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Concordia » El Heraldo
Fecha: 18/10/2025 15:56
La actitud del artista respecto a la realidad social siempre ha generado controversias. Algunos opinan que los artistas se expresan con sus obras y a partir de ellas es posible interpretar cual es su visión al respecto. Otras voces apuntan a desentender la obra de la opinión del autor, en una pretendida asepsia hermenéutica. Se suma al análisis la posición política del artista, entendiendo a sus opiniones acerca de la cosa pública, como si es posible que el artista como sujeto social no fuera un partícipe activo de la misma sociedad. Más controversial es aún la adopción de una ideología partidaria. Gore Vidal nació en el hospital de cadetes de la Academia Militar de West Point, a 80 kms, al norte de Nueva York, el 3 de octubre de 1925, con el nombre de Eugene Louis Vidal. Su padre, Eugene Vidal era oficial del Ejército de los Estados Unidos y primer instructor de aeronáutica en la academia. Gore Vidal (que incorporó como primer apellido el de su madre, Nina Gore), fue escritor, ensayista, guionista de cine y teatro y periodista. En su trayectoria no solo que nunca evadió opinar, sino que incluso, afirmó que abandonó sus dos primeros nombres, porque “quería un nombre nítido y distintivo, apropiado para un aspirante a autor o un líder político nacional”. Su familia, de rango aristocrático, estuvo siempre vinculada con el partido Demócrata. Su abuelo materno, Thomas Pryor Gore fue un influyente senador por ese partido, por Oklahoma, en el medio este de los Estados Unidos. Por otra parte, su padre fue pionero de la aviación comercial conjuntamente con Amelia Earhart, inventor y atleta y se desempeñó como director de aviación civil en el gobierno de Franklin D. Roosevelt (el único que fue cuatro veces elegido) y pariente lejano de los Kennedy. Siendo niño fue a vivir a Washington. Como su abuelo estaba ciego, Gore lo acompañaba a todas partes, incluso en su actuación política, lo que implicó, por un lado, que le leyera libros, interesándose por la literatura y, por otro lado, se involucró en la política. De su abuelo adoptó la antipatía por el imperialismo y la valentía por la defensa de sus ideas. Con su pertinaz y encomiada mordacidad se pronunció siempre por el partido Demócrata. Incluso intentó, infructuosamente, en 1960, llegar al Congreso, representando al distrito de Dutchess County de Nueva York al norte de la ciudad, en la orilla del Hudson. Fue en el mismo año en que su amigo John F. Kennedy fue electo presidente. En ese condado, de fuerte raigambre republicana, Gore Vidal consiguió más votos que el propio Kennedy, pero no le alcanzó para alzarse con el triunfo. En 1982 intentó ser electo en el Senado por California, disputando las elecciones primarias, consiguiendo el segundo puesto de una lista de nueve, apoyado por medio millón de votos, siendo respaldado por numerosos actores, entre ellos Paul Newman y Joanne Woodward, Y fue muy crítico de los gobiernos de Ronald Reagan y George W. Bush. En la Segunda Guerra Mundial, en 1942 se alistó en el Ejército de los Estados Unidos y fue destinado como oficinista de las Fuerza Aérea. Luego, fue suboficial marítimo en un buque de carga y suministros ubicado en Dutch Harbor en las Islas Aleutianas, en Alaska. Estuvo tres años en funciones. Esa trágica experiencia y, en particular la muerte de su compañero Jimmie Trimble III en la famosa y sangrienta batalla de Iwo Jima entre las fuerzas de Estados Unidos y Japón el 1 de junio de 1945, lo afectó profundamente. Al retorno de la guerra, Vidal comenzó a escribir y publicar. Sus vivencias en el destacamento de Dutch Harbor las reflejó en su primera novela “Williway”, (1946) en referencia la denominación que se le da a la repentina ráfaga de viento que desciende de una costa montañosa hacia el mar. Que, en particular Vidal lo utiliza porque es el apelativo utilizado al viento que afecta a las islas Aleutianas, donde había estado, pero también es usado para los vientos de los fiordos costeros de la región noroccidental de Alaska, los vientos de Groenlandia y los del estrecho de Magallanes. La recepción de la crítica fue más que aceptable. Su libro posterior, “La ciudad y el