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  • Vinos con historia: 10 etiquetas destacadas que reflejan la tradición de sus viñedos

    Buenos Aires » Infobae

    Fecha: 05/10/2025 00:32

    Hay vinos que mantienen su vitalidad con el paso de los años, ya sean elaborados en bodegas grandes o en pequeñas producciones familiares, y siguen vigentes (Imagen Ilustrativa Infobae) El tiempo pasa, y por suerte hay vinos que no se van poniendo viejos, porque ya sean de bodegas grandes o pequeñas, se mantienen con vida. Esto no significa que el paso del tiempo los haya mejorado, ya que la calidad del vino embotellado será la clave. Pero sí, que los cambios que se producen durante la estiba sean disfrutables y hasta admirables. Pero el paso del tiempo hace mucho más que cambiar los vinos y volverlos especiales, sobre todo para ciertos momentos como la sobremesa o celebraciones, les permite consagrarse. Porque trascender décadas manteniendo atributos, permite vivir al consumidor una experiencia diferente en la que, además de las características organolépticas (aromas, sabres y texturas), pueda percibir otras sensaciones que se activan por gracias a la memoria emotiva. Y, son esos recuerdos agradables los que influyen más en la apreciación del vino. Por eso se dice que la calidad nace en el viñedo, pero que la consagración llega con el tiempo. Y esto es lo que explica el porqué de la importancia de la historia detrás de una etiqueta. Claro que todo vino (o al menos la mayoría) encierran una historia, una inspiración. Acá no entran los vinos de línea que buscan destacarse en las góndolas por su relación calidad-precio, sino esos vinos que tienen la intención de llegar más allá, que están concebidos pensando en las generaciones que le siguen a los productores. Estos vinos pueden ser desde una calidad aceptable (Tetra Brik o Damajuana) hasta los de más alta gama. Trascender décadas manteniendo atributos permite al consumidor una experiencia distinta, donde la memoria emotiva juega un papel relevante También provenir de una pequeña viña o de un viñedo de cientos de hectáreas, o ser producido por una pequeña bodega, como así también por una bodega grande. Porque la trascendencia no tiene que ver con el tamaño sino con el concepto y el respeto de ese concepto a lo largo del tiempo, clave para captar la admiración del consumidor. En vinos hay una gran dificultad para lograr este tipo de posicionamientos, y tiene que ver con su atomización. La gran cantidad de etiquetas (diversidad) atenta contra la fidelidad del consumidor, a quien le entretiene más probar vinos que no conozca. Por eso, el desafío de toda bodega es lograr apoderarse de un pedacito de la mente del consumidor, para que su vino sea elegido lo más seguido posible. Ya que la búsqueda de los que beben tiene como propósito detectar los vinos preferidos. Y, cuando los encuentran, pasan a formar parte de sus elecciones. Otra dificultad que enfrentan los vinos en su carrera por la consagración es el cambio del consumidor, constantemente a partir de las nuevas tendencias que generan los nuevos consumidores. Lo cual ha hecho desaparecer muchos vinos que fueran exitosos en su momento, pero que, por los cambios de hábitos, debieron abandonar el juego. La calidad del vino embotellado es una clave para su permanencia, el paso del tiempo puede hacer sus cambios disfrutables, nunca garantizados Hoy, el valor diferencial ya no está en la calidad; que es una obligación en cada segmento; ni en el tipo ni en el estilo del vino, sino en el origen. Por ser el único aspecto que no se puede emular. Por eso los hacedores insisten con que el vino nace en el viñedo. Y si bien esto, llevado a su máxima expresión, es lo que les ha permitido a muchas etiquetas ser reconocidas a nivel internacional; incluso obteniendo 100 puntos de la crítica especializada; no es suficiente para alcanzar prestigio. El verdadero valor de la historia La historia no es un cuento sino una sucesión de hechos verídicos que conforman la cultura y la evolución, en este caso de un vino. Por eso, más allá de quién o quiénes estén detrás de una etiqueta o de dónde provenga o de cómo se elabore, es el paso digno del tiempo lo que logra consagrar a un vino, sin importar su