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» Elterritorio
Fecha: 13/10/2025 08:22
En las aulas el alemán se aprende desde el Nivel Inicial y se busca mantener las tradiciones. Se propician intercambios domingo 12 de octubre de 2025 | 6:05hs. Gladis Walter es la rectora y coordinadora de alemán del instituto. Foto: G. González E l Instituto Carlos Culmey de Montecarlo es una de las escuelas en las que se puede aprender a hablar alemán, lengua incorporada desde los primeros años; también cuenta con inglés como asignatura. Gladis Walter, rectora y coordinadora de alemán, contó los inicios y trayectoria de la institución. La escuela, como sociedad cultural, cumplió 66 años, pero había empezado con las clases en 1920, con hijos de los primeros pioneros inmigrantes con el objetivo de que sus hijos puedan continuar estudiando con el idioma alemán. “Eran muchos los que venían directamente de Alemania y querían que sus hijos sigan aprendiendo alemán o sigan la escritura, no se quería perder eso. Cuando fui a la escuela, en el 80, que terminé séptimo, todavía era un poco así”, contó la mujer empezó trabajar como docente en la escuela en el 89. Con el tiempo la escuela se fue adaptando con los requerimientos de los alumnos y de la sociedad. Cuentan con salas desde los 3 años hasta el secundario y el alemán es una materia más que les da la oportunidad de hacer intercambios con Alemania. “Cuando empecé a trabajar, por ejemplo, primer grado tenía ocho horas semanales de alemán y yo tenía un quinto que tenía doce horas semanales. Y ahora el primer grado tiene dos horas semanales y un quinto tiene cuatro. Todo se redujo a la mitad, pero el objetivo es otro, la sociedad es otra. Cambió todo, pero siempre tratamos de seguir manteniendo el idioma, las tradiciones también”, resaltó. En ese sentido, rescató la torta selva negra y los grupos de danza para no perder las tradiciones. “Queremos que los alumnos realmente tengan ganas y les guste aprender alemán. En un momento también pasó que los chicos decían que no querían hablar el alemán porque así hablan sus abuelos y era como el idioma de los viejos”, recordó. La escuela lleva adelante el intercambio de estudiantes con Alemania desde hace 30 años, esto lleva el aprendizaje de la lengua más allá del aula. Todos los años iba alguien, a veces solo una persona y a veces dos o tres. Hubo un tiempo en que tuvo que suspenderse y el año pasado se retomó con el viaje de cuatro estudiantes de cuarto año. “Tiene que ver mucho con la situación económica porque el intercambio lo tienen que pagar los padres, es muy difícil. Los chicos que vuelven de Alemania lo hacen fascinados, pero son poquitos. Ojalá la situación económica cambie alguna vez en nuestro país y que puedan realmente ir más alumnos o ir un grupo entero”, relató la profesional. Remarcó además la importancia seguir trabajando con el idioma, seguir modernizándose y capacitándose. Actualmente, es complicado conseguir un docente de alemán porque la formación es en otras provincias y la mayoría se queda en Buenos Aires o se van a trabajar a otros países justamente por el idioma. Son pocas las escuelas que trabajan con estos idiomas en el país, la gran mayoría son escuelas técnicas que apuntan a la industria automotriz o empresas alemanas como futuro laboral de sus alumnos. Otras, como la de Montecarlo, buscan la forma de que no se pierda la cultura y el idioma de los inmigrantes. “Para mí, que estoy a punto de jubilarme, es un sueño, un anhelo que realmente se continúe con esto del idioma, que se siga porque me parece una pena dejarlo. Somos la única escuela acá en Montecarlo que tiene ese plus. Es gratificante que muchos chicos que vienen de la primaria me digan que quieren continuar acá por el alemán”, se alegró. Asimismo, recibe los comentarios de chicos que quieren ingresar para aprender el idioma. “En las salitas el alemán es lúdico, son canciones, juegos. Tienen una tele en la que pueden ver videítos, cantar, bailar. En primer y segundo grado sigue más o menos el mismo ritmo con un poquito de algo escrito. En tercer grado arrancan con un material, con un libro”, explicó sobre cómo se da la lengua en el aula. En tanto, en cuarto grado, ya empiezan con más estudios, mientras que en la secundaria el alemán es una materia más. “En secundaria empezamos con tres grupos. Hay dos grupos, normales. Dos primeros años, A, B y C. En el A están los chicos que vemos que tienen muchas facilidades con el idioma, en el B están los chicos a los que les cuesta un poquito más y en el grupo C, los chicos nuevos que ingresan; e comienza de cero en ese grupo”, agregó la docente. Compartí esta nota:
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