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  • Doble femicidio, redes sociales y discurso público: “La violencia de género no tiene camiseta”

    Parana » El Once Digital

    Fecha: 15/10/2025 01:30

    La politóloga y militante feminista Tatiana Richardet analizó la relación entre los femicidios recientes, los discursos de odio en redes sociales y el contexto político. Reclamó una mirada estructural y la implementación efectiva de la Ley Micaela en medios y Justicia. La politóloga y especialista en derechos humanos Tatiana Richardet, integrante de la Asamblea Feminista de Mujeres, Travestis y No Binaries de Paraná, participó del programa El Ventilador y reflexionó sobre la violencia de género en Argentina, los discursos de odio en redes sociales y las reacciones sociales tras el doble femicidio en Córdoba.   “No me sorprende, pero no deja de indignarme. Ya que (Pablo Laurta) era un referente del espacio `Varones Unidos´. Es un caso que nos duele”, afirmó Richardet sobre los recientes femicidios ocurridos en Córdoba y que conmocionaron al país. A su entender, los hechos evidencian un problema estructural que el movimiento feminista viene denunciando desde hace una década: “Este caso es una radiografía de algo que venimos diciendo desde el Ni Una Menos, en 2015, hasta hoy y seguimos denunciando”.   La especialista explicó que los feminicidios no deben analizarse como hechos aislados, sino como parte de un sistema social atravesado por desigualdades históricas. “No se trata de una guerra entre varones y mujeres, sino de partir de diferencias estructurales. Para equilibrar, hay que tratar las situaciones de modo desigual”, sostuvo al dialogar con Elonce. “Hay un dato muy crudo de la realidad: quienes aparecen en bolsas de cadáveres todos los días son mujeres. Entonces, si bien tenemos igualdad ante la ley, es una cuestión de derechos humanos. Los derechos se tienen cuando se los ejercen. Yo tengo derecho al trabajo, pero si no tengo trabajo y si no hay trabajo, no estoy ejerciendo mi derecho al trabajo”, dijo.   Ley Olimpia y los orígenes del odio digital   Richardet destacó que la Ley Olimpia, recientemente aprobada en Argentina, “actualiza la Ley 26.485 (Ley de Protección Integral)” e incorpora la violencia digital como una modalidad de agresión por razones de género. Sin embargo, advirtió que la proliferación de discursos de odio tiene larga data: “Estos grupos de masculinidades organizadas existen desde los años 2000 en Estados Unidos, cuando empezaron a reaccionar contra los avances de derechos de las mujeres”, recordó y agregó que “es muy difícil de marcar un límite a este tipo de discursos”.   Para Richardet, “hay un cruce entre determinadas ideologías más de la derecha, del espectro del libertarismo, que están linqueadas. Hay una direccionalidad de determinados espacios político-ideológicos con determinados discursos antifeministas”, consideró la politóloga y exfuncionaria del área de la Mujer en la provincia. “¿Esto quiere decir que todo varón que ejerce violencia es del espectro ideológico de la derecha?: No, por supuesto que no. La publicidad en las esferas virtuales, tiene un linqueo directo con estas ideologías que además, son las que hablan en contra de la igualdad de género o de las políticas de género, diciendo que es ideología de género”, citó la politóloga y militante feminista.   “La violencia por razones de género no tiene camiseta”   “Desde los movimientos feministas, siempre hablamos en términos conceptuales de la omnipresencia del patriarcado y de la violencia machista. Puede ser de riber, de boca, peronista, radical, liberal, libertario, kirchnerista. La violencia por razones de género existe, no tiene en ese sentido, no tiene camiseta”, sostuvo Richardet.   La politóloga explicó que ese entramado virtual se consolidó con el tiempo y hoy se traduce en lo que denomina la ‘manosfera’, un conjunto de espacios digitales donde se reproducen mensajes antifeministas y misóginos. “Es un fenómeno global. Las investigaciones muestran que muchos de estos foros están vinculados a corrientes políticas de derecha o libertarias, aunque no todos los varones violentos compartan esa ideología”, aclaró. Asimismo, alertó sobre la naturalización de esos discursos en redes sociales y en ámbitos cotidianos como las escuelas. “Antes, estos grupos estaban en la dark web; hoy están en Instagram, en TikTok y en las aulas. Muchos adolescentes se enganchan porque no saben cómo relacionarse con las mujeres”, señaló a Elonce.   “Hay contextos que habilitan la violencia”   Durante la entrevista, Richardet compartió una reflexión personal para ilustrar cómo los contextos sociales pueden habilitar o desactivar comportamientos violentos. Recordó una situación vivida en su infancia en un bar de Entre Ríos y cómo, años después, los mismos hombres repetían actitudes similares: “Hay contextos donde se habilita la violencia, el acoso y la impunidad, y otros donde al menos ya no se sienten tan cómodos para hacerlo. Eso también muestra que los cambios culturales son posibles”.   