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  • Burnout: cuáles son síntomas y cómo se trata el estrés laboral crónico

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 16/10/2025 15:03

    Dr Sergio Azzara: El burnout se extiende a todos los sectores laborales y ya afecta la vida cotidiana de millones de personas en todo el mundo El Dr. Sergio Azzara (MN 25.806), psicólogo especialista en síndrome de burnout del Hospital de Clínicas de la Ciudad de Buenos Aires, aseguró que “entre el 40 y el 50% de la población mundial presenta actualmente síntomas compatibles con burnout”, un trastorno que según advirtió, “ya no es una rareza entre profesionales de la salud, sino que desborda los consultorios generales, se extiende a todos los sectores laborales y potencia enfermedades cardíacas, digestivas y cuadros psiquiátricos graves”. El burnout “es un fenómeno del área laboral, que se produce por un estrés crónico en el área ocupacional o laboral”, pero “no es un cansancio pasajero solo para trabajar. Empezás a sentir que no tenés ganas de hacer nada. Eso no es cansancio, es otra cosa”, destacó. Se trata, agregó, de “un fenómeno multicausal, de consecuencias clínicas y sociales profundas, agravado por la crisis posterior a la pandemia”, subrayó el especialista. Estas declaraciones fueron realizadas en diálogo con Infobae en Vivo, durante el programa de la mañana, que hoy contó con la conducción de Gonzalo Sánchez, Ramón Indart, Cecilia Boufflet y Virginia Porcella . Un informe del propio Hospital de Clínicas advirtió sobre el crecimiento de casos, no sólo en la Argentina, sino a escala internacional El estrés crónico —al tornarse inabordable— irrumpe y desestabiliza rutinas, relaciones y la salud física y mental. En este contexto, Azzara detalló los mecanismos de diagnóstico, prevención, el mito sobre el término “burnout” y la alarmante imprecisión que aún domina los estudios epidemiológicos. “Preocupa que hay informes que afirman que el 91% de los argentinos padece burnout. Puede ser una cifra algo inflada, porque el verdadero promedio mundial gira entre el 40 y el 50%”, explicó Azzara en el programa matinal. El experto profundizó sobre una dificultad central: la ausencia de unificadas “líneas de corte” para declarar cuándo un paciente está, efectivamente, dentro del diagnóstico. “No hay un criterio único como sí ocurre en la diabetes, que el valor de glucosa define claramente la enfermedad. En burnout los límites son difusos; dependen de escalas, criterios y de la interpretación de cada investigador”, remarcó. El fenómeno para Azzara, refleja tanto la crisis de los recursos personales como la sobreexigencia sistémica. “No es sólo falta de fuerza o cansancio, sino la pérdida de toda motivación genuina. El agotamiento emocional es el primer gran síntoma: una fatiga anímica incapacitante, que va mucho más allá del cansancio físico”, explicó. Pero no es el único. “El segundo es la despersonalización: la tendencia a volverse cínico e indiferente ante los demás. Personas que antes eran empáticas y atentas, adoptan distancia porque el cerebro ya no tolera la presión. El tercero es la baja autoeficacia: la sensación de que ningún logro tiene sentido y que el trabajo perdió cualquier valor personal”, señaló. El Dr. Sergio Azzara destaca la importancia del diagnóstico interdisciplinario para abordar el síndrome de burnout y sus consecuencias físicas (Imagen Ilustrativa infobae) No obstante, según advirtió el especialista del Hospital de Clínicas, el diagnóstico es siempre interdisciplinario. “La mayoría de los pacientes no acude al psicólogo diciendo ‘tengo burnout’. Llegan derivados por médicos clínicos porque presentan hipertensión, infartos, depresiones o crisis de pánico. El propio proceso de derivación muestra lo entrelazado del fenómeno y por qué requiere una mirada amplia”, afirmó en diálogo con Infobae en Vivo, en el programa de la mañana. Azzara aportó datos ilustrativos sobre esta multicausalidad: “El burnout tiene consecuencias concretas en el cuerpo. Está asociado a enfermedades coronarias, digestivas, inmunodepresión y trastornos cognitivos. Incluso, muchas veces la entrada al tratamiento es por síntoma físico: el ataque de pánico, el infarto o la depresión intensa. Sólo al rastrear el factor común, el estrés crónico mal gestionado, se arriba al diagnóstico de burnout”. Explicó que el aumento del cortisol —hormona ligada al estrés— afecta varias funciones: “Quema neuronas, inhibe la formación de nuevas conexiones cerebrales, produce olvidos, disminución de concentración y miedo difuso”. Al ser consultado sobre las medidas