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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/10/2025 10:38
Felipe Palagani recibió el alta médica tras 13 meses internado por una miocardiopatía dilatada severa por la que necesitó un trasplante de corazón (@uncorazonparafelipe) Felipe Palagani, un niño de Neuquén, volvió a casa luego de 13 meses de internación en el Hospital Italiano de Buenos Aires, al recibir el alta médica tras un trasplante de corazón con características inéditas en la Argentina. El reencuentro familiar, cargado de emoción y gratitud, se produjo hace pocos días, cuando pudo dejar atrás la rutina hospitalaria y compartir nuevamente el día a día con sus padres y su hermano mayor. “El mejor regalo es estar los cuatro juntos”, afirmó su mamá Pamela Domínguez. El trasplante de corazón, realizado el 18 de junio de 2025, fue posible gracias al gesto de otra familia neuquina: Paula Navarrete y Nicolás Zarragud decidieron donar los órganos de su hijo Luca, también paciente pediátrico en el hospital. Ambos niños habían compartido habitación, y la relación entre las familias creció en las largas jornadas de internación. Ante la consulta de Infobae, el jefe de cirugía cardiovascular y trasplante pediátrico del Hospital Italiano de Buenos Aires, Jorge Barretta, destacó que “el alta significó la culminación de una preparación clínica rigurosa y un trabajo multidisciplinario, que puede considerarse un proceso inédito para un paciente pediátrico en la Argentina.” Unas semanas después del trasplante, Pamela había dicho a Infobae: “Sé que hoy somos una gran familia con los papás de Luca”. Ambas familias, unidas por el dolor y la solidaridad, compartieron noches de canciones infantiles y conversaciones a través de la cortina que separaba las camas de sus hijos. La emoción del alta médica Felipe Palagani volvió a su casa después del trasplante de corazón (@uncorazonparafelipe) Esta mañana, Pamela compartió con Infobae cómo es la adaptación a la vida cotidiana tras el alta médica, marcada por los cuidados complejos y las emociones intensas. “Feli está muy bien, con todos los cuidados que requiere para que lo esté. Salimos de alta y estamos inmensamente felices. Es una mezcla de muchísimas emociones, de recuerdos, también muchos nervios y ansiedad, porque Felipe requiere mucha atención. Tiene mucha medicación, la traqueotomía, el botón gástrico. Hay que estarle encima, es un paciente aún complejo, pero él está muy bien”, contó emocionada. Pamela describió el cambio que significó para Felipe volver a conectar con su entorno, pasear por la plaza y adaptarse otra vez a la vida fuera de la internación: “Fuimos a la plaza Almagro y miraba todo sorprendido, como anonadado con los perros, que nunca había visto. Está de a poco volviendo a conectar con el mundo, a acostumbrarse a los sonidos, al sol, al viento. No le gusta el viento, nunca le gustó, pero es hermoso verlo así de curioso”, relató a Infobae. “Creo que el que más lo está disfrutando es el hermano Mateo, está todo el día festejándolo, todo el día le habla, le dice lo mucho que lo ama. Es un gran hermano y ayuda mucho en la adaptación. Feli también tiene enfermería las 24 horas, así que nos vamos adaptando a esta nueva etapa desde casa. Ya es otro momento de nuestra vida, otro momento de esta historia, y estamos recontra felices”, concluyó la mamá de Felipe. Felipe nació con miocardiopatía severa Felipe pudo dejar el hospital después de 13 meses, "se está acostumbrando al sol, el viento, los sonidos", contó su mamá (@uncorazonparafelipe) Felipe nació en Neuquén el 20 de mayo de 2024 y, pocos meses después, le diagnosticaron una miocardiopatía dilatada severa. Necesitaba un trasplante urgente. Pamela recuerda ese trayecto como un permanente desafío: “Yo siempre pensé que iba a llegar. No me permitía pensar en otra cosa”, dijo su mamá. Fueron trece meses de guardias, monitoreos y momentos durísimos -que incluyeron paros cardíacos-, en los que la familia de Felipe estuvo detrás de cada parte médico y nunca bajó los brazos. “Hubo momentos en los que inevitablemente te vienen esas imágenes de qué pasaría si no, y la sola idea me mataba. No me podía permitir perderlo”, recordó su mamá conmovida. Felipe ahora continúa su recuperación en un pequeño departamento, a pocos metros del hospital, rodeado de cajas y medicamentos, pero ya sin el frío de los monitores ni la soledad de las salas de terapia. Su hermano Mateo, de cinco años, expresó la alegría del reencuentro: “Me puse contento cuando vino al departamento”. Toda la familia espera que el próximo verano puedan regresar a su casa en Neuquén. El corazón que le salvó la vida a Felipe pertenecía a Luca Zarragud, un niño que tenía dos años y era de Plaza Huincul, Neuquén. También había sido trasladado a Buenos Aires y compartió habitación en el hospital con Felipe (@uncorazonparafelipe) Trasplante de corazón y donación en asistolia controlada El trasplante que permitió el regreso de Felipe a casa fue el primero en Argentina realizado bajo la modalidad de donación en asistolia controlada en un paciente pediátrico, un procedimiento autorizado en el país desde 2023. Esta técnica implica que el donante, en este