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Chajari » Chajari al dia
Fecha: 08/10/2025 11:23
El 8 de octubre de 1898 apareció en Argentina la revista Caras y Caretas, marcando el inicio de un semanario que combinaba texto, imágenes y un nuevo enfoque periodístico, revolucionando la prensa de la época. Dirigida por el entrerriano, José Sixto Álvarez, quien firmaba con el seudónimo Fray Mocho, la publicación se caracterizó por su cobertura de temas políticos, sociales y culturales, el uso pionero del fotoperiodismo y su estilo misceláneo, que la convirtió en un referente de la memoria colectiva argentina. El 23 de agosto se cumplieron 113 años de la muerte de este escritor y periodista entrerriano, nacido en Gualeguaychú de 1903, José Seferino Álvarez, fundador de la revista “Caras y Caretas” y autor entre otras obras de “Un viaje al país de los matreros”, “Memorias de un vigilante” y “En el mar austral”. Álvarez estudió en el Colegio Nacional de Concepción del Uruguay, donde pudo iniciarse como periodista. A los 21 años se trasladó a Buenos Aires donde colaboró en diarios como El Nacional, La Pampa, La Patria Argentina, La Nación y La Razón. Fundó la revista Fray Gerundio, que no tuvo éxito. Se llamaba posiblemente José Ceferino Álvarez (otros dicen Severino), pero por error habría sido inscripto como “Seferino”, por lo que siempre quiso ocultar esa falta ortográfica firmando José S. Álvarez, y diciendo que la “S” era inicial de Sixto. En Buenos Aires se desempeñó como funcionario y cronista policial, lo que le permitió observar de cerca a los delincuentes, sus costumbres y modos de operar, lo que narró en varios de sus libros; sobre todo en su “Vida de los ladrones célebres” y “Memorias de un vigilante”. En 1898 fundó la revista Caras y Caretas, que dirigió durante los cinco años siguientes y en la cual popularizó sus semblanzas festivas, firmadas con el seudónimo de Fray Mocho. Esta revista fue fundamental en la vida política argentina al punto que nunca fue olvidada y ha sido refundada una y otra vez como si a pesar del paso de las década se negara a desaparecer, destino que han seguido tarde o temprano todas las otras. Caras y Caretas tuvo una popularidad muy grande sobre todo en las primeas décadas del siglo XX ejerciendo su humor político ácido, desenfadado e inteligente. En la compilación “Fray Mocho desconocido” se reúne toda su obra, cuentos viñetas aparecidos en la mencionada revista. Fray Mocho supo patear la calle y comunicarse a través del idioma del pueblo de entonces, el lunfardo. En Buenos Aires vivió en una casa “chorizo” heredera del estilo italiano de construir, en la calle Bolívar del barrio de San Telmo, por entonces muy propicio para los bohemios como era él. De San Telmo tomó el material para sus trabajos de escritor fascinado por la gente común. Vale apuntar que Caras y Caretas fue revolucionaria, porque no solamente tenía un armado diferente en la disposición de las publicidades, sino también el uso de caricaturas, la impresión de calidad y las viñetas costumbristas obras de Fray Mocho. G.S.
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