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» Elterritorio
Fecha: 11/10/2025 10:56
La instructora Valentina Vidal trajo desde España el wingfoil, una disciplina acuática que combina adrenalina, equilibrio y libertad. Desde cero o con experiencia, todos pueden hacerlo. sábado 11 de octubre de 2025 | 4:00hs. La nueva propuesta promete sumar adeptos por su particularidad manera de practicarlo. Foto: Jorge Acosta En el club León Seró de Posadas se respira una energía diferente. Allí, entre risas, tablas y alas flotando sobre el agua, Valentina Vidal enseña a deslizarse sobre el río con el wingfoil, un deporte acuático que combina adrenalina, equilibrio y libertad. Su entusiasmo es contagioso: basta compartir unos minutos con ella para notar que no sólo quiere enseñar, sino transmitir la emoción de volar sobre el agua. “Antes remaba y después fui viendo que teníamos muchas posibilidades y quise probarlas todas. Arranqué con windsurf en 2018, mucho tiempo estuve ahí, y cuando me fui a España me quedé loca con el wingfoil. Al final quería devolverle al León Seró todo lo que hizo por mí. Compartir la pasión es lo que más me mueve”, cuenta Valentina mientras prepara los equipos en la orilla del río. De Málaga a Posadas El camino del wingfoil hasta el Paraná comenzó en España. “El año pasado, a mediados de abril, estaba viviendo en Málaga. Un amigo, Guille, que también es parte del club León Seró y la vida nos juntó allá, me pasó la data de un club llamado Térmiko. Yo quería hacer windsurf, que era lo que realmente sabía hacer, pero llegué al club y me encontré con el wingfoil. Me interesé, me formaron y este año estuve trabajando ahí en la temporada”, recordó. Decidida a traer esta disciplina a su ciudad natal, Valentina continuó: “Justo tenía que venir para Argentina, así que me traje los equipos conmigo, los que usamos en Málaga, y la idea es unir fuerzas entre el Térmiko y León Seró. Queremos que todos puedan disfrutarlo y contagiar la pasión que sentimos por el deporte”. Para quienes nunca lo han probado, el wingfoil puede parecer un deporte futurista. Consiste en equilibrarse sobre una tabla ligera equipada con un foil, mientras se sostiene un ala no conectada a la tabla, que aprovecha la fuerza del viento para generar sustentación. Así, la tabla se eleva, creando la sensación de volar sobre el agua. “Literalmente es volar. La tabla tiene un mástil al que se le pone un avión -el foil-, que hace que cuando navegamos con viento, se eleve. La sensación es de adrenalina pura”, explicó Valentina con ojos que brillan cuando habla de esta disciplina. Comparado con el windsurf, el wingfoil es más liviano, progresivo y fácil de controlar, además de requerir menos viento para navegar, algo ideal para las condiciones del Paraná en Posadas. “Es perfecto para acá. No necesitamos mucho viento y es muy llamativo a la vista, parece que vas flotando sobre el río”, agregó. Aprender desde cero Uno de los grandes atractivos del wingfoil es que se puede aprender desde cero. “Conmigo no hace falta tener conocimientos previos. Traigo la filosofía del Térmiko: enseñar cómo funciona el viento, cómo usar el cuerpo y cómo disfrutar del deporte. La idea es que todos podamos conocer un poco más el río”, subrayó la instructora. La sensación de volar, la conexión con el agua y la naturaleza, y el aprendizaje constante sobre viento y equilibrio hacen del wingfoil un deporte completo y emocionante. “A medida que vas aprendiendo, te familiarizas con todo, y eso también te sirve para otros deportes acuáticos como el kitesurf o la vela”, aseguró. El club dispone de todos los elementos de seguridad, por lo que solo se necesita ganas de probar. La edad mínima recomendada es a partir de 13 ó 14 años, pero no hay límite superior: “Literal, para el que se anime y tenga ganas, acá estamos con las puertas abiertas”, comentó. Valentina está todos los días en el club y organiza clases en mañana y tarde, adaptándose a la disponibilidad de quienes quieran aprender. Más allá del deporte, destacó la importancia de la comunidad que se forma en el club. “Es un grupo muy unido. Traer el wingfoil acá es unir pasiones, compartir y aprender juntos”, reflexionó. Quienes estén interesados en sumarse a esta nueva disciplina, pueden comunicarse con Valentina para coordinar día y horario. Su número de contacto es 3765-040133. El futuro del wingfoil Aunque el wingfoil es un deporte relativamente nuevo en Argentina, la posadeña cree que tiene gran potencial en el río Paraná: “Se adapta perfecto a nuestras condiciones y creo que es el futuro. La gente se tiene que animar porque las sensaciones son hermosas, la adrenalina es pura y es una manera increíble de disfrutar del río”. Con su energía positiva y su entusiasmo, Valentina no sólo enseña un deporte, sino que abre una puerta a la aventura, a la libertad y al placer de volar sobre el agua. Cada clase, cada deslizamiento sobre el Paraná, es una invitación a sentir, aprender y compartir la pasión por el wingfoil.
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