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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 21/10/2025 02:02
La promesa de soluciones efectivas ante la caída del cabello ha impulsado el desarrollo de diversos tratamientos médicos y tecnologías en las últimas décadas. Expertos consultados por la revista especializada Le Bel Âge coinciden en que es esencial identificar la causa precisa del problema antes de iniciar cualquier terapia. Hasta 100 cabellos diarios pueden perderse sin que ello represente un motivo de alarma, pero cuando la caída se vuelve notoriamente mayor, suelen estar implicados factores temporarios como episodios de estrés, alteraciones tiroideas, anemias, intervenciones quirúrgicas, carencias nutricionales o los efectos secundarios de varios medicamentos y terapias, como los usados contra el cáncer. Lo positivo es que este tipo de alopecia es pasajera y reversible: “Una vez que el problema que la origina se resuelve, el cabello vuelve a crecer”, dijo a Le Bel Âge Michel Chagnon, director médico de la Clínica de injerto de cabello Bédard. Pero si la pérdida es paulatina y permanente, hay motivo para preocuparse: se trata de la alopecia androgénica o hereditaria. Chagnon explicó que “la alopecia androgénica afecta al 60 % de los hombres mayores de 60 años y al 50 % de las mujeres en esa franja etaria”, aclarando que el patrón de pérdida difiere: los hombres suelen evidenciar retracción en la frente y calvicie en la cima del cráneo, mientras en las mujeres predomina un debilitamiento generalizado del cabello. Aunque ningún tratamiento es cien por ciento eficaz, algunas técnicas ayudan a estabilizar la caída y mejorar la repoblación. Una de las más antiguas es el uso de minoxidil, considerado la terapia de entrada tanto para hombres como mujeres. Este compuesto puede aplicarse en forma de loción o espuma sobre el cuero cabelludo, aunque la versión oral se ha vuelto popular por su practicidad. “Es más sencilla de administrar y arroja mejores resultados que la tópica”, dijo Julio Jasso Olivares, dermatólogo especialista en cabello, a la misma publicación, aunque advirtió que entre dos y tres pacientes de cada diez presentan efectos colaterales, como por ejemplo crecimiento de vello facial, palpitaciones, hinchazón de manos y pies y baja presión. La alternativa tópica, en cambio, reporta menos reacciones adversas y se sugiere en aplicaciones diarias. El doctor Chagnon añadió: “El minoxidil funciona en uno de cada dos pacientes. El efecto comienza entre cuatro y seis meses después de iniciar el tratamiento, pero una vez suspendido, la caída de cabello se reactiva como al inicio”. La pérdida de cabello puede estar relacionada con factores hormonales, genéticos, nutricionales o ambientales que afectan la salud capilar. - (Imagen Ilustrativa Infobae) El finasteride, medicamento oral, es otra opción muy usada: actúa inhibiendo la enzima responsable de transformar la testosterona en dihidrotestosterona (DHT), hormona ligada a la caída capilar. Este medicamento, usado tanto en hombres como en mujeres con alopecia androgénica, tiene efectos secundarios no deseados, como disfunción sexual y ansiedad. El doctor Jasso Olivares recomendó abordar el uso del fármaco tras una conversación detallada con el médico, ya que “existen muchas informaciones sin base científica sobre el finasteride”. Según Chagnon, “el finasteride estabiliza la caída en el 85 % de los casos”, aunque los hombres presentan los mejores resultados. Es frecuente combinar su uso con minoxidil para potenciar los efectos, pero tal como sucede con este último la suspensión del tratamiento suele ir acompañada de la reaparición del problema. Las opciones no invasivas avanzaron con el desarrollo de tecnologías como el TED (Trans Epidermal Delivery), orientado tanto a hombres como mujeres interesados en recuperar densidad capilar o frenar la caída. De acuerdo con Marie-Claude De Blois, cofundadora de la clínica capilar Effloressence, el método integra ultrasonidos de baja frecuencia y presión de aire para facilitar la penetración de ingredientes activos y factores de crecimiento directamente en los folículos: “No implica agujas, dolor ni tiempo de convalecencia. El tratamiento requiere tres o cuatro sesiones mensuales de una hora y luego un mantenimiento anual”, afirmó a Le Bel Âge. Luego del cuarto procedimiento suele observarse un aumento de densidad. Los efectos secundarios se limitan a enrojecimiento pasajero o leve hinchazón. Otra modalidad innovadora es el PRP (Plasma Rico en Plaquetas), que parte de la extracción y centrifugado de sangre propia para aislar el plasma enriquecido con factores de crecimiento. Este se inyecta estratégicamente en el cuero cabelludo para “reactivar y fortalecer los folículos”, lo que reduce la caída y favorece el crecimiento de pelo ya existente. Chagnon puntualizó que “el PRP no genera cabello donde ya no existe ni incrementa la cantidad de cabellos en la cabeza”, pero sí mejora el ciclo de crecimiento. Se recomienda un esquema de tres o cuatro sesiones con mantenimiento cada cuatro a seis meses, y su tasa de éxito oscila entre el 70 y el 90 %, según el paciente. Además, la combinación PRP-minoxidil intensifica aún más sus efectos. En cuanto a las soluciones quirúrgicas, el injerto capilar se posiciona como la mejor opción para quienes han perdido más del 50 % de su densidad capilar. El método FUE (Extracción de Unidades Foliculares) suele preferirse frente al tradicional FUT, ya que permite transferir folículos unidad por unidad desde áreas donantes hacia las zonas despobladas, con menor invasividad y mejor recuperación. “La FUE ofrece resultados más naturales, recuperación rápida y evita las cicatrices lineales”, señaló el doctor Chagnon. El procedimiento requiere anestesia local y puede demandar de una mañana a una jornada entera, dependiendo del número de unidades trasplantadas. Los hombres, detalló el especialista, son candidatos ideales por la mayor densidad en la zona donante. Más del 95 % de los cabellos trasplantados sobreviven y los resultados son permanentes, ya que los nuevos folículos no están programados genéticamente para caer. Treatment of baldness with beauty injections. Cosmetologist hands in gloves make a subcutaneous injection. Plasmalifting male patient A pesar de los avances, los especialistas subrayan que “no debe esperarse recuperar el 100 % del volumen inicial con ningún tratamiento”. “Incluso el injerto capilar tiene limitaciones”, advirtió Chagnon. La recomendación general apunta a consultar con un profesional ante cualquier cambio significativo en la densidad capilar para establecer un diagnóstico certero y elegir la opción terapéutica más adecuada.
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