La politóloga subrayó que los avances en derechos humanos generan reacciones y resistencias. “Así como los pañuelos celestes surgieron en respuesta a los pañuelos verdes, estos grupos son reacciones a la pérdida de privilegios. No es la igualdad lo que molesta, sino perder el lugar de poder y privilegios”, sostuvo. Al mismo tiempo, agregó que “la igualdad de derechos lo que genera resentimiento y cuestiones sociales de estar un poco perdidos en cómo nos vinculamos”, dijo Richardet a Elonce.   Los contextos y la experiencia personal   A modo de ejemplo, Richardet contó su experiencia personal para explicar, cómo los contextos influyen en las situaciones de violencia contra la mujer. “Soy de un pueblo de la provincia de Entre Ríos, donde el típico bar de la terminal, tenía los mismos señores de siempre que estaban tomando a las 10 de la mañana y la primera vez que esos señores, me dijeron algo y se tocaron los genitales delante mío, fue cuando yo tenía 9 años”, relató.   “Cuando vino la marea verde, este señor que estaba en una situación de consumo de alcohol, me miró, lo miró a su compadre y le dijo: "Ahora solo podemos mirar”, recordó Richardet a Elonce. “En diciembre del año 2023, el señor del bar, me volvió a decir las mismas cosas que me dijo cuando tenía 9 años”, señaló. “Hay contextos donde se habilita la violencia, donde se habilita el acoso y donde se siente impunidad. Y hay otros contextos donde no quiere decir que el cambio cultural y subjetivo esté, pero por lo menos, dicen `solo podemos mirar´. Eso es un reflejo del contexto”, resumió.   “Se eligió al feminismo como enemigo discursivo”   “Hay determinados espectros ideológico partidarios que llevan como parte de su plataforma electoral, quitar el femicidio del Código Penal o un presidente, que se para en Davos frente a la comunidad internacional, diciendo que los homosexuales son pedófilos”, recordó en referencia a Milei. “Hay un espectro político, partidario, ideológico, que eligió al feminismo desde la campaña electoral del 2023, como enemigo discursivo y como blanco de todos sus dardos”, señaló en referencia a La Libertad Avanza.   Para Richardet, “hay una escalada de la violencia simbólica y las feministas decimos, que, a mayor manifestación de la violencia simbólica, hay una escalada de la violencia física y real. Y si la mayor responsabilidad de un país electo democráticamente por el voto popular habilita constantemente la violencia simbólica, ¿qué podemos esperar del resto de los mortales que no son el presidente?”, afirmó a Elonce.   Críticas a la eliminación de programas y reclamo de reforma judicial   Consultada sobre la eliminación de programas nacionales vinculados a políticas de género, Richardet fue contundente: “El Programa Acompañar sirvió para prevenir muchísimos femicidios. Se logró sacar a mujeres de situaciones de violencia extrema antes de que terminaran muertas”.   Además, criticó la decisión del Ministerio de Justicia de la Nación de eliminar el Registro de Promotoras Territoriales y el programa Acercar Derechos. “Estos programas eran herramientas concretas. No se puede decir que las políticas de género no sirven para nada; quienes lo afirman desconocen la materia o el impacto real que tuvieron”, expresó.   En ese sentido, planteó la necesidad urgente de una reforma judicial con perspectiva de género. “Cuando decimos que las políticas no sirven, olvidamos que el Poder Judicial también es parte del Estado. Es la justicia la que debe ordenar medidas de protección, resolver sobre la tenencia de hijos o dictar restricciones. Ahí deberíamos estar todos reclamando cambios estructurales”, enfatizó.   “Cuando decimos las políticas de género no sirven, pensamos que el único de los tres poderes del Estado, es el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo. Ahora, el que tiene la facultad de establecer medidas de protección, es el Poder Judicial. Por eso, deberíamos estar juntos con los varones, diciendo: hagamos una reforma judicial con perspectiva de género y con perspectiva de vínculos sanos”, remarcó. Doble femicidio en Córdoba y la circulación de mensajes de odio en redes   “Los medios también deben capacitarse”   En el tramo final, la militante feminista hizo hincapié en la responsabilidad de los medios de comunicación frente a los discursos de odio. “Primero, los medios deben cumplir con la Ley Micaela. Soy replicadora de esa capacitación y siempre digo que incluso las feministas seguimos reproduciendo estereotipos. Si a nosotras se nos escapa algo, imaginen el resto de la sociedad”, señaló.   Richardet agradeció el espacio del programa y resaltó que la Asamblea Feminista de Paraná trabaja de forma articulada con diversos colectivos y académicas para “tender puentes” y promover una verdadera prevención de la violencia. “Las feministas estamos en todos lados, somos las que queremos construir vínculos más sanos y prevenir de verdad. Lo que está sucediendo hoy es inédito y requiere responsabilidad de todos los sectores”, concluyó.

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