preventivas cotidianas, Azzara reconoció: “No siempre es sencillo advertir las señales tempranas, porque solemos naturalizar el malestar. El burnout se confunde con el cansancio o la fatiga. Pero si se presentan los tres síntomas nucleares descritos —agotamiento emocional, despersonalización y sensación de baja autoeficacia— de modo persistente y combinados, no se trata de un momento puntual sino de una patología”. Subrayó la responsabilidad del profesional en reconocer el límite propio: “Ser buen profesional es saber cuándo derivar o integrar otras disciplinas”, remarcó. La crisis postpandemia potenció las dificultades para mantener el equilibrio entre la vida personal y profesional, favoreciendo los cuadros de agotamiento (Imagen Ilustrativa Infobae) El contexto postpandemia, según el psicólogo, “funcionó como una lupa sobre los factores previos, exacerbando al máximo los males estructurales del empleo, la inestabilidad e incluso la vida familiar o social. El escenario económico contribuye: la presión de tener varios trabajos, la ‘guita que no alcanza’, todo eso suma. Pero insisto, no todo es achacable al individuo: el contexto organizacional es decisivo”, remarcó. En ese sentido, Azzara señaló: “Intervenimos sobre el bienestar individual, pero no alcanza si la organización no colabora. La cultura laboral, los liderazgos, la manera de recompensar o castigar, el reconocimiento: todo eso incide, y no es sencillo de modificar. A nivel institucional, el Hospital de Clínicas intenta detectar y modificar pequeñas cosas para bajar la presión interna. No necesitamos cambios dramáticos: pequeños ajustes pueden bajar el estrés”. Durante la entrevista, el especialista relató prácticas internacionales —como el “Burnout Round” de la Clínica Mayo— donde equipos se reúnen periódicamente a compartir emociones y experiencias difíciles con libertad: “Ese debriefing grupal baja los niveles de burnout, fomenta el sentido de pertenencia y permite validar emociones; lugares que lo han implementado ven mejoras reales. Se trata de construir espacios laborales amigables y colaboradores —destacó—. No le quita seriedad a la tarea, sino que fortalece la salud mental”. Los especialistas recomiendan observar señales de fatiga, desprecio y baja autoeficacia como indicadores del burnout (Imagen Ilustrativa Infobae) Sobre el momento de buscar ayuda profesional, Azzara fue contundente: “No hay que esperar a que el cuerpo pase la factura. Muchas veces el primer aviso lo da un síntoma físico —desde un problema digestivo hasta el infarto—. Pero ante cuadros recurrentes de tristeza, desapego, insomnio, disminución de rendimiento, o ante ataques de pánico, no hay que dudar en consultar”. Recalcó, además, lo peligroso de banalizar el término: “Cuando todo se sociabiliza, el concepto se vacía. El burnout es mucho más que cansancio o desánimo: puede llevar a complicaciones graves y hasta mortales”. En primera persona, relató cómo un infarto a los 30 años redefinió su carrera: “Tuve un infarto muy joven; eso me llevó a indagar cómo el estrés merca el cuerpo. Si no lo hubiera tenido, no sé si llegaba a mis 60. Me permitió tomar consciencia, investigar y transformar esa experiencia en prevención”. La crisis atraviesa a todos, insistió Azzara. “Algunos pueden modificar condiciones de vida; otros, lamentablemente, no. Pero es responsabilidad social facilitar espacios, reconocer el estrés y abordarlo con programas institucionales. Esta entrevista es clave para visibilizar los peligros, porque aún hay resistencia en muchas empresas —que no habilitan espacios de confidencialidad ni ayuda— y se requiere un cambio de mentalidad”. Al final de su intervención, el psicólogo sintetizó: “El burnout es un problema multicausal, interdisciplinario y de consecuencias sistémicas. No basta con recetas individuales, necesitamos una apuesta colectiva, social, que valore la salud mental y tolere la vulnerabilidad. Quedan desafíos y mucho por hacer, pero hablarlo es el primer paso”, enfatizó. La entrevista completa a Dr. Sergio Azzara Las rutinas laborales actuales, marcadas por la sobreexigencia, aumentan el riesgo de desarrollar estrés crónico y burnout Infobae en Vivo te acompaña cada día en YouTube con entrevistas, análisis y la información más destacada, en un formato cercano y dinámico. • De 9 a 12: Gonzalo Sánchez, Carolina Amoroso, Ramón Indart y Cecilia Boufflet. • De 18 a 21: Jesica Bossi, Diego Iglesias, María Eugenia Duffard y Federico Mayol. Actualidad, charlas y protagonistas, en vivo. Seguinos en nuestro canal de YouTube @infobae.

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