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» Diario Cordoba
Fecha: 06/10/2025 08:59
La aparición de la vida animal en la Tierra es algo relativamente reciente, si se compara con el origen mismo del planeta, formado hace unos 4.500 millones de años. Se cree que la vida microbiana surgió hace entre 4.300 y 3.700 millones de años, pero seguía siendo una vida ‘invisible’. Harían falta aún varios miles de millones de años para que surgiera algo reconocible como una verdadera forma animal: las esponjas. Científicos norteamericanos han estudiado los "fósiles químicos" que pueden encontrarse en determinadas rocas y han descubierto que las esponjas surgieron en la Tierra hace unos 541 millones de años. Aunque hay evidencias más antiguas de vida animal, este descubrimiento demuestra que las esponjas antiguas aparecieron mucho antes que la mayoría de los organismos multicelulares y posiblemente fueron uno de los primeros animales de la Tierra. Los científicos han hallado nuevas pruebas de la antigüedad de las esponjas / Agencias Los compuestos orgánicos encontrados por los investigadores en las rocas son tipos especiales de esteranos, conocidos como esteroles de 30 carbonos (C30). Son una forma geológicamente estable de esteroles, el mismo grupo de esteroides que incluye el colesterol, y que se encuentran en las membranas celulares de organismos complejos. Los investigadores lograron relacionar estos esteranos especiales con una clase de esponjas marinas conocidas como demosponjas, lo que vendría a demostrar que esos "fósiles químicos" hallados son vestigios de vida animal primitiva, según recoge IFLScience. Cuerpos blandos en los océanos "Desconocemos con exactitud el aspecto que tendrían estos organismos en aquel entonces, pero sin duda habrían vivido en el océano, habrían tenido un cuerpo blando y presumimos que no tenían un esqueleto de sílice", declaró Roger Summons, autor del estudio y profesor emérito de Geobiología de Schlumberger en el Departamento de Ciencias de la Tierra, Atmosféricas y Planetarias del MIT. Las esponjas siguen existiendo hoy en día y, a pesar de su apariencia, son animales, no plantas ni hongos. Esto se debe a que están compuestas por múltiples tipos de células eucariotas que realizan diferentes funciones, carecen de pared celular y pueden alimentarse, reproducirse y adaptarse a su entorno; características clave que distinguen a los animales de las plantas, los hongos, las bacterias y otras formas de vida. Las esponjas surgieron hace unos 541 millones de años / Agencias Sin embargo, son animales simples, carentes de órganos, tejidos y sistemas especializados complejos como el nervioso, el digestivo o el circulatorio. Son esencialmente una masa blanda y esponjosa de células animales, pero células animales al fin y al cabo. Hacia la explosión cámbrica Poco tiempo después de la aparición de las esponjas, el planeta Tierra presenció un estallido de vida, con la aparición de muchas especies complejas. Conocida como la explosión cámbrica, esta época marca la repentina aparición de numerosos grupos animales importantes en el registro fósil. Antes de esto, la mayor parte de la vida consistía en masas discretas y estructuras simples, pero posteriormente, los ecosistemas pasaron a tener abundantes organismos diversos y complejos. Un estudio de 2009 sugirió por primera vez que la presencia de esterol de 30 carbonos podría ser evidencia de vida animal compleja. Sin embargo, otras hipótesis alternativas argumentaron que podría haber sido generada por otros grupos de organismos o incluso por procesos geológicos inertes. Confirmación definitiva El último estudio publicado, sin embargo, refuerza la tesis original. Al analizar núcleos de perforación y afloramientos rocosos de Omán, el oeste de la India y Siberia, el equipo identificó firmas de esterano que relacionan de forma inequívoca las moléculas con las demosponjas. “No eres un eucariota si no tienes esteroles o lípidos de membrana comparables”, afirma Summons. Submarinistas frente a diversos bancos de esponjas / Agencias El equipo fue un paso más allá al sintetizar un esterol de 30 carbonos en el laboratorio y demostró que se puede crear utilizando una enzima distintiva codificada por los genes de las demosponjas. En resumen, esto indica firmemente que la roca de 241 años de antigüedad sí presenta evidencia de vida animal temprana. “Es una combinación de lo que hay en la roca, lo que hay en la esponja y lo que se puede producir en un laboratorio de química”, afirma Summons. “Tenemos tres líneas de evidencia que se apoyan mutuamente y que apuntan a que estas esponjas se encuentran entre los primeros animales de la Tierra”, agregó.
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