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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 16/10/2025 20:59
Liberaron a un cóndor en Santa Cruz que había sido rescatado intoxicado El cielo de la cuenca carbonífera en el sur de Santa Cruz ofreció una imagen inusual cuando un grupo de vecinos, docentes, estudiantes y pioneros se congregó frente al mirador de Cóndores, entre la nieve y el viento, para presenciar lo que muchos consideraron un momento irrepetible: la liberación de Walaq, un cóndor andino rescatado en la zona de El Tucu Tucu y rehabilitado tras haber sido hallado intoxicado. La ONG Somos Huellas Patagónicas concretó el acto que llevaba meses en preparación. El operativo que devolvió a Walaq a su hábitat agrupó a integrantes locales de la ONG con casi dos décadas de experiencia en rescates de aves, desarrollo de censos de cóndores y educación ambiental en 28 de Noviembre y Río Turbio. En comunicación con el medio patagónico, Franco Paz, referente de Somos Huellas Patagónicas, repasó los pasos previos y describió las complicaciones sorteadas para concretar la actividad, que se realizó el pasado 9 de octubre. Walaq fue encontrado en mayo y trasladado a El Calafate para su evaluación veterinaria inicial (CAP Santa Cruz) Todo comenzó en mayo pasado, cuando Walaq fue encontrado y trasladado a El Calafate para una evaluación veterinaria inicial. De acuerdo con Diario Río Negro, fue allí donde especialistas confirmaron que el cóndor sufría una intoxicación. Para una recuperación completa, el animal viajó a la Fundación Bionadina en Buenos Aires, donde el equipo profesional asumió el proceso de rehabilitación. Luego de un período de tratamiento, el cóndor consiguió recuperarse y volvió al sur del país en un vuelo hasta el aeropuerto de Río Gallegos. Somos Huellas Patagónicas lo recibió para transportarlo de regreso a 28 de Noviembre. La expectativa giraba en torno a si el clima permitiría la liberación. Ráfagas de viento y nevadas intensas rodearon la jornada, generando duda entre los presentes sobre la viabilidad del evento. “Todos nos preguntaban qué íbamos a hacer con el clima y nosotros les decíamos que tenían que confiar en que se iba a despejar para Walaq”, compartió Paz durante el contacto con Diario Río Negro. La confianza en que el tiempo mejorara fue recompensada: camino al lugar, la tormenta se disipó de manera repentina y el sol iluminó el escenario apenas cuarenta kilómetros antes de arribar a destino. En ese trayecto, los organizadores y voluntarios que acompañaban el regreso de Walaq observaron otro suceso inesperado: cóndores comenzaron a volar sobre la camioneta que transportaba al animal, según describió el referente de la ONG. “Entraron a aparecer cóndores a 15 kilómetros de la cuenca donde veníamos nosotros. Pasaban arriba de la camioneta donde estaba Walaq”, relató, una postal que asombró a quienes presenciaban la escena desde la ruta. “En toda la jornada que estuvimos ahí pasaron alrededor de 50 cóndores”, aseguró Paz. La liberación se realizó pese a las condiciones climáticas adversas, con ráfagas de viento y nevadas (CAP Santa Cruz) Con todo dispuesto y Walaq preparado en su canil de traslado, avanzaron hasta la base del mirador. La ansiedad resultó evidente en el comportamiento del ave, que según Paz, “se notaba que se quería ir”. Remarcó la profesionalidad del equipo de la Fundación BioAndina en Buenos Aires, aunque explicó que el cóndor evidenciaba deseos claros de recobrar la libertad. La ceremonia de la liberación atrajo la presencia de vecinos, familias, docentes y estudiantes. Según especificó Diario Río Negro, se sugirió a todos los concurrentes guardar silencio absoluto al iniciar el proceso y, siguiendo la consigna de los cuidadores, extender los brazos como gesto para despedir al cóndor. “Cuando abrimos el canil para que salga Walaq, hizo tres pasos, empezó a planear y se fue con los otros cóndores”, relató el rescatista en una declaración relevada por el medio en cuestión. Ahora, desde Somos Huellas Patagónicas esperan que el rastreador satelital adherido a una de sus alas permita seguir de cerca las rutas del ave en las próximas semanas. Walaq tiene entre ocho y nueve años, una etapa considerada de subadulto en el ciclo vital de la especie. Su liberación fue la tercera que Somos Huellas Patagónicas realiza en el área, pero la primera con una masiva concurrencia. “Todos lloramos, toda la gente estuvo emocionada”, dijo el referente de la ONG.
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