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» Misionesparatodos
Fecha: 07/10/2025 14:04
Una investigación judicial expuso una red que operaba a través de redes sociales y ofrecía subrogaciones de vientre a extranjeros. La fiscalía investiga a médicos, abogados y a la empresa Sudamérica Surrogant, dirigida por la doctora Ester Núñez. Una investigación judicial en curso reveló una compleja red de vientres subrogados con conexiones internacionales, que operaba en Argentina a través de redes sociales y presuntamente involucraba prácticas cercanas a la trata de personas. El caso salió a la luz cuando una mujer de Córdoba, que había accedido a gestar un bebé para una ciudadana francesa, dio a luz de manera prematura a un niño con problemas neurológicos. La mujer contratante se negó a recibir al recién nacido porque “el contrato establecía que debía ser un bebé sano”. Todo comenzó con un grupo de Facebook llamado Gestación Solidaria Argentina, donde mujeres ofrecían o solicitaban vientres subrogados. Desde allí, la cordobesa fue contactada por representantes de Sudamérica Surrogant, una empresa dirigida por la doctora Ester Núñez, que se dedica a conectar a personas del exterior con posibles gestantes en el país. Según la investigación, Núñez sería la cara visible y principal operadora de esta red, que además trabaja con el laboratorio Cegyr, encargado de los procedimientos médicos de fertilización y transferencia de embriones. La mujer viajó a Buenos Aires para firmar un contrato con supuestas irregularidades: no se establecían montos ni condiciones precisas. Sin embargo, la fiscal a cargo del caso determinó que la ciudadana francesa habría pagado entre 50.000 y 60.000 dólares, mientras que la gestante recibió entre 10.000 y 15.000 en pagos parciales y sin recibos oficiales. Durante el embarazo, la mujer fue inscripta en una prepaga y alojada en un departamento costeado por la empresa. A los siete meses, comenzó a sentirse mal y acudió al Sanatorio Allende, en Córdoba, donde dio a luz a un bebé prematuro. Ante el cuadro del recién nacido, el hospital activó los protocolos judiciales y dio intervención a la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia (Senaf) y al fiscal Enrique Senestrari, luego de que la gestante declarara que “no era la madre del bebé” y que solo había alquilado su vientre. La progenitora francesa que subrogó no se hizo cargo y quedó en un hospital en Villa Allende: el bebé quedó bajo protección judicial, en busca de una familia. La Justicia determinó que el niño debía quedar bajo guarda, mientras la causa pasó a manos de la fiscal federal Alejandra Mangano, quien ya investigaba denuncias previas contra Sudamérica Surrogant. En el expediente, que supera las 100 páginas y acumula 48 denuncias, también figuran abogados, escribanos, médicos y laboratorios implicados. La fiscal Mangano imputó a la doctora Núñez por presunta trata de personas. Argumentó que, si bien la subrogación de vientre en Argentina carece de una regulación específica, y por lo tanto, no está prohibida, las conductas vinculadas a la explotación y comercialización de mujeres vulnerables constituyen delitos previstos por la ley. El caso evidenció también un cambio en la normativa de la Ciudad de Buenos Aires. Hasta principios de este año, los extranjeros podían inscribir directamente a su nombre a los bebés nacidos por subrogación y llevárselos del país. Sin embargo, tras detectarse irregularidades, se dispuso que los recién nacidos deban ser inscriptos con el nombre de la mujer gestante y uno de los interesados, lo que impide la salida inmediata del país sin un proceso de adopción judicial. La investigación permitió detectar que Sudamérica Surrogant es parte de un holding con presencia en varios países, lo que explica la cantidad de extranjeros involucrados. En varios casos, mujeres argentinas denunciaron haber sido abandonadas a mitad de proceso o endeudadas con prepagas tras ser dadas de baja sin previo aviso. “Estamos ante una forma moderna de trata. Se aprovechan de mujeres vulnerables, que ponen su cuerpo para obtener algo de dinero”, sostuvo una fuente judicial. El caso continúa bajo investigación y podría derivar en una causa internacional. Por Viviana Tarantino-Perfil
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