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Parana » AnalisisDigital
Fecha: 15/10/2025 17:08
El abogado de Gualeguaychú, Luis Leissa, se refirió al informe de ausencias y licencias con goce de haberes de la vocal del Superior Tribunal de Justicia (STJ), Susana Medina, quien faltó a su trabajo 477 días entre 2016 y 2021. Fue en respuesta a un pedido de informes de ANALISIS. En declaraciones realizadas al programa A Quien Corresponda (Radio Plaza 94.7), Leissa afirmó que “por lo que se veía por comentarios y por el nivel de exposición pública de la doctora Medina, se podía especular que eran muchos los días en que había faltado a su labor concreta en el Superior Tribunal, pero cuando se ven reflejados los números, que son 477 días en alrededor de cinco años, es preocupante”. “Es preocupante también que se hayan utilizado las ventajas que concede el Poder Judicial para tomar licencia, que en la mayoría de los casos habría sido con goce de sueldo, y porque creo se hizo un abuso de la posibilidad de perfeccionarse, de capacitarse y a nadie le cabe que en ese lapso una persona con semejante responsabilidad pueda cumplir adecuadamente su labor. Yo me pregunto en la faz privada ¿cuántos gerentes de SRL, cuántos directores de una sociedad anónima o cuántos encargados de empresas pueden distraerse de su labor concreta y tomarse más de 400 días en cinco años? Debe haber muy pocos casos, así que esto duele, preocupa y nos tiene que llamar a la reflexión”, reflexionó. “Este tipo de circunstancias no nos tiene que hacer adormecer ni creer que hay un acostumbramiento ni provocar una naturalización de este tipo de comportamientos. Estamos hablando de la cabeza de uno de los tres poderes de la provincia, que según la ley orgánica del Poder Judicial tiene un compromiso diario con su labor, y aún, aunque aparezcan pocas voces, creo que hay una mayoría que condena este tipo de comportamientos. De todos modos, todos tenemos una cuota de culpa porque esto que se hablaba en los corrillos de Tribunales o estamentos inferiores como Salas, Juzgados y Cámaras del Trabajo, debió haberse frenado antes. Pero esto no escapa a una crisis que tiene todo el país en estos ordenes que hay que empezar a revertir de a poco, pero confío en que esto tiene que ser un llamado de atención y que se saquen conclusiones que permitan hacer más ejemplar la función pública”, evaluó. En este marco, advirtió que “el mal desempeño en el ámbito de la ley provincial autorizaría la promoción de un juicio político; creo que acá hay un mal desempeño y eso la hace pasible a un enjuiciamiento. Tendrá que seguir por los carriles normales, pero esto encuadra en un mal desempeño que es una causal muy amplia, y esto puede encuadrarse allí”. En cuanto a la omisión del resto del funcionariado judicial ante la situación, Leissa remarcó que “la actitud del Superior Tribunal de aferrarse a un comportamiento corporativo y rechazar en un escrito muy pobre y sin argumentos el pedido de información que hizo la revista ANALISIS es algo que no se puede justificar. En este tipo de cosas, salvo muy pocos, todos tenemos una cuota de responsabilidad y de culpa, salvo el periodismo que hizo una labor extraordinaria para esclarecer a la opinión pública. Y también acá hay responsabilidad del Superior Tribunal porque haber rechazado por unanimidad el pedido de información de ANALISIS, que afortunadamente después una jueza como la doctora Laferriere acogió el amparo, es algo que se debe marcar y nos debe servir como un cuestionamiento para todos”. Agregó que “acá falló el no haber tenido una voz de alerta por parte de quienes transitar la responsabilidad de manejar el Poder Judicial en la provincia y también fallaron los órganos de control, esto demuestra que hay una gran falencia y que acá hubo un uso, pero fundamentalmente un abuso de algo que puede ser legítimo, pero que tiene un tope de 20 días anual. Acá hubo una exageración y un uso desmedido de esa posibilidad”. “Esto tiene que llamarnos a la reflexión, tiene que ser un desafío de saber para qué ocupamos cargos públicos y responsabilizarnos de saber que estamos permanentemente escrutados, pero que la voluntad de aferrarse a hacer las cosas bien tiene que ser motivo de una convicción personal y no de una denuncia o de un apriete público”, evaluó. Leissa consideró también que, si bien Medina justificó muchas de sus ausencias por su rol en la Asociación de Mujeres Juezas, “sea cual sea el papel que pudiera cumplir, de ningún modo se justifica este tipo de licencias tan extensas. Acá hay un tope de licencias en el año que se superaron y bajo ningún punto de vista se justifica que, por más rol protagónico que pudiera tener en la asociación de defensa de mujeres, se permitan este tipo de licencias tan amplias. Acá no hay muchos elementos para justificar lo que ha ocurrido y nos habla a las claras que hubo una falla, y veremos cómo concluye todo. Pero creo que, bajo ningún punto, hay posibilidad de justificar esto”. Finalmente, sobre la posibilidad de que Medina pueda devolver lo cobrado irregularmente, opinó que “es más cerca del sueño que de la realidad. Hay que ser cuidadosos en esto, hay que individualizar bien qué tipo de conducta hay que reprochar, si eso da lugar a un reproche desde el punto de vista funcional y si significa una responsabilidad civil o penal, o si da lugar a algún tipo de reparación es más complicado. Acá hay un tipo de responsabilidad institucional que encuadra en el incumplimiento a los deberes que le corresponden y después se verá cómo concluye todo esto; si es a través de una destitución, de una renuncia o si se acoge a una jubilación”. “Es un hecho lamentable, injustificable y bajo ningún punto de vista puede encontrar las escusas o elementos para abonar lo ocurrido. Son 477 días en cinco años, lo cual es muchísimo”, concluyó.
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