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Buenos Aires » Infobae
Fecha: 05/10/2025 06:51
La inteligencia artificial ya se utiliza en Hollywood para crear guiones completos y modificar escenas con efectos digitales avanzados. EFE/EPA/Cena Allison La inteligencia artificial dejó de ser un experimento de laboratorio para convertirse en una herramienta que ya impacta de lleno a Hollywood. Guiones escritos con algoritmos, voces clonadas para doblajes, actores digitales que nunca existieron y efectos visuales generados automáticamente son parte de un escenario que despierta entusiasmo en algunos estudios y rechazo frontal en actores, guionistas y sindicatos. El debate se intensifica porque los usos de esta tecnología avanzan más rápido que la legislación que debería regularla. Guiones bajo prueba: ¿aliada o amenaza? El primer terreno de choque se encuentra en la escritura de guiones. Productores y estudios han empezado a probar softwares de IA capaces de generar estructuras narrativas, diálogos e incluso predecir qué tramas tendrían mayor éxito comercial. Investigaciones académicas como la publicada en arXiv revelan que los guionistas ya experimentan con estas herramientas para lluvia de ideas o esquemas de escenas, aunque rechazan depender por completo de los algoritmos. El gremio de escritores de Hollywood, la Writers Guild of America, fue claro durante la huelga de 2023: la IA no puede reemplazar la voz humana ni la experiencia de un escritor profesional. Aun así, la industria observa con interés cómo la IA puede acelerar procesos creativos, reducir costos y abrir nuevas posibilidades narrativas. La pregunta sigue siendo hasta dónde es un complemento y en qué momento empieza a convertirse en sustituto. Tilly Norwood, la actriz creada con inteligencia artificial que podría llegar a películas internacionales. Voces en riesgo: el frente del doblaje El segundo foco de polémica surge en el doblaje. Actores de voz en Estados Unidos y Europa denuncian que empresas de streaming están usando IA para clonar voces y sincronizar diálogos sin contar con el consentimiento de los intérpretes originales. En julio de 2025, Reuters informó que un grupo de artistas europeos se movilizó contra lo que consideran una amenaza directa a sus empleos. El caso más visible es Amazon Prime Video, que ya experimenta con doblajes asistidos por IA en algunas de sus producciones. Según reportó Associated Press, la compañía afirma trabajar con profesionales humanos para supervisar calidad, pero los sindicatos temen que se abra la puerta a una sustitución progresiva. La voz, para los actores, no es solo un recurso técnico: es identidad, personalidad y propiedad intelectual. Expertos legales advierten que la clonación sin permiso podría violar derechos de autor y derechos de imagen, un terreno en el que la ley todavía avanza con lentitud frente al desarrollo tecnológico. Crean por primera vez una producción totalmente hecha con sistemas de inteligencia artificial, desde texto, imágenes y voces. El fantasma de las voces clonadas El problema se extiende más allá del doblaje. La clonación de voces de celebridades es ya un negocio paralelo. Un reportaje de The Guardian advertía en 2024 que la tecnología para imitar con precisión a cantantes y actores se está expandiendo más rápido que la capacidad de los tribunales para detenerla. Esto significa que cualquiera podría generar un audio “auténtico” de un artista sin que haya existido grabación alguna. La situación preocupa porque la manipulación de voces puede servir tanto para lanzar canciones apócrifas como para difundir noticias falsas. El reclamo de los sindicatos es claro: se necesitan leyes que protejan la propiedad de la voz, del mismo modo que ya existen para proteger obras escritas o musicales. Actores sintéticos: el caso Tilly Norwood Quizás el ejemplo más polémico hasta la fecha sea el de Tilly Norwood, una actriz digital creada por inteligencia artificial que fue presentada en 2025 como “la primera actriz sintética de Hollywood”. Su existencia desató indignación entre actores y sindicatos como SAG-AFTRA, que la calificaron como un ataque frontal al trabajo humano. Tilly Norwood, la actriz creada con inteligencia artificial que podría llegar a películas internacionales. Tilly Norwood no solo aparecía en anuncios y videos promocionales: contaba con biografía, entrevistas falsas generadas por IA e incluso presencia en redes sociales. Para los críticos, era la prueba más clara de que la tecnología ya no busca solo complementar, sino reemplazar directamente a las personas en pantalla. El sindicato de actores advirtió que si se normaliza el uso de personajes artificiales entrenados con el trabajo de actores reales, sin autorización ni compensación, se estaría violando la esencia misma de la industria del entretenimiento. Efectos visuales y trailers: la IA tras bambalinas Aunque el debate suele enfocarse en guionistas y actores, los efectos visuales son otra área donde la IA ya se usa activamente. Plataformas como Netflix han experimentado con algoritmos para generar escenas de forma más rápida y económica, lo que reduce el trabajo de equipos humanos de postproducción. Lo mismo ocurre con los trailers, donde algunos estudios emplean herramientas automáticas que analizan miles de patrones de edición para crear avances en minutos. Esto acelera la promoción de películas, aunque los creativos temen que se pierda el toque artístico y narrativo que diferencia a un buen trailer de una simple secuencia de cortes. Los derechos de imagen, en el eje del debate a la hora de aplicar inteligencia artificial en el cine (Freepik) Una brecha legal que preocupa Todos estos avances tienen un denominador común: la falta de regulación clara. Los marcos legales actuales no contemplan de manera específica qué pasa cuando una voz clonada, un guion generado por IA o un actor digital cruzan la frontera entre lo creativo y lo ilegal. Expertos en propiedad intelectual coinciden en que la ley va varios pasos atrás. Mientras tanto, sindicatos como SAG-AFTRA y WGA buscan negociar cláusulas que prohíban a los estudios usar IA sin consentimiento expreso de los trabajadores. El desafío está en equilibrar la innovación tecnológica con la protección de quienes han sostenido durante décadas la industria del cine y la televisión. ¿Aliada o amenaza? Para algunos, la inteligencia artificial abre una etapa de creatividad sin límites, donde escritores, directores y técnicos podrán apoyarse en herramientas que reduzcan cargas repetitivas y dejen más espacio a la imaginación. Para otros, es la antesala de una industria que prioriza recortar costos a expensas de sus trabajadores. Hollywood siempre ha sido pionero en adoptar nuevas tecnologías, desde el cine sonoro hasta el 3D o la animación digital. Pero la IA plantea una diferencia sustancial: no es solo una herramienta, sino un potencial reemplazo de los mismos creadores que hicieron grande a la industria. El futuro aún no está escrito. Lo que está claro es que el guion de Hollywood, esta vez, no lo decidirá únicamente la taquilla, sino también la forma en que sociedad, legisladores y artistas respondan al reto de convivir con una tecnología que ya dejó de ser ficción.
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