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» Porven
Fecha: 11/10/2025 13:59
Los trabajos en el nuevo puente carretero entre Santa Fe y Santo Tomé, avanzan desde distintos frente El gobierno de Santa Fe avanza con las obras del puente Santa Fe – Santo Tome. «Mientras los vecinos que cruzan a diario pueden ver las máquinas trabajando de día y de noche en la colocación de los pilotes y las columnas, ya fabricamos 28 de las 215 vigas longitudinales que van a conectar las dos ciudades», explicaron los funcionarios de la provincia. «Mientras sigue la fabricación de las primeras vigas en la provincia de San Luis -después continuaremos con el grueso de la producción en la planta de San Agustín, muy cerca de Santo Tomé-, ya colocamos 87 pilotes, 34 columnas y 7 dinteles transversales para unir las columnas», resaltaron. «Al mismo tiempo, estamos desarrollando obras complementarias en ambas cabeceras. En Santa Fe, ya empezamos la construcción del terraplén. Y en Santo Tomé estamos tomando muestras de suelo y casi terminando el proyecto ejecutivo». El proyecto del nuevo puente Santa Fe – Santo Tomé requiere 215 vigas pretensadas: 30 se fabrican en San Luis y las restantes 185 en San Agustín, provincia de Santa Fe. Cada una de ellas mide 30,8 metros de largo, 1,5 de altura y 0,70 de ancho, con un peso aproximado de 80 toneladas. Para la fabricación de las vigas, en primer lugar se produce la preparación de los cables: en bancos de 80 metros de longitud se colocan los cables de acero de alta resistencia, que son tensados mediante gatos hidráulicos, anclados en bloques de hormigón, garantizando un esfuerzo uniforme. Luego, el hormigonado y el curado acelerado: se vuelca la mezcla de hormigón, preparada en planta y con control de calidad, para asegurar resistencia y durabilidad de las piezas. Una vez hormigonada la viga, se realiza el proceso de curado para acelerar el fraguado y poder desmoldar en 24 horas. Tras un día de curado del hormigón, se produce el desmolde de la primera viga y se repite el mismo procedimiento diariamente, durante 4 días, hasta completar las 4 vigas. Posteriormente, tiene lugar el fraguado y curado final: después del cuarto día de hormigonado, se deja un día adicional para que las vigas alcancen la resistencia necesaria. Finalmente, en lo que se denomina como destesado, se libera la tensión de los cables transfiriendo la carga de compresión al hormigón. Este proceso le otorga a las vigas la capacidad de soportar grandes cargas y salvar grandes luces entre apoyos, condición fundamental para este tipo de estructuras.
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