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» Diario Cordoba
Fecha: 16/10/2025 17:09
Si, como decía Antonio Ramos Espejo, el periodismo es el último eslabón de la historia, el que la acerca al presente y la deja fijada para el futuro, otro enorme periodista, Francisco Solano Márquez Cruz, viene una vez más a demostrarlo. En Las Tendillas de Córdoba, su último libro -y van más de veinte, que para él son reportajes largos con los que explayarse en libertad-, el lector hallará pormenorizados hasta el último detalle los cien años de vida y los lejanos antecedentes de esta «plaza salón», como la subtitula en la portada. Un siglo cumplido el pasado 24 de julio -fecha en que Paco Solano Márquez data la «partida de nacimiento» de lo que habría de convertirse en el corazón de la ciudad-, aunque no conmemorado salvo con la publicación de esta magna obra que ha editado Almuzara. Y conste que no es mal modo de recordar el aniversario. Pero duele el olvido oficial, o al menos le duele a este montillano que llegó con 20 años a la capital para trabajar en la radio y desde entonces, seis intensas décadas transcurridas como un suspiro entre noticias y gestión cultural, no ha hecho otra cosa que querer a Córdoba de todas las maneras posibles. Por eso Solano, hombre discretísimo cuya prudencia no le impide sacarse espinas cuando lo cree necesario, aprovechó la presentación del libro, ante el numeroso público que lo acompañó en el Círculo de la Amistad, para «hacer un ruego al alcalde», ausente a pesar de que había anunciado su presencia. No reclama imposibles quien ostenta la Medalla al Mérito de la Ciudad con todo merecimiento; su petición consiste en que el Ayuntamiento no deje pasar en blanco el centenario y organice siquiera alguna actividad cultural, que según el melómano empedernido bien podría ser un concierto de nuestra orquesta. Dicho queda. El libro de este investigador riguroso, escrito en un lenguaje sencillo y directo que engancha desde las primeras líneas, es mucho más que historia. En realidad, si no fuera un señor serio y muy mirado en sus expresiones, incluso las orales (no conozco a nadie que, como él, hable con la misma pulcritud que escribe) podría haberlo titulado Todo lo que usted siempre quiso saber sobre las Tendillas y no se atrevió a preguntar. Y es que a tan documentado -e ilustrado- trabajo no le falta ni música, la que con rasgueo de guitarra por soleares pone en la plaza su reloj. Una flamenca forma de dar las horas que viene a ser también la banda sonora del texto e incluso de su estreno en sociedad, pues no faltó ese toque en directo, que emocionó a una audiencia entregada al admirado autor y a su obra. En ella quedan afianzados cien años de transformación urbana y social de Córdoba; porque por Las Tendillas de Paco Solano Márquez pasea toda la ciudad, la de entonces y la de ahora. No hay ninguna arista de este espacio «poliédrico» que se escape al autor en las 365 páginas del libro, que podrían haber sido muchas más si no se hubiera impuesto la lógica editorial. Con su habitual y parsimoniosa entrega en todo lo que aborda, el cronista se ha dejado las pestañas escudriñando viejos papeles del Archivo Municipal y hemerotecas, además de consultar una amplia bibliografía. En total, un arsenal de datos, completados con los infinitos recortes de prensa que ya ocupan cinco metros de carpetas en su casa. Los administra el gran comunicador con sabiduría y amenidad, sin olvidar sazonarlos con anécdotas, leyendas y jugosos testimonios que rememoran el pasado de la plaza mientras marcan su actualidad. Pura vida, la misma que, como toda buena pieza periodística, quedará en herencia para las generaciones venideras así que pasen otros cien años. De momento, lean el libro si quieren conocer la verdadera Córdoba.
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