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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 07/10/2025 10:34
Una de las impactantes visuales desde la cima del Obelisco porteño Por primera vez en sus 89 años de historia, el Obelisco de Buenos Aires abrirá de manera regular su mirador al público, permitiendo a residentes y visitantes acceder a una vista panorámica de 360° sobre la Ciudad desde una altura de 67,5 metros. Esta iniciativa, que comenzará el 1 de noviembre, marca un hito en la oferta turística y cultural porteña, al transformar el acceso a uno de sus monumentos más emblemáticos. El acceso al mirador del Obelisco Símbolo indiscutido de la identidad porteña, el Obelisco recibe cada año a más de 9 millones de turistas nacionales e internacionales. Con la apertura de su mirador, la Ciudad suma una propuesta que integra tecnología, historia y vistas privilegiadas, consolidando al monumento como uno de los grandes íconos urbanos del mundo y ofreciendo una nueva forma de descubrir Buenos Aires en toda su magnitud. Cómo es la experiencia El ascenso al mirador del Obelisco fue cuidadosamente diseñado para preservar la estructura original del monumento. El recorrido comienza con ocho escalones que conducen al ascensor interno, cuya capacidad es de cuatro personas y uno de cuyos laterales es vidriado, permitiendo observar el interior del Obelisco durante el trayecto. Otra de las postales del skyline porteño El ascensor, equipado además con una pantalla informativa, realiza el ascenso en aproximadamente un minuto hasta el nivel 55. Desde allí, una escalera caracol de 35 peldaños lleva a los visitantes hasta la cúspide, donde se encuentra el mirador. El tiempo total de la visita es de 20 minutos. En el mirador, cuatro ventanas orientadas hacia los puntos cardinales ofrecen una panorámica única de la ciudad, acompañada de una narración histórica y cultural que enriquece la experiencia. Dos de los cuatro ventanales de los que dispone el mirador Hasta ahora, acceder a este punto solo era posible tras subir 206 escalones de una angosta escalera marinera, lo que limitaba el acceso a un público muy reducido. Por motivos técnicos y de seguridad, el mirador no es accesible para personas en silla de ruedas ni para quienes tengan movilidad reducida. No obstante, se prevé la incorporación de una experiencia de realidad virtual que permitirá a este público conocer los secretos y la evolución del Obelisco de manera inmersiva. Dónde y cómo sacar los tickets: cuánto cuesta el acceso El nuevo Mirador Obelisco estará disponible todos los días entre las 9 y las 17 horas. Las entradas podrán adquirirse próximamente a través de la web miradorobelisco.com.ar o de forma presencial en los stands ubicados en la intersección de la Avenida Diagonal Norte y la Avenida 9 de Julio, a partir de la fecha de apertura. El precio para residentes argentinos será de $18.000 (con acreditación de documento), mientras que los no residentes abonarán $36.000. El portal del Mirador Obelisco para reservar los tickets para la visita Los jubilados y los niños de entre 4 y 11 años accederán a un descuento del 50% sobre la tarifa correspondiente, y los menores de 4 años ingresarán sin cargo. En situaciones excepcionales, como condiciones climáticas adversas o movilizaciones sociales que impidan el acceso, las entradas podrán reprogramarse o se reembolsará el importe abonado. El debut de la experiencia en mayo con entrada gratuita El monumento había abierto, entre el 1 y el 4 de mayo, para recibir a unos 500 visitantes. Cada uno ya no tenía que subir 328 peldaños de una escalera vertical, amurada a sus paredes, sino ocho escalones primero, siete pisos -55 segundos- en ascensor, y otros treinta escalones, los últimos a través de una estructura de caracol, para llegar a su pico y ver la ciudad como nunca antes. La colosal vista de la avenida 9 de julio, desde la cima del Obelisco Por la ventana que da al norte se veía el río y por la que da al este, también. También los carteles que, tras el atardecer, serán luminosos sobre la Avenida Corrientes. Se ve todo el largo de la avenida más ancha del mundo, los autos que van y vienen, los árboles que le dan sombra y belleza. Las copas de la Diagonal Norte y el Palacio de Tribunales se imponen en las visuales. También se observa, “de cerca”, el chalet que un mueblero español construyó en la terraza del edificio en el que funcionaba su negocio porque quería tener un lugar lindo donde dormir la siesta, que se pareciera a los chalets de Mar del Plata que tanto le gustaban. Se ven los teatros y el perfil de Eva Perón instalado en la cara norte del edificio del antiguo Ministerio de Obras Públicas, y algunas cúpulas con reloj de aguja, y la ropa colgada en la terraza de algún vecino, un paisaje poco visto en el Microcentro porteño.
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