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Crespo » Paralelo 32
Fecha: 16/10/2025 10:21
El mercado laboral formal continúa en una senda crítica. Según los últimos datos oficiales de la Secretaría de Trabajo, en julio el empleo asalariado registrado cayó a su nivel más bajo desde que Javier Milei asumió la Presidencia, consolidando una pérdida total de más de 200.000 puestos de trabajo desde noviembre de 2023. La información, elaborada a partir del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), cuantifica el desplome: se destruyeron 127.000 empleos asalariados privados, casi 57.900 públicos y 20.600 en casas particulares. La suma arroja un total de 205.500 trabajadores que perdieron su fuente de ingresos formal en este período. De este modo, en el séptimo mes del año se contabilizaron 10.096.200 empleos asalariados, la cifra más baja desde octubre de 2022. Una década perdida y el fantasma del estancamiento La magnitud de la crisis se aprecia en el largo plazo. Luis Campos, investigador de la CTA Autónoma, graficó la situación: "En julio de 2025 la cantidad de asalariados registrados en el sector privado era menor que en julio de 2015. Decir década perdida es poco a esta altura". En la misma línea, el economista Juan Manuel Telechea aportó una perspectiva demográfica aún más alarmante: "Tenemos exactamente los mismos 6,2 millones de puestos de trabajos en el sector privado registrado que hace 10 años, pero con una población que ahora tiene casi cinco millones de personas más". Si bien la llegada del gobierno libertario aceleró una tendencia negativa que ya se observaba en los últimos meses de la administración anterior, el declive mostró una leve pausa a partir de agosto de 2024. Sin embargo, lejos de una recuperación, los últimos meses confirman un nuevo retroceso: julio marcó la tercera caída consecutiva, con una pérdida de 8.800 puestos en el sector privado. La crisis es transversal: de la industria a las finanzas La destrucción de empleo se extiende a lo largo y ancho de la economía. El sector más golpeado en la era Milei ha sido la construcción, con una sangría de 60.500 puestos, reflejo del virtual parate en la obra pública. Le sigue la industria manufacturera, que perdió 39.200 empleos y alcanzó en julio su menor nivel desde mayo de 2022, con una caída de 3.300 puestos solo en ese mes. El podio lo completa Transporte, almacenamiento y comunicación, con 15.100 despidos. Pero la debacle no se limita a los sectores tradicionalmente en crisis. Rubros que han tenido una performance favorable con el actual Gobierno, como el minero-petrolero y el financiero, también muestran una contracción en el empleo. El nivel en minería e hidrocarburos es el más bajo desde octubre de 2022, mientras que el sector financiero registra un piso desde abril de 2011. A nivel geográfico, el senador Martín Barrionuevo destacó que el fenómeno es casi nacional: "Salvo Neuquén, Tucumán, Mendoza y Río Negro, todas las jurisdicciones perdieron empleo". Precarización laboral y un horizonte complejo La caída del empleo asalariado ha sido compensada de manera parcial por un aumento de 127.100 trabajadores autónomos y monotributistas, un dato que los especialistas interpretan, en buena medida, como un reflejo de la creciente precarización del mercado laboral. Las perspectivas para lo que queda del año no son alentadoras. Luis Campos alertó: "Para la segunda mitad del año el escenario pinta muy complicado". Y agregó: "En agosto el índice de evolución del empleo de la Encuesta de Indicadores Laborales cayó un 0,3%. Es el segundo peor agosto de la última década, solo superado por el del 2018". Según el investigador, el modelo actual "no crea empleo y no demanda fuerza de trabajo". El único dato positivo en el sombrío informe del SIPA provino de los salarios del sector privado, que en julio mejoraron por tercer mes consecutivo. No obstante, pese a este repunte, los ingresos de los trabajadores se mantienen un 0,4% por debajo del pico alcanzado en febrero de 2024, evidenciando la frágil recuperación del poder adquisitivo en un contexto de destrucción masiva de puestos de trabajo.
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