segmento. Porque una marca de vinos creada hace más de cincuenta años y con vigencia en el mercado, además de ser exitosa, tiene su prestigio. Pero un vino prestigioso no solo es el que existe desde hace mucho tiempo, sino aquel que perdura (o puede perdurar) en el tiempo. Ese es el prestigio buscado por los grandes vinos. Y en eso, la Argentina posee una ventaja diferencial, según Alejandro Vigil (winemaker de Catena Zapata y Presidente de Wines of Argentina), “la Argentina tiene trazabilidad en el vino como ningún otro país. Y hoy, en tiempos en los que el consumidor quiere saber de dónde viene lo que come y lo que toma, esto se convierte en una ventaja diferencial muy importante para nuestros vinos”, asegura. Muchos vinos nacen con una historia, inspiración y la intención de pensar en las generaciones futuras, no solamente en la relación calidad-precio (Freepik) Por lo tanto, si el origen es la variable más importante en un vino, por ser lo único que no se puede copiar, y ese origen se puede demostrar fehacientemente gracias a los controles del Instituto Nacional de Vitivinicultura, la base para trascender en el tiempo es sólida. Y, gracias a esto, la historia detrás de muchos vinos adquiere un valor más importante aún. La historia de un vino puede estar ligada a su origen, un lugar, un viñedo. Y si ese viñedo es centenario, adquiere un valor distintivo, aunque eso hay que demostrarlo en las copas, y con consistencia a través de las cosechas. Sino, la consagración nunca llega, por más viñas antiguas. Que se sabe requieren mucho más cuidado y rinden muy poco, por lo que no son económicamente muy rentables. Pero son un gran principio para alcanzar el prestigio. La historia puede tener que ver también con el entorno, con un paisaje único. Desde hace varios años en la Argentina se están desafiando los límites de la viticultura, surgiendo así nuevos terruños, algunos de los cuales ostentan un gran potencial, aunque es muy temprano para hablar de prestigio, ya que eso se logra a través del tiempo. Por eso, las zonas tradicionales, con su historia a cuesta, cuentan con ventaja para la elaboración de vinos que buscan consagrarse. Aunque si se mira al futuro, hay zonas emergentes que, sin dudas, van a alcanzar ese nivel. Muchas veces, la historia está ligada a las familias que fundaron las bodegas y que siguen en manos de la familia, aunque de nuevas generaciones. Esto también aporta prestigio, sobre todo si esas bodegas pueden sacar algún vino de sus cavas, elaborados por las personas que los antecedieron, y se muestran vivos. La trascendencia de un vino no está en el tamaño de la bodega, sino en el concepto y respeto por ese concepto en el tiempo, clave para el consumidor (Freepik) Los personajes también hacen a la historia y el prestigio de un vino. Desde lo más básico, porque el vino no se puede hacer solo, hasta lo más complejo que involucra la visión, la pasión y la tenacidad para seguir haciendo lo mismo a lo largo del tiempo, y que eso sea reconocido por el mercado. Por último, la historia de un vino, y su potencial consagración, también puede estar ligada a la variedad y a la búsqueda del hacedor/bodega en pos de lograr algo que se destaque en una categoría determinada. Porque el prestigio también estará relacionado con los resultados de las comparaciones. Por eso, apostar a una categoría reconocida en el mundo y destacarse, es camino seguro a la consagración. 10 Vinos con historia Montchenot Gran Reserva 10 Años 2015 López, Mendoza, Maipú, Cruz de Piedra ($31.500) López sigue siendo la única bodega que pudo mantener el estilo y el concepto de un vino por más de cincuenta años. Porque el Montchenot nació en 1956 y siempre se hizo igual. Este, el más famoso, sale con diez años al mercado. Su paladar classy, terroso y con dejos de frutas rojas maduras, es una zona de confort que todo amante del vino disfruta. De paladar franco y fluido, con taninos incipientes que resaltan su final especiado. Es envuelto, con frescura y vivacidad, y su paso por boca es inconfundible. Beber entre 2025 y 2030. Puntos: 91,5 Hoy el valor diferencial en el vino está en el origen, lo que no puede ser copiado por nadie y que ha llevado a etiquetas a reconocimientos internacionales (Imagen Ilustrativa