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  • ¿Argentina, país caro o barato?: el precio relativo de lo cotidiano y lo durable

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 12/10/2025 06:48

    Los vaivenes del tipo de cambio, la inflación y las decisiones fiscales transforman a Argentina en un territorio donde, en cuestión de semanas, puede pasar de ser calificada como “una de las economías más caras de la región” a convertirse en un destino relativamente barato (Imagen ilustrativa Infobae) ¿Es Argentina un país caro o barato? La respuesta depende tanto del prisma con el que se mire como del momento histórico en el que se haga la pregunta: Para el ciudadano de a pie , la percepción cambia al hacer las compras del supermercado, pagar la nafta o pensar en renovar el televisor. Para los inversores , la clave radica en la competitividad de la economía y los costos relativos frente a los socios comerciales. Para los turistas, la comparación es inmediata: cuánto rinden los dólares o reales durante una estadía en Buenos Aires. La cuestión cobra relevancia en un país donde la moneda y los precios dejan de ser simples números para convertirse en termómetros de la política y la macroeconomía. Los vaivenes del tipo de cambio, la inflación y las decisiones fiscales transforman a Argentina en un territorio donde, en cuestión de semanas, puede pasar de ser calificada como “una de las economías más caras de la región” a convertirse en un destino relativamente barato. En este recorrido se analizan tres momentos recientes que permiten comprender cómo la dinámica cambiaria y las decisiones de política económica alteran esa percepción: diciembre de 2023, con la asunción de un nuevo gobierno y un brusco ajuste cambiario; marzo de 2025, cuando la estabilización fiscal y monetaria habilitó el fin del cepo cambiario; y septiembre de 2025, marcado por tensiones políticas que motivaron un respaldo de Estados Unidos y una apreciación del peso. El análisis abarca bienes de consumo masivo, durables y servicios, para entender cómo Argentina se desplazó entre los polos de “cara” y “barata”, y su posición actual frente a Chile, Brasil y Estados Unidos. La moneda y los precios dejan de ser simples números para convertirse en termómetros de la política y la macroeconomía El cambio de gobierno en diciembre de 2023 ocurrió en un contexto de inflación desbordada, atraso cambiario y tarifario y desequilibrios fiscales de magnitud. El dólar oficial permanecía en torno a $400 hasta la asunción de Javier Milei, lo que contenía parcialmente los precios medidos en dólares, aunque bajo un esquema insostenible: emisión monetaria para financiar al Tesoro, déficit gemelos y un Banco Central sin reservas. La inflación cerró el último mes de 2023 con un salto del 25,5% y un acumulado anual superior al 200%, mostrando que lo “barato” en dólares era apenas el reflejo de una economía desordenada. En ese escenario, medio kilo de pan costaba casi el equivalente de USD 2,5 y una docena de huevos no llegaba a USD 3, cifras sorprendentemente bajas frente a países vecinos. Incluso la carne vacuna mantenía precios competitivos en dólares, ofreciendo la impresión de que Argentina era barata. La inflación cerró el último mes de 2023 con un salto del 25,5% y un acumulado anual superior al 200%, mostrando que lo “barato” en dólares era apenas el reflejo de una economía desordenada (Imagen ilustrativa Infobae) La llegada del nuevo gobierno y el ajuste cambiario, que llevó la cotización oficial a $800, fue el primer paso para corregir esas distorsiones. A pesar de ello, a fines de 2023, Argentina seguía resultando barata en algunos rubros. En marzo de 2025, el panorama era diferente. Argentina transitaba un escenario de inflación en franca desaceleración, equilibrio fiscal y un esquema monetario previsible. El levantamiento del cepo y la adopción de una banda cambiaria entre $1.000 y $1.400 por dólar fortalecieron la idea de un mercado más transparente, eliminando atrasos cambiarios. El financiamiento del FMI aprobado en abril redundó en mayores reservas propias para el Banco Central y despejó dudas sobre la sostenibilidad del esquema. En marzo de 2025 los precios en dólares resultaban más elevados que en diciembre de 2023, mostrando una economía en transición Los precios en dólares resultaban más elevados que en diciembre de 2023, mostrando una economía en transición: entre los alimentos , el pan superaba los USD 3, los huevos rondaban los USD 4 y la carne vacuna se acercaba a 11 dólares. Los servicios también se encarecieron: un plan de internet costaba aproximadamente USD 31 al mes y una comida para dos personas, alrededor de 67 dólares. Los bienes durables enfrentaban mayores dificultades de accesibilidad y competitividad de precios, con televisores cerca de USD 620 y zapatillas por encima de 150 dólares. Así, marzo de 2025 fue el momento en que