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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 06/10/2025 14:52
Adeline Watkins fue el rostro oculto en la vida de Ed Gein, ofreciendo una perspectiva inesperada sobre el infame criminal estadounidense (Netflix/Archivo de periódico/Plainfield Sun) Durante décadas, la figura de Adeline Watkins permaneció en la sombra, asociada únicamente al nombre de Ed Gein, el infame “Carnicero de Plainfield”. Sin embargo, el reciente estreno de la serie de Netflix Monstruo: la historia de Ed Gein potenció el interés por su figura. En 1957, la mujer aseguró haber mantenido una relación sentimental de veinte años con uno de los criminales más notorios de Estados Unidos, para luego desdecirse y afirmar que solo existía una amistad. El caso, que en su momento acaparó titulares y ahora vuelve a la conversación pública, sigue envuelto en misterio. Las primeras declaraciones de Watkins, recogidas por la prensa estadounidense, se produjeron en noviembre de 1957, pocos días después del arresto de Gein por el asesinato de Bernice Worden. En una entrevista con el Minneapolis Tribune, Watkins, entonces una mujer de 50 años residente en Plainfield, Wisconsin, relató que había salido con Ed Gein durante dos décadas. La mujer relató haber compartido dos décadas de amistad y posibles sentimientos románticos con Gein (Archivo de periódico/Plainfield Sun) Según su testimonio, ambos compartieron una relación cercana y prolongada, lo que sorprendió a la opinión pública dada la naturaleza de los crímenes atribuidos al hombre. El entorno familiar de Adeline Watkins también aportó su perspectiva sobre el vínculo con el asesino. Ella vivía en un pequeño apartamento junto a su madre viuda, quien describió a Gein como un hombre “dulce y educado”, asegurando que siempre llevaba a su hija de regreso a casa antes de las 22:00 tras sus salidas. Watkins, por su parte, lo calificó como “bueno, dulce y amable”. La imagen que ambas ofrecieron contrastaba con la reputación criminal de Ed Gein y subrayaba la normalidad de sus encuentros. En cuanto a las actividades que compartían, Adeline Watkins detalló que la mayoría de sus citas consistían en ir al cine, aunque en ocasiones visitaban bares locales. No obstante, ella misma reconoció que Gein no era aficionado al alcohol: “Casi tenía que arrastrar a Eddie a una taberna”, afirmó, añadiendo que él prefería ir a una farmacia a tomar un batido. La supuesta propuesta matrimonial del asesino generó una oleada de titulares, marcando un giro inesperado en el caso (Bettmann Archive) Además, ambos compartían el gusto por la lectura, aunque nunca coincidían en los mismos libros. Watkins explicó que discutían sobre literatura y que Gein sentía especial interés por obras sobre animales exóticos y lugares como África e India. También conversaban sobre crímenes, aunque, según ella, nunca abordaron los delitos cometidos por Gein. “Creo que discutimos cada asesinato del que oímos hablar. Eddie me contaba cómo el asesino se había equivocado, qué errores había cometido. Me parecía interesante”, relató Watkins a los periodistas. Uno de los episodios más llamativos de su relato fue la supuesta propuesta de matrimonio que, según Watkins, Gein le hizo en su última cita el 6 de febrero de 1955, dos años antes de su detención. “Lo rechacé, pero no porque hubiera algo malo en él”, explicó al Minneapolis Tribune. “Era algo que estaba mal en mí. Supongo que tenía miedo de no poder estar a la altura de lo que él esperaba de mí”. La mujer añadió que él era tan considerado que, en ocasiones, sentía que se aprovechaba de su bondad. A pesar de rechazar la propuesta, aseguró que sus sentimientos no cambiaron: “Lo amaba y aún lo amo”, confesó. La serie “Monstruo: la historia de Ed Gein” reavivó la intriga sobre el vínculo entre Watkins y el apodado “Carnicero de Plainfield” (Netflix) La repercusión mediática de estas declaraciones fue inmediata. La historia de un supuesto romance de veinte años con Ed Gein se difundió rápidamente y la imagen de Adeline Watkins apareció en las portadas de varios periódicos. Sin embargo, la atención pública pareció incomodarla. Días después, Watkins contactó al editor del Plainfield Sun, un medio local, para rectificar sus afirmaciones. En esta ocasión, negó haber sido la “novia” de Gein y sostuvo que su relación era únicamente de amistad. “No hubo un romance de 20 años”, declaró, describiendo el vínculo como puramente platónico. Explicó que Gein solía visitarla en su apartamento y que, en ocasiones, iban juntos al cine. Aunque desmintió cualquier relación sentimental, Watkins mantuvo su descripción de Gein como una persona “tranquila y educada”. Además, negó haberlo calificado de “dulce” y fue enfática al rechazar la afirmación de que “prácticamente lo arrastraba a una taberna”, como se había publicado. Según reportes posteriores, Watkins expresó que sentía lástima por Gein. La historia de Adeline Watkins y su relación con Ed Gein se convirtió en objeto de reinterpretación en la cultura popular. La figura de Adeline Watkins encontró un nuevo escenario en la ficción, ahora interpretada por Suzanna Son en la tercera temporada de "Monstruo" (Netflix) Ahora su figura ha cobrado nueva vida en la tercera temporada de la antología Monstruo de Ryan Murphy, titulada Monstruo: la historia de Ed Gein. En la ficción, Watkins es interpretada por Suzanna Son. En declaraciones recogidas por People, la actriz describió el papel como “un sueño hecho realidad” y expresó su entusiasmo por interpretar a un personaje tan enigmático. “No puedo explicar qué es lo que me atrae, pero siempre sigo esa sensación cuando la tengo”, afirmó Son sobre su motivación para asumir el rol.
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