Infobae) Fin Single Vineyard Finca Los Hermanos Pinot Noir 2021 Del Fin del Mundo, Neuquén, San Patricio del Chañar ($39.200) Si bien la vitivinicultura en Neuquén es reciente (25 años), como también lo es la incursión en la industria de la familia Eurnekían, Armenia; pueblo originario de la misma; ostenta una historia vínica de 6000 años. De esta manera, en la Bodega Karas y en el establecimiento patagónico, la familia elabora vinos en el “principio y en el fin del mundo”. Bodega Del Fin del Mundo sigue apostando fuerte por este varietal y, para elaborar este vino, el enólogo Ricardo Galante selecciona uvas de parcelas específicas. Su aspecto refleja cierta evolución, que se confirma en nariz con notas de cerezas algo maduras. De muy buena frescura, que resalta su tipicidad, y un final persistente gracias a sus taninos incipientes. Beber entre 2025 y 2027. Puntos: 91,5 Etchart Assamblage Malbec, Malbec 2023 Etchart, Salta, Altos Valles Calchaquíes, Cafayate ($45.200) Que la primera bodega registrada de la Argentina esté en Salta implican muchas cosas, entre ellas su gran historia. Allí, Cafayate es, desde siempre, su epicentro. Un pueblo inmerso en un paisaje andino, rodeado por viñedos enmarcados por cerros, quebradas y montañas. Allí nace este blend de Malbec de distintas parcelas es lo nuevo del joven enólogo Sebastián Fernández, al mando de la bodega, y se nota su intención de buscar más frescura y vivacidad. De aromas integrados, con buena fluidez y taninos incipientes. Su paladar franco, con buen volumen y taninos incipientes, resaltan su carácter de lugar y aportan potencial de guarda. Beber entre 2025 y 2028. Puntos: 91 Diversidad y gran cantidad de etiquetas imponen desafíos al lograr fidelidad, muchos consumidores prefieren probar vinos nuevos en vez de repetir etiquetas Viña Jardín de María 1910 Cabernet Sauvignon 2020 Viña Jardín de María 1910, Las Compuertas, Luján de Cuyo ($50.000) Viña Jardín de María es una pequeña (por tamaño) gran (por convicción) finca en el corazón del “casco histórico” del vino argentino. Cuatro hectáreas de vides centenarias que se tratan con el máximo cuidado y que preservan la genética que dio origen a muchos de los grandes tintos nacionales. Más allá del Malbec, en Las Compuertas el Cabernet Sauvignon se luce, sobre todo si proviene de viñas viejas. Porque sus aromas son definidos y delicados, con notas de vegetales frescas y de frutas negras. Los taninos firmes le aseguran potencial de guarda. Beber entre 2025 y 2030. Puntos: 92 Fabre Montmayou Grand Vin 2021 Fabre Montmayou, Mendoza, Luján de Cuyo ($63.000) El propietario y enólogo de la bodega nació en Burdeos, Francia, y proviene de una familia de comerciantes de vino. Es decir que, al llegar a la Argentina en los años 90; buscando oportunidades de inversión; a Hervé ya le corría vino por la sangre. En aquella primera visita quedó muy impresionado con Mendoza, y se puede decir que fue uno de los pioneros visionarios del potencial del Malbec argentino. Desde principios de los noventa que este blend viene marcando el rumbo en la Primera Zona, a base de viñas viejas (1908) de Malbec (85%), con toques de Cabernet Sauvignon (10%) y Merlot (5%), pero también de una visión a largo plazo que tiene que ver con la confianza en el terroir de su creador, Hervé Joyaux Fabre. De aromas equilibrados y austeros, con buen cuerpo. Consistente y compacto en sus expresiones, y con la crianza que se empieza a acomodar. Voluptuoso, carnoso y de trago armónico, con buen potencial de guarda. Beber entre 2025 y 2030. Puntos: 93,5 El desafío de las bodegas es que su vino llegue a la mente del consumidor entre sus preferidos, formando así parte de sus elecciones frecuentes y personales (Imagen Ilustrativa Infobae) Trapiche Terroir Series Finca Orellana Malbec 2017 Trapiche, Mendoza, Valle de Uco, La Consulta ($72.000) Trapiche está cumpliendo 142 años, eso significa una larga trayectoria, y más para una de las bodegas más importantes de la Argentina y a la vez más premiadas del mundo. El enólogo Sergio Casé, además de ser el que más tiempo lleva en Trapiche (más de 25 años), conoce muy bien esta finca, ya que desde la cosecha 2003 la vinifica con la intención de resaltar el lugar, pero también de poner