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  • “Se compra lo mínimo indispensable”: cómo viven los rafaelinos el consumo en tiempos difíciles

    » Rafaela Noticias

    Fecha: 07/10/2025 04:38

    “Se compra lo mínimo indispensable”: cómo viven los rafaelinos el consumo en tiempos difíciles Por Redacción Rafaela Noticias Marcelo, dueño de un almacén ubicado en pleno centro de Rafaela, describió la situación que atraviesan los comercios de cercanía. “Con el movimiento que hubo hace diez días, las corridas bancarias y todo eso, hubo un incremento en las listas de precios, en algunas del 5 al 8 por ciento”, señaló. El impacto se siente en bebidas, alimentos y prácticamente en todos los rubros. “La gente lo está sintiendo, se nota mes a mes. Bajan las ventas y cada vez se compra lo mínimo indispensable, la comida del día. También se está empezando a notar el corrimiento a segundas marcas, incluso en un local del centro, donde el nivel socioeconómico es un poco más elevado”, explicó. Sobre la relación con los clientes, fue claro: “La gente compra lo que puede, se queja, como nos quejamos todos, pero no queda otra. Esperemos que dentro de poco podamos salir de todo esto”. Gustavo, otro comerciante consultado, se refirió al consumo de tabaco, un rubro que también se transforma. “La venta de cigarrillos más o menos se mantiene. Puede haber bajado un poco, pero se mantiene. Lo que sí hay un gran cambio es en las marcas: la gente se va pasando a las más económicas. Con cada aumento, bajan la calidad”, sostuvo. La diferencia de precios es contundente. “Un atado de 20 de primera línea está en los 5.000, y uno de segunda ronda entre los 2.500 y 2.700. La diferencia es mucha, casi la mitad”, detalló. Además, resaltó un fenómeno en crecimiento: “Muchísima gente, sobre todo después de la pandemia y con los aumentos, se volcó al tabaco para armar cigarrillos. Ahí sí se ven jóvenes, mujeres y adultos que eligen esa opción. Dicen que es más económico y que, además, se fuma menos porque lleva un proceso armarlo”. En la vereda de los supermercados también se perciben realidades diversas. Una vecina aseguró: “El consumo de todos los días para la comida diaria es una vergüenza. Me obligué a bajar el nivel de calidad y apostar a segundas marcas”. Otro vecino, en cambio, sostuvo que no cambió sus hábitos: “Gracias a Dios, nada. Todo igual. Compro de confianza en mi mercado”. Una compradora habitual resumió: “Sí, seguro que se nota. Más que nada en la mercadería. Voy una vez por semana, y sí, tuve que pasar a segundas marcas”. No todos redujeron el gasto: “No, para nada. Aumenté más. Compro cualquier marca, la que me gusta”, dijo otro vecino. Entre resignación y estrategias, un cliente concluyó: “Está todo carísimo. Compro una vez por semana y trato de aprovechar ofertas”. El testimonio de comerciantes y vecinos refleja una realidad común: la necesidad de ajustar los consumos. Algunos resignan calidad, otros mantienen hábitos por confianza en ciertos comercios o productos, y algunos incluso incrementan las compras, aunque buscando alternativas más económicas.

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