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» Sin Mordaza
Fecha: 19/10/2025 21:31
En sus últimas horas de arresto domiciliario en Viedma y a minutos de ser extraditado a Estados Unidos, el empresario Federico “Fred” Machado rompió el silencio en una extensa entrevista con la periodista Caro Fernández, emitida por Splendid AM 990. “Si hablo, se cae el país”, advirtió el empresario, una frase que —según su propio testimonio— llegó hasta la Casa Rosada. Machado aseguró haber hecho llegar su mensaje al asesor presidencial Santiago Caputo, quien habría respondido con un escueto “mensaje recibido”. El intercambio, según el empresario, se produjo a través de un intermediario el domingo posterior a la difusión del polémico video del diputado José Luis Espert en la pileta de su casa, episodio que precipitó su ruptura política con el oficialismo libertario. Machado sostuvo que hasta ese momento creía contar con respaldo político para frenar su extradición, pero que la filtración del video cambió todo. “Espert no tendría que haberme negado. ¿Por qué me negó?”, planteó, al recordar que lo financió en la campaña presidencial de 2019 y que en 2021 lo había advertido “de que iban a ir por él”. El empresario, acusado de lavado de activos provenientes del narcotráfico y de estafas millonarias, repasó en la entrevista su entramado de vínculos con dirigentes y empresarios. Dijo haber financiado la campaña de Espert en 2019 y mencionó una supuesta triangulación de fondos que habría terminado —a través de empresas del grupo Bada Vázquez (Lácteos Vidal)— en aportes a la campaña presidencial de Patricia Bullrich en 2023. También apuntó contra el gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, a quien acusó de falsear información sobre sus reuniones y de avalar permisos de explotación minera a nombre de Claudio Cicarelli, señalado como su presunto testaferro. Ese entramado, aseguró Machado, conectaría a su vez con funcionarios y candidatos del actual oficialismo, en una red de intereses que “atraviesa provincias, empresas y campañas electorales”. “Yo no quiero ir a Estados Unidos. Si esto explota, yo fundo todo. Yo hablo y se cae el país mañana”, habría advertido en un mensaje dirigido al entorno presidencial, según su propio relato. La periodista Caro Fernández describió a Machado en un clima de aparente calma durante el reportaje, rodeado de sus perros y comiendo yogur con granola. Sabía que la definición judicial era inminente. “No me dejes solo”, le pidió antes de que llegara el operativo policial que dio inicio a su extradición. Machado afirmó que el Gobierno nacional “le soltó la mano” y que fue su abogado, Francisco Oneto —referente libertario y excolaborador de Javier Milei—, quien le comunicó que la Corte Suprema había rechazado las últimas apelaciones y que su entrega a la justicia estadounidense sería inmediata. El empresario había regresado a la Argentina en 2016, durante la gestión de Mauricio Macri, con negocios vinculados al sector aeronáutico y una amplia red de contactos políticos y empresariales. En su historial figuran más de 50 operaciones de compraventa de aviones y vínculos con Lácteos Vidal, el Grupo Neuss, Frávega y AVIAN Líneas Aéreas, continuadora de MacAir Jet, empresa de la familia Macri. Machado es requerido por la Justicia de Estados Unidos en una causa por lavado de dinero y narcotráfico, vinculada al tráfico de cocaína y maniobras financieras internacionales. La decisión de la Corte Suprema argentina —que rechazó sus últimos recursos— habilitó su extradición, prevista para el 5 de noviembre, y cerró así un proceso judicial iniciado en 2021.
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