pilar de sal” (1948), lo estableció como un escritor controvertido. Dedicado a J.T. (luego reconoció que era Jimmie Trimble), se acerca a la temática gay, considerándosela como la primera obra estadounidense de amplia difusión que abordaba la homosexualidad sin hipocresía ni moralidad falsa. El diario conservador The New York Times se negó a publicar comentarios sobre sus libros posteriores y las grandes editoras lo vetaron durante un largo tiempo. Debido al escándalo que se derivó del libro, por “no solo a una temática tan explícita, sino por su rechazo a reducir al homosexual a una caricatura o a un esteta lánguido y decadente”, como afirma María Baiocchi, Vidal se vio obligado a escribir con el seudónimo de Edgar Box, tres novelas de misterio. Fue contratado por la Metro Goldwyn Mayer como guionista en 1956, luego de hacer numerosos guiones para la televisión. Fue el autor de “Yo, acuso” (1958) de José Ferrer sobre el caso Dreyfuss, en la Francia de 1894; colaboró -sin figurar en los créditos- con el guion de “Ben-Hur” (1959) de William Wyler; escribió el guion de “Arde Paris” (1966) de René Clement, en Francia; “Myra Breckinridge” (1970) de Michael Sarne sobre una novela propia, es una sátira despiadada sobre el ambiente de Hollywood y aborda el cambio de género. En 1979 escribe el guion de “Calígula” feroz reflejo de los años del emperador romano, dirigido por Tinto Brass e interpretado por Malcom Mc.Dowell, Peter O´Toole y Helen Mirren. Volviendo a la literatura, en 1964, publica “Juliano, el apóstata”, sobre el emperador romano. La trilogía sobre la historia norteamericana “Washington D.C.” (1967) centrada en los años de Roosevelt, “Burr” (1973) y “Lincoln” (1984), lo identifican como un meticuloso escritor. En “Hollywood” (1989) se encarga de la fábrica de sueños. En otros ensayos confirma su valor como un caustico observador de los años en los que vivió. Por otra parte, en los años 60 se trasladó a Italia. Compra La Rondanaia, una villa cercana a Ravello, en la costa amalfitana que mantiene durante treinta años, y que utiliza frecuentemente, sin renunciar a vivir en los Estados Unidos. Participa en “Roma” (1960), la película de Federico Fellini, de quien se hace muy amigo. Ha tenido una extensa vida social. Fue primo del presidente James Carter y del ex vicepresidente Al Gore. Amigo de Jackie Kennedy, quien residió en Merrywood, la fastuosa casa a orillas del rio Potomac que fuera de la madre de Gore Vidal cuándo ésta, luego de separarse de su padre, se casó con el multimillonario abogado Hugh D. Auchincloss. Vinculado con el ambiente artístico, tuvo una pareja, el publicitario Howard Austen, durante cincuenta y tres años, pero ha trascendido que ha mantenido relaciones con algunos famosos actores que reservaban sus inclinaciones homosexuales como Rock Hudson, Tyrone Power y Charles Laughton. Por otra parte, Anais Nin y Susan Sarandon han sido algunas de sus mejores amigas. Gore Vidal falleció el 31 de julio de 2012 en su casa de Hollywood Hills en Los Ángeles y fue enterrado en el Cementerio de Rock Creek en Washington donde está también sepultado el escritor Upton Sinclair. Vidal, en su lucidez, observaba que la mayoría de los norteamericanos no tienen información sobre la historia, la geografía y lo que pasa en el mundo. Expuso, por ejemplo, su opinión que los atentados del 11 de septiembre de 2001 eran conocidos por la administración Bush con anticipación y fueron luego, argumentos para la invasión a Afganistán. Y respecto a ese presidente afirmó en un reportaje, “Si el pueblo estadounidense hubiera tenido una verdadera prensa libre y unos medios de comunicación alertas, jamás este hombre habría sido electo. Es un ser incompetente. Ya tuvimos muchos presidentes bobos, pero Bush ni siquiera sabe leer bien. Al menos en esto es representativo. Lo escuchas hablar por diez minutos y es claro que no sabe lo que está diciendo. Está desesperado tratando de seguir las líneas del teleprompter. Sin alguno de sus consejeros al lado, no puede responder preguntas.” Ha tenido un elocuente sentido crítico. Se ha expuesto sin medir en las consecuencias. Fue un acabado exponente de un artista comprometido. Ads Ads
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