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Concordia » Despertar Entrerriano
Fecha: 13/10/2025 11:14
En esta décima edición de Despertando el Deporte, te presentamos a Ámbar Bruno, una de las jóvenes promesas del vóley concordiense y entrerriano. Su pasión por este deporte se refleja tanto dentro como fuera de la cancha, demostrando disciplina y perseverancia en su trayectoria. A lo largo de los últimos años, Ámbar fue sumando experiencias que, según ella misma reconoce, le dejaron mucho más que victorias: “Las selecciones me van dejando un montón de aprendizajes, tanto negativos como positivos. Generalmente son más positivos, pero siempre te enseñan algo nuevo cada año”, cuenta con la madurez de quien ya entiende que el deporte no se trata solo de resultados. “Este año las selecciones, tanto Nacional como la de Entre Ríos, me dejaron un montón en la personalidad del juego. La actitud y aprender después de cada partido nuestros errores, corregir sobre eso”. Esa etapa de crecimiento constante también la llevó a fortalecer su carácter dentro del juego. Para la joven central, lo más importante es aprender de los errores y convertirlos en impulso para seguir adelante: “Aprendí a no quedarme pensando en el punto que ya pasó, sino en el que viene. Si errás un saque, el siguiente tenés que meterlo, corregir sobre tu error anterior”, explica. Pero el aprendizaje no se limita a lo técnico. En cada concentración y torneo, Ámbar también valora la parte humana que implica compartir con compañeras de distintas ciudades: “En las selecciones te apoyás entre todos. Lo último que querés es llevarte mal, porque son chicas con las que podés compartir los seis años seguidos. Es una experiencia nueva y tenes que aprender a sobrellevarlo”, comenta, destacando el rol de los entrenadores y el acompañamiento psicológico que reciben durante el proceso. El objetivo de Ámbar es claro: representar al país con la celeste y blanca. Lo dice con convencida de su sueño, pero también con humildad y entusiasmo por el camino que todavía tiene por delante: “Es un poco el sueño que tenemos todos, representar al país. Dentro de este deporte tener un buen vínculo, un buen grupo de amigas, tanto en la selección nacional como en la provincial. El voley es un deporte donde podés aprender técnicas diferentes todos los días. Aunque ya esté en la primera seguir mejorando y aprendiendo”, asegura. Actualmente se desempeña como central, aunque no descarta la posibilidad de explorar nuevas posiciones dentro del campo. Siente que parte del crecimiento como jugadora está en la versatilidad. “Como jugadora quiero aspirar a llegar a tener mi personalidad en el juego porque uno nunca sabe de qué va a terminar jugando en el vóley. Empezar a sobrellevar más que jugar de central y rotar más con las posiciones. Meterle con toda para poder llegar a representar al país”, explica. Para Ámbar, la pasión del deporte se basa en saber y entender que “nunca hay un techo”: “Siempre llego a más o creo que puedo llegar a más, nunca me quedo estancada. Hubo momentos en los que la cabeza sí te juega en contra pero física y mentalmente hay que ser muy fuertes” confesó la joven, que al mismo tiempo explicó como diferentes profesores la animan a seguir apostando por el vóley: “Ser tan chicas y que nos citen al CENARD para las concentraciones, para mí eso es lo que más me apasiona, porque al ser tan chico lo vivís como un sueño” El 2025 comenzó de la mejor manera para la joven, siendo convocada para el programa de captación de la Federación del Voleibol Argentino (FeVA), un campamento de captación de talentos de cara a futuras conformaciones de selecciones nacionales llevado a cabo en el CENARD. Acto seguido, tuvo la oportunidad de participar en el Campeonato Argentino Sub-18, con chicas más grandes que ellas. Lamentablemente, una lesión le impidió sumar desarrollarse de la mejor manera: “Me esguincé el tobillo antes de la competencia y estuve en recuperación en la concentración. Estaba justo de tiempo, no pude dar el máximo”. Luego del trunco paso por la sub-18, llegó el Argentino de su categoría, donde las lesiones le volvieron a complicar el panorama: “Fueron muy lindas las concentraciones pero una semana antes me volví a esguinzar el tobillo en la Liga Provincial, tuve que parar de vuelta y dejar de lado el Argentino Sub-16. Eso me dolió un montón porque la profe veía un montón de potencial en mi”. Sin embargo, Ambar no baja brazos y tras superar un reciente desgarro de abdomen, ya apunta en alto para el 2026: “A pesar de todo yo siempre esperé recuperarme de la mejor manera para poder continuar, pensar en el año que viene y meterle para lo que venga”. Fuente: Despertar Entrerriano
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