetara poner una sucesora ministerial. Aun así, en ciertos despachos de la Casa Rosada estudian realizar cambios estructurales a esa cartera. Los espacios grises y los que faltan confirmar Y es que más de un alto funcionario marca que es una posibilidad de que Seguridad Nacional se fusione con el Ministerio de Justicia. Es prácticamente una certeza que Mariano Cúneo Libarona, el actual titular de esta cartera, no continuará en su cargo luego de varios meses de desgaste en la función pública. Su reemplazante es todavía una incógnita, pero uno de los nombres más mencionados es el intendente de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, que al igual que Valenzuela fue electo en un puesto legislativo provincial en septiembre. El ministerio está bajo la órbita del asesor presidencial Santiago Caputo, quien tiene como ministro entre las sombras a su principal operador judicial, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio. Este último no tiene intenciones de levantar el perfil, pero no deja de sonar como una opción como para reemplazar a Cúneo Libarona. La certeza es que Justicia seguirá siendo un ámbito de influencia de Caputo, que quiere evitar a toda costa que prosperen allí dirigentes ligados a Mauricio Macri. El asesor está profundamente interesado en las reformas judiciales que tiene planificadas y en los nombramientos de jueces de la Corte Suprema y los juzgados federales que están vacantes. Surge como una posibilidad de que Justicia y Seguridad se fusionen en una sola bajo el ala de Montenegro, que debería aceptar tener a secretarios de la talla de Monteoliva y Amerio, ambos con sus respectivos jefes políticos. Pero ese intrincado esquema político podría incentivar a que las dos carteras permanezcan en esferas separadas. Caputo es más tendiente a ver a Seguridad y Defensa como áreas a canjear con el PRO. No así Justicia. El canciller Gerardo Werthein se comunicó con Milei para indicarle que no seguirá en el cargo si Caputo asciende en el esquema de poder libertario, algo que parece inevitable dadas las circunstancias. El ministro de Relaciones Exteriores tiene mucha mejor relación con la hermana presidencial que con el asesor. Karina tiene como principal figura de confianza en ese rubro a Úrsula Basset, quien ha fungido como una suerte de interventora informal en la gestión de Diana Mondino. El actual secretario de Civilización y Culto, Nahuel Sotelo, quien responde a Santiago Caputo, afirmó públicamente en su cuenta de X que no está pensando en ser ministro. El dilema entre Francos y Caputo El jefe de Gabinete y el asesor presidencial transitan el peor momento de su relación. El primero sugirió públicamente -entrevistado por Infobae En Vivo- que funcionarios como Caputo debían tener un cargo formal para tener responsabilidades ante las decisiones que negocia con otros actores políticos. Se trata de un asunto que fastidia de sobremanera al ministro coordinador. El disparador de esto ocurrió hace un año, cuando Francos fue interpelado por la oposición en Diputados y dijo que existía la posibilidad de modificar un decreto que restringía el acceso a la información pública. El asesor desmintió luego esa posibilidad en privado y aquello se trasladó a una aclaración de igual magnitud de Manuel Adorni en conferencia de prensa. Milei empoderó a Francos en los últimos meses como una especie de válvula reductora de presión de la interna entre su hermana y el asesor, quienes tenían a segundas y terceras líneas enfrentadas por la estrategia partidaria y de gestión. También lo colocó al frente de la Mesa Federal, la cual integran los ministros Luis Caputo (Economía) y Lisandro Catalán (Interior). El Presidente reconoció días atrás que pensaba en un cargo formal para Caputo, quien está pensando en una configuración diferente del Ministerio del Interior, lo cual sería tocar de lleno el área en el cual asumió semanas atrás Catalán, mano derecha de Francos desde las épocas de ambos en la gestión bonaerense de Daniel Scioli. Esa nueva composición de Interior buscaría traer un nuevo interlocutor con las provincias, el corazón de la gobernabilidad que busca La Libertad Avanza para las reformas estructurales de los próximos meses. No se descarta que esté pensando en un dirigente como de Loredo o el reciente candidato nacional libertario, Diego Santilli. El plan traería como correlato el nombramiento de figuras puestas por las provincias en áreas como Transporte, Energía o Infraestructura. Aunque no se está pensando en ese nombre en específico, días atrás ejemplificaron lo que sucedió con la salteña Flavia Royón en la secretaría de Minería, quien llegó a ese cargo patrocinada por el gobernador Gustavo Sáenz al comienzo de la gestión. Esto no duró demasiado, debiendo renunciar producto de la presión libertaria. Hay nombres que gustan más que otros para ciertos cargos. En el caputismo no creen viable el nombre de Guillermo Dietrich, exministro de Transporte de Macri y una de las figuras del expresidente en las discusiones técnicas por la Hidrovía. En el entorno de Francos marcan que no hay definiciones que puedan hacerse antes de conocerse los resultados. Dirigentes de la mesa chica de Milei opinan que parece existir una duplicidad de gestiones políticas entre Francos y Caputo, y que el Presidente debería marcar bien las funciones de cada uno si es que quiere que ambos coexistan. Caputo repite a los suyos que ocupará el puesto que le dicte Milei: sea nuevo ministro coordinador o un puesto de menor relevancia. Aquello no cambiará la base de poder con la que parte, la cual solo disminuirá si lo decide el jefe de Estado. Al margen del PRO, el oficialismo deberá negociar con las provincias para cuestiones legislativas tan elementales como conseguir quórum en las sesiones de Diputados, donde el actual presidente de la Cámara, Martín Menem, busca subsistir pese a la moción de ciertos integrantes del oficialismo y aliados que lo quieren reemplazar. “Cecilia Moreau logró ser presidenta aún sin tener los votos de la mayoría. Eso también lo podemos lograr”, indicaron cerca del dirigente libertario.

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