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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 17/10/2025 10:36
Scott Bessent, secretario del Tesoro estadounidense, confirmó nuevas compras de pesos en segmentos alternativos del mercado (reuters) El secretario del Tesoro de los Estados Unidos, Scott Bessent, informó que la cartera a su cargo ejecutó compras de pesos en el “Blue Chip Swap” y en los mercados spot. El comunicado se difundió a través de la cuenta oficial del funcionario, quien aseguró que el Tesoro de Estados Unidos mantiene contacto directo con el equipo económico de Argentina. “El Tesoro estadounidense se encuentra monitoreando todos los mercados y dispone de la capacidad para actuar con flexibilidad y fuerza con el objetivo de estabilizar Argentina”, publicó Bessent. El funcionario manifestó el respaldo explícito de la administración norteamericana tras remarcar: “Estados Unidos está con Argentina”. La publicación del Secretario del Tesoro de los EEUU, Scott Bessent, en la red social X (ex Twitter) El concepto de Blue Chip Swap corresponde al dólar conocido como “contado con liquidación” (CCL), que refleja el tipo de cambio implícito en operaciones de compra y venta de activos financieros como bonos o acciones. La intervención oficial norteamericana en ese segmento se inscribió dentro de un respaldo político a las iniciativas locales para afrontar el escenario cambiario. La demanda de dólares en Argentina mostró firmeza en la antesala de las elecciones legislativas de medio término. El mercado financiero exhibió un importante volumen negociado y una marcada presión compradora pese a la inusual intervención del Tesoro estadounidense. Operadores señalaron que las ventas de divisas en el segmento de contado por parte de la autoridad financiera norteamericana alcanzaron los 120 millones de dólares en una sola sesión, luego de haberse estimado ventas por 100 millones en la jornada previa. Instituciones financieras internacionales comunicaron oficialmente a sus clientes la operatoria. Citi informó sobre la ejecución de operaciones de compra y venta de dólares en nombre del Tesoro de Estados Unidos en la plaza cambiaria local. En la jornada anterior, la ejecución de estas órdenes correspondió a otra entidad internacional de relevancia, Santander, por cuenta y orden del Tesoro estadounidense. A pesar de estos movimientos de envergadura, la cotización mayorista del dólar volvió a ubicarse en máximos históricos. El tipo de cambio comercial escaló 22 pesos, un incremento equivalente al 1,6% en la jornada, alcanzando los 1.402 pesos para la venta. Este valor marcó el nivel más elevado desde la primera intervención directa de la administración de Donald Trump en el mercado argentino, ocurrida el 9 de octubre. En total, el segmento de contado registró operaciones por 676,9 millones de dólares, cifra que superó amplísimamente los promedios de un mes habitual de baja liquidación estacional por parte del sector agroexportador. Los analistas de mercado asociaron este volumen al notable incremento de la demanda privada de activos dolarizados como mecanismo de cobertura frente a la incertidumbre electoral. En paralelo al clima de tensión financiera, el sistema local absorbió una liquidez adicional cercana a los 2,1 billones de pesos, tras liberarse fondos que no se aplicaron a la renovación de vencimientos de deuda pública en moneda local. Esta inyección de circulante en la plaza está destinada a impactar tanto en la tasa de interés de préstamos de muy corto plazo, que trepó a niveles del 100% anual para cauciones entre privados, como en la cotización de los dólares alternativos y financieros. El régimen de bandas cambiarias dispuesto por el Banco Central en la última actualización del 14 de abril estableció como techo un valor de 1.488,59 pesos, es decir, un margen de 86,59 pesos o 6,2% sobre el cierre más reciente en el mercado mayorista. Diversos especialistas consideraron que la política de intervención directa permitió desacelerar fugazmente la suba de las cotizaciones cambiarias, aunque la efectividad de la medida se halló limitada por la persistencia de factores de fondo como la alta demanda de cobertura frente al contexto electoral. En materia de asistencia internacional, la Casa Blanca anunció la conformación de líneas de ayuda adicionales para Argentina. Incluyeron un swap por 20.000 millones de dólares entre la Reserva Federal y el Banco Central de la República Argentina, sumado a otro monto similar por parte de fondos de inversión para compras de activos argentinos, más allá de la adquisición puntual de pesos en la plaza local. Según especialistas de agentes de mercado, una porción considerable de las compra de divisas por particulares y empresas no respondió a finalidades especulativas, sino a la anticipación de importaciones y la dolarización de ahorros minoristas. Esta demanda persistente de divisas limitó el alcance del acompañamiento oficial de Estados Unidos, que solo aportó alivio transitorio. En el plano político, funcionarios del equipo económico argentino admitieron que la expectativa se centra en asegurar un resultado legislativo favorable que otorgue solvencia parlamentaria al oficialismo y permita avanzar en las reformas postergadas en el plano laboral, fiscal y regulatorio. El ministro de Economía sostuvo declaraciones recientes en las que expresó la intención de avanzar con el swap con Estados Unidos antes de las próximas elecciones de octubre. Operadores estimaron que el Banco Central probablemente modifique el actual esquema de bandas cambiarias para habilitar mayor flexibilidad luego del proceso electoral, dada la complejidad para sostener el sistema vigente pese al apoyo recibido desde Washington. El Tesoro nacional concretó días atrás una colocación de deuda local por 1,76 billones de pesos, equivalentes a 1.272 millones de dólares aproximadamente, lo que cubrió menos de la mitad del vencimiento previsto. Esta diferencia sumó liquidez a la plaza financiera, con destino mayoritario a instrumentos dolarizados. Analistas calificaron de inédito el apoyo financiero estadounidense en la coyuntura actual y estimaron que las acciones en Argentina pueden replicarse en otros países emergentes con dificultades, como Pakistán o Jordania, en contextos donde Estados Unidos busque mantener su influencia económica. La volatilidad cambiaria y financiera se ubicó en el centro de la atención del mercado en la cuenta regresiva hacia la definición legislativa que condiciona el futuro económico argentino, bajo la mirada atenta del Tesoro estadounidense y las principales plazas internacionales. Noticia en desarrollo
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