en valor el trabajo de los viñateros. Ya tiene ocho años este Malbec, por eso le cuesta abrirse un poco en la copa. De buen cuerpo, con buen carácter y un paso mordiente que resalta leves dejos vegetales. Se nota que su fuerza de lugar ha sido domada por el paso del tiempo, pero eso le aportó delicadeza a su carácter. Beber entre 2025 y 2027. Puntos: 93 Benegas Lynch Estate Single Vineyard Finca Libertad Cabernet Franc 2019 Bodega Benegas, Mendoza, Maipú ($79.000) Este, el primer Cabernet Franc varietal de Alta Gama que llegó al mercado a principios del milenio según su creador, nace en un viñedo que data de 1899, que está por dar su 126º cosecha, y está considerado el Cabernet Franc más antiguo del mundo. Las raíces de las vides descienden hasta 4 metros de profundidad y conocen perfectamente el suelo que habitan. Elaborado de manera clásica, a partir de vides centenarias de un viñedo recuperado por Federico Benegas, que había sido plantado por su bisabuelo Tiburcio; fundador de la bodega El Trapiche (1883). Todo eso explica su fluidez y el clasicismo de su trago, con dejos fenólicos y de hierbas secas. De paladar fresco y taninos granulosos que aportan profundidad. Beber entre 2025 y 2027. Puntos: 92 Una marca de vino con más de cincuenta años vigente gana prestigio, pero el prestigio buscado es aquel que puede perdurar y renovarse a través del tiempo (Imagen Ilustrativa Infobae) Birth of Cabernet 2021 Catena Zapata, Mendoza, Valle de Uco, El Cepillo ($97.500) Al ser la bodega más importante del país, su fundación (1902) y su recorrido es tan conocido como respetado. Pero más allá del legado de la familia y la visión de Nicolás Catena, el estudio aportado por The Catena Institute of Wines desde 1995 fue clave para alcanzar todos los logros de la casa, en lo que a vinos se refiere. Y este Cabernet Sauvignon no es la excepción. Se trata de lo nuevo de Alejandro Vigil, un Cabernet Sauvignon que busca hacer historia en la era moderna. Bien apoyado en su carácter de frutas rojas y negras, con taninos granulosos. De trago muy fresco y no muy profundo, frutado y amable, con dejos de cenizas en el final de boca. A medida que se abre, aparecen más capas, con dejos herbales y un perfume algo floral. Tiene todo para ganar equilibrio en sus expresiones con el correr de los años. Beber entre 2025 y 2030. Puntos: 94 Ribera del Cuarzo Especial Malbec 2023 Ribera del Cuarzo, Valle Azul, Río Negro ($130.000) Detrás de este flamante emprendimiento hay una larga historia de la familia fundadora con el lugar, porque son patagónicos de varias generaciones, y buscan consagrar su origen con vinos únicos. Como este Malbec, con toque de Petit Verdot, que proviene 100% de la parcela de 5ha originalmente plantada por la Condesa Noemi Cinzano. De trago equilibrado, con frescura y un agarre leve granuloso que resalta las notas de frutas negras en boca. Su paladar es jugoso, limpio y fresco, y las texturas le dan profundidad. Hay cuerpo con una fluidez consistente, y esto le asegura longevidad con gracia. A diferencia de sus “primos” Araucana, los Ribera son exponentes más filosos y vibrantes. Beber entre 2025 y 2028. Puntos: 92 El prestigio de un vino puede estar ligado a la historia de su variedad, su entorno natural, los personajes y las familias que acompañan su producción (REUTERS/Regis Duvignau) Leon Cabernet Sauvignon 2022 Luigi Bosca, Mendoza ($134.000) Este vino sintetiza el recorrido de más de 60 años de Luigi Bosca en el aprendizaje y perfeccionamiento del Cabernet Sauvignon en el terroir mendocino para lograr un vino con ansias consagratorias. Está inspirado en los mejores vinos de Napa Valley y Burdeos, y combina uvas de viñedos propios ubicados en Vistalba (30%) y Gualtallary (70%), con toque de Cabernet Franc. De aromas delicados, en los que se percibe algo de cada uno. Lo classy y lo moderno, con leves dejos herbales maduros, buen volumen y taninos tensos y finos, resaltan su final limpio. Hay buen equilibrio entre cuerpo y fluidez. Se abre en la copa y aparece más el Cabernet Sauvignon, con leves dejos ahumados. Sale la fruta, la botella le puede dar más complejidad por equilibrio y delicadeza. Beber entre 2025 y 2032. Puntos: 96

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