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» Data Chaco
Fecha: 04/10/2025 00:30
El director del Instituto Cardiológico de Corrientes (ICC), Julio Vallejos, pasó por El Garage de Data donde celebró el último reconocimiento internacional de la institución y analizó la importancia de la prevención y la empatía en la práctica médica. Además, recordó un caso que lo marcó en su carrera profesional . Vallejos no solo habló sobre sus conocimientos médicos y la gestión que encabeza desde el 2009 en el ICC, sino que también se abrió y dejó ver su costado más humano ante la pregunta sobre un caso que lo había marcado en su trayectoria. "Estaba haciendo guardia en la unidad coronaria. Había ingresado un paciente joven, de no más de 40 años, con una disección de ahorta, un cuadro gravísimo (es cuando la pared de la ahorta se empieza a resquebrajar, por decirlo de alguna manera, y cuando se rompe la muerte es inevitable). Entonces, ese paciente había comenzado con dolor cuando consultó y se le hizo el diagnóstico. Los cirujanos evaluaron el caso y en ese momento nada hacía predecir que la evolución iba a ser nefasta, entonces decidieron programar la cirugía 12 horas más tarde, es decir, al día siguiente a la mañana, cuando todos están mucho más descansados, mejor. Obviamente que si uno puede hacer algo programado siempre es mejor que algo de emergