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Crespo » Estacion Plus
Fecha: 12/10/2025 00:55
El trigo argentino atraviesa una campaña excepcional. Según la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, la primera estimación nacional de la campaña 2025/26 proyecta una producción de 23 millones de toneladas, un volumen que iguala el récord histórico de 2021/22 y que, de confirmarse, reposicionará al país entre los grandes exportadores mundiales del cereal. El repunte tiene fundamentos claros: un año climático extraordinario, lluvias abundantes durante el otoño y un invierno inusualmente húmedo, que generaron una recuperación hídrica inédita en los suelos agrícolas. En localidades del norte como Gancedo, Chaco, las precipitaciones de agosto superaron los 115 años de registros históricos, lo que transformó un escenario de sequía en uno de potencial récord. A diferencia de campañas anteriores, donde el agua fue la principal limitante, este año el trigo se desarrolla en un contexto ideal. “Los trigos están como nunca”, repiten los técnicos de la región núcleo, donde los rendimientos base se ubican en 40 quintales por hectárea, un valor sin precedentes que podría aportar un tercio de la producción nacional. Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos también reportan una mejora sustancial respecto de 2024, con promedios que oscilan entre 35 y 38 quintales por hectárea. Desde el sector privado, la proyección fue recibida con entusiasmo, aunque sin euforia. El presidente de Argentrigo, Martín Biscaisaque, valoró la magnitud del crecimiento, pero señaló en diálogo con Ambito que el récord solo se confirmará si las condiciones acompañan hasta el final del ciclo. Explicó que todavía quedan “algunas aduanas por pasar”, entre ellas las heladas tardías, los pulsos de aire caliente conocidos como “sopletes” y el riesgo de enfermedades foliares que podrían afectar el llenado del grano. El dirigente reconoció que en zonas del sudeste bonaerense las lluvias no dan tregua, lo que complica el ingreso a los lotes y retrasa las aplicaciones de fungicidas debido a los vientos. Pese a esos inconvenientes, sostuvo que el panorama general “es muy bueno” y que el cultivo muestra una fortaleza inédita tras años de sequías.
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