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» Sin Mordaza
Fecha: 07/10/2025 01:55
El presente de Unión atraviesa horas críticas fuera del campo de juego. El club se encuentra con sus cuentas principales congeladas a raíz de un embargo judicial impulsado por el representante Sergio Levinton, apoderado de Ignacio Malcorra, quien reclama una deuda que —según afirma— lleva una década sin resolverse. En declaraciones a los medios, Levinton sostuvo: “Estuve 10 años esperando que el club me cumpla con lo que estaba documentado”. Ese reclamo fue finalmente llevado a la Justicia, que dictó la medida de embargo sobre los fondos de la institución. La respuesta del presidente Luis Spahn no se hizo esperar. Consultado sobre el tema, fue categórico: “Desconocía esto. No vamos a ceder ni un centavo”. Mientras tanto, la situación genera un fuerte impacto interno. El bloqueo de fondos compromete el cumplimiento de obligaciones inmediatas —como el pago de sueldos y gastos operativos— y obligó a la dirigencia a buscar alternativas urgentes para sostener el funcionamiento diario del club. La institución presentó una apelación que podría demorar su resolución definitiva, pero el conflicto ya expone un nuevo frente judicial y económico para Unión, que deberá reorganizar su tesorería y su planificación financiera en medio de un escenario delicado que promete extenderse en el tiempo.
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