caso Luca Zarragud, un niño de dos años también oriundo de Neuquén, falleció por paro cardíaco irreversible y no por muerte cerebral, lo que reduce drásticamente el tiempo disponible para la ablación y el trasplante. El doctor Barretta, explicó a Infobae que “el corazón del donante solo estuvo parado durante 30 minutos antes de ser evaluado y considerado apto para el trasplante”. El órgano se conectó a una máquina extracorpórea para su evaluación y posterior implante, siguiendo los protocolos del INCUCAI y la Ley 27.447. El procedimiento, realizado el 18 de junio de 2025, marcó un hito tanto en la medicina argentina como en América Latina. Hasta ese momento, las donaciones de órganos en el país se realizaban tras la muerte cerebral del donante. En este caso, la donación en asistolia permitió que el corazón de Luca, quien había compartido habitación con Felipe durante su internación, pudiera salvar la vida de su compañero. El órgano fue asignado a Felipe por su posición en la lista nacional del INCUCAI y por la compatibilidad, no por la coincidencia de hospital, según aclaró el equipo médico a Infobae. 98 días para el alta y las estrategias clave Felipe Palagani, un bebé de un año que nació en mayo del año pasado en la capital de Neuquén, se convirtió en el primer paciente en recibir un trasplante a partir de una donación de corazón en asistolia controlada en Argentina (@uncorazonparafelipe) El proceso que permitió que Felipe regresara a su hogar tras el trasplante cardíaco se apoyó en una estrategia médica integral desarrollada durante su internación en el Sector 7 de Pediatría del Hospital Italiano de Buenos Aires. Este sector, dedicado a pacientes pediátricos complejos, se transformó en el centro de contención y de cuidados críticos durante los 98 días previos al alta. Según explicó Barretta, la recuperación se logró gracias a la planificación de tres etapas clave: antes, durante y después del trasplante. Además, el equipo multidisciplinario del hospital implementó cuatro estrategias fundamentales para alcanzar el alta médica: Seguimiento estricto por cardiología pediátrica bajo un protocolo específico para trasplantes, con monitoreo continuo y adaptación de los tratamientos según la evolución clínica. Soporte respiratorio con conexión a un respirador artificial y un plan de retirada progresiva, coordinado por médicos y kinesiólogos hasta recuperar la capacidad de respirar aire ambiente. Neurorehabilitación intensiva para contrarrestar los efectos de los dispositivos previos al trasplante y recuperar las funciones cognitivas necesarias para el alta. Recuperación nutricional, que incluyó la transición de la alimentación por suero a la deglución propia y el consumo de papillas. Cada una de estas estrategias requirió la intervención coordinada de especialistas, quienes siguieron protocolos estrictos de monitoreo y sostén clínico. El trasplante de corazón realizado a Felipe fue el primero en la Argentina en modalidad de donación en asistolia controlada en un paciente pediátrico (@uncorazonparafelipe) En la fase previa al trasplante, Felipe permaneció conectado a dispositivos que le permitieron estabilizar su cuadro y ganar tiempo hasta que apareciera un donante compatible. Barretta subrayó que la dimensión neurológica ocupó un lugar central. Felipe requirió un trabajo intensivo de neurorehabilitación, para recuperar las funciones necesarias y así avanzar hacia el alta médica. Esta modalidad asistencial, posible en un ámbito como el Sector 7 de Pediatría del Hospital Italiano, convirtió la recuperación de Felipe en un caso de referencia en el manejo de pacientes pediátricos trasplantados. “Felipe requirió de un plan estratégico para volver a su casa”, señaló Barretta, y destacó el trabajo interdisciplinario del hospital: “Todos los profesionales aportaron para que pudiera recibir el alta en óptimas condiciones”. La familia Palagani se mantiene cerca del Hospital Italiano por controles médicos, a la espera de regresar definitivamente a Neuquén (@uncorazonparafelipe) El lazo entre las familias y la importancia de la donación pediátrica El vínculo entre las familias Palagani y Zarragud se forjó en los pasillos y habitaciones del hospital, en medio de la incertidumbre y la esperanza. Paula Navarrete y Nicolás Zarragud, padres de Luca, tomaron la decisión de donar los órganos de su hijo tras una larga lucha contra complicaciones de salud. El día del trasplante estuvo cargado de emociones encontradas. Mientras la familia de Felipe celebraba la posibilidad de una nueva vida, la de Luca afrontaba la despedida. La historia de Felipe y Luca trascendió el ámbito hospitalario y se convirtió en un símbolo de la importancia de la donación pediátrica en Argentina. Durante los trece meses de internación, Pamela se dedicó a concientizar sobre la donación de órganos, hablando en medios, hospitales y redes sociales. “Quería mostrar que mi hijo tenía una oportunidad de vida, y que esa oportunidad no dependía de nosotros, sino de una familia que dijera que sí”, explicó. Su testimonio inspiró a otras familias y visibilizó la necesidad de aumentar la donación pediátrica en el país.
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