Argentina resultó más cara en dólares, pero debido a un reacomodamiento genuino de precios, no por distorsiones cambiarias. La anterior “baratura” artificial dio paso a un encarecimiento respaldado por fundamentos macroeconómicos sólidos. Política y economía Septiembre de 2025 estuvo signado por la política y su influencia directa sobre la economía. La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de Buenos Aires encendió las alarmas: el índice de riesgo país aumentó, el dólar alcanzó el techo de la banda cambiaria y el Banco Central intervino después de la salida del cepo. La derrota del oficialismo en las elecciones legislativas de Buenos Aires encendió las alarmas (Foto: EFE) La estabilidad previa pareció tambalear, pero la confirmación de un respaldo de Estados Unidos modificó el panorama. El Tesoro norteamericano anunció la compra de bonos argentinos, un swap de USD 20.000 millones con el Banco Central y un crédito stand-by a través del Fondo de Estabilización Cambiaria. Este respaldo financiero provocó una inmediata reacción: el dólar retrocedió de $1.550 a $1.360 y rebotó a $1.460, el índice de riesgo país descendió y los precios locales en dólares se redujeron, retornando a niveles similares a los de diciembre de 2023. Ante este nuevo escenario, los alimentos recuperaron precios competitivos: el pan en torno a USD 2,8, la carne vacuna en USD 9,8 y la leche en USD 1,5. Los servicios mantuvieron una brecha respecto de los países vecinos, con un restaurante de gama media en USD 63 para dos personas y un gimnasio en USD 43,5 mensuales. Los bienes durables siguieron siendo costosos, aunque la apreciación cambiaria suavizó en parte la diferencia. Con los precios recalibrados tras la apreciación del peso, resulta inevitable comparar a Argentina con países vecinos y, también, con economías desarrolladas Con los precios recalibrados tras la apreciación del peso, resulta inevitable comparar a Argentina con países vecinos y, también, con economías desarrolladas. Alimentos y bebidas como la leche y las papas apenas superan los precios de Chile y Brasil; pan y arroz están por encima de los valores regionales. La carne vacuna presenta precios competitivos frente a Estados Unidos, aunque algo más altos que en Brasil. Huevos, manzanas y agua exhiben valores equilibrados, atractivos tanto para turistas como para aquellos que convierten sus ingresos a dólares. En bienes durables , la diferencia persiste: automóviles, electrodomésticos y ropa resultan considerablemente más costosos que en Brasil y Chile. Un auto que cuesta USD 29.600 en Argentina, se obtiene a USD 19.900 en Chile y USD 29.300 en Brasil; una heladera de 320 litros se paga USD 891, en contraste con USD 398 en Chile y USD 808 en Brasil; jeans y zapatillas deportivas duplican los precios de Chile y superan los de Brasil. En servicios, los costos de restaurantes, café o transporte urbano se asemejan a los de Brasil y resultan competitivos frente a Estados Unidos, aunque superan a los de Chile. Telefonía e internet ofrecen ventaja sobre Estados Unidos y muestran menor diferencia respecto de Brasil y Chile. Expensas de departamentos y jardines de infantes privados también destacan: un departamento de 85 m² cuesta USD 61 en Argentina, USD 110 en Chile y USD 210 en EEUU, mientras que la educación infantil privada alcanza valores cercanos a Chile, pero sigue siendo mucho menor que en Estados Unidos. El patrón es mixto: alimentos y servicios cotidianos ofrecen competitividad, mientras que los bienes durables y ciertos servicios sofisticados permanecen costosos. La apreciación de septiembre de 2025 estabilizó los precios en dólares y reconfiguró la percepción sobre lo caro o barato, mezclando competitividad relativa con encarecimiento estructural. La apreciación de septiembre de 2025 estabilizó los precios en dólares y reconfiguró la percepción sobre lo caro o barato, mezclando competitividad relativa con encarecimiento estructural (Foto: AP) La discusión sobre si Argentina es cara o barata no tiene una respuesta definitiva. Todo depende de qué se compare, cómo se realice la conversión de moneda y el momento elegido. Los alimentos y servicios básicos pueden ofrecer ventajas frente a la región, pero los bienes durables y algunos servicios sofisticados continúan afectando de lleno el bolsillo del consumidor. La condición de país caro o barato es un reflejo constante de la relación dinámica entre economía, política y expectativas La historia reciente revela que la percepción de lo caro o barato puede transformarse en cuestión de semanas, según el clima político, el tipo de cambio o la confianza de los mercados. En definitiva, en Argentina, la condición de país caro o barato es un reflejo constante de la relación dinámica entre economía, política y expectativas. El autor es Analista Económico y director de Focus Market

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