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Chajari » actualidadadiario
Fecha: 09/10/2025 13:21
El entusiasmo inicial por el apoyo político y financiero de la administración Trump a la Argentina comenzó a desvanecerse. Analistas globales consideran que el rescate es apenas un alivio momentáneo y advierten por la sostenibilidad del programa económico Por la lectura que hicieron los analistas locales sobre el aparatoso y aún desconcertante rescate del Tesoro de EEUU podría decirse que prima no solo la cautela sino más bien un manto de dudas, sobre todo, por los tiempos que se tomen para mostrar finalmente las cartas al mercado. Otro tanto opinan los analistas internacionales que no se guardan nada y llegan a calificar al rescate norteamericano como una simple “curita”, no una cura. Así por lo menos lo consideran en la consultora global Oxford Economics (OE), mientras que sus colegas de Pantheon Macroeconomics (PM) también ponen reparos sobre lo que se puede esperar del tan ansiado rescate de Trump a Milei. Tanto en el mercado local como internacional, claro que, con diferente nivel de ansiedad, están hambrientos de novedades sobre las negociaciones del equipo económico y el Tesoro de EEUU y el Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero amén de las suspicacias y especulaciones locales, en el exterior no solo le bajan los decibeles al rescate, sino que redoblan las dudas sobre la sostenibilidad del programa económico y, sobre todo, la estrategia cambiaria. “El secretario del Tesoro de EEUU, Scott Bessent, anunció un préstamo de u$s20.000 millones a Argentina para ayudar a frenar semanas de importantes ventas masivas de activos argentinos y la presión alcista sobre el peso. Si bien la medida refuerza la confianza y garantiza el pago de bonos hasta 2026, no aborda en gran medida los problemas subyacentes de Argentina”, señalan desde Oxford. Por ello, los economistas de la consultora británica enfatizaron que el rescate era como una “curita”, no una cura (“US support for Argentina is a band-aid not a cure”). En su último informe sobre Argentina y el apoyo de EEUU, afirman que las decisiones económicas del gobierno (de Milei) tras las elecciones intermedias de octubre siguen siendo inciertas, pero advierten que abordar la sobrevaluación del 20% del peso es crucial para la acumulación sostenible de reservas. “Sin embargo, esto se produciría a costa del apoyo social al presidente Javier Milei, ya que la inflación aumentaría”, consideran. Sobre el paquete de ayuda, dicen que, tras una fuerte liquidación de activos argentinos y la creciente presión sobre el peso en las últimas semanas, la administración Trump otorgará un préstamo de u$s20.000 millones al gobierno argentino mediante una línea swap y un crédito stand-by, “pero sus condiciones aún no están claras”. “Si bien la medida ofrece un impulso a la confianza de los mercados y garantiza el pago de bonos en 2026, el préstamo dista mucho de resolver los problemas de Argentina”, afirman sin tapujos. Al respecto, OE opina que el problema de Argentina no es la falta de dólares, sino la ausencia de una forma sostenible y a largo plazo de generarlos. “La estrategia del gobierno para asegurar dólares se ha basado en la acumulación de más deuda a través de organismos internacionales, repos y, ahora, del gobierno estadounidense, lo cual es insostenible”, alertan. Por eso, explican que, para crear un flujo constante de dólares, “el Gobierno necesita abordar la sobrevaluación del peso del 20%, una medida que Milei no ha estado dispuesto a tomar debido al costo político de una mayor inflación”. “Sin embargo, su actual política de control del peso también ha sido ineficaz últimamente, a medida que el apoyo a la oposición ha ido en aumento. Según OE, las políticas de Milei no han abordado eficazmente la sobrevaluación del peso. Pantheon Macroeconomics: riesgos políticos y fragilidad del mercado Por su parte, los economistas de PM señalan que, desde mediados de septiembre, el índice bursátil S&P Merval ha reflejado la creciente inestabilidad económica y política de Argentina, manteniéndose muy por debajo de sus máximos anteriores y marcado por una fuerte volatilidad, ubicándose en los últimos días un 29% por debajo de su máximo de enero. Explican que el mercado no se ha recuperado de la caída del 14% a finales de agosto, provocada por la derrota de la coalición del presidente Milei en Buenos Aires, y los rebotes intra-diarios han sido efímeros por lo que el índice permanece atrapado en un amplio rango. Consideran que las pérdidas cercanas al 50% en dólares, amplificadas por la debilidad del peso argentino, reflejan la actual crisis de confianza en medio de una desaceleración de la desinflación, un creciente ruido político y primas de riesgo elevadas. Por ello, señalan que, “los reveses políticos han puesto en duda el impulso reformista del gobierno, mientras que las acusaciones de corrupción en el círculo del presidente Milei han profundizado la desconfianza”. De esta manera, la caída del peso a mínimos históricos cercanos a $1.435 por dólar ha intensificado la presión sobre el Banco Central y ha elevado los diferenciales de los bonos a más de 1.200 puntos básicos. Además, agregan, como “la inflación general aún supera el 35% y las expectativas de crecimiento están disminuyendo, con el riesgo de una recesión, los inversores se mantienen a la defensiva antes de las elecciones intermedias de octubre, a pesar del apoyo reafirmado de EEUU y el FMI”. También ponderan no solo el ruido político sino además la debilidad parlamentaria: la coalición del presidente Milei perdió las elecciones en la provincia de Buenos Aires y las tensiones aumentaron por el veto de los proyectos de ley fiscales. “El repunte de finales de septiembre probablemente refleje un alivio táctico más que un cambio estructural. Si bien los márgenes cambiarios pueden haber mejorado, la volatilidad se mantendrá alta”, afirman desde PM. La consultora británica destaca que los mercados continúan cotizando el tipo de cambio por encima del límite de la banda cambiaria para fin de año, y la inflación, el riesgo fiscal y la fragilidad política afectan la confianza. Bajo un contexto donde las tasas de interés paralelas se han divergido y los diferenciales de la deuda soberana siguen elevados, y encima se avecinan las elecciones intermedias de octubre, opinan que el peso seguirá siendo vulnerable. “El respaldo estadounidense y los flujos de divisas ofrecen un respiro, pero la credibilidad y la estabilidad política son los pilares fundamentales”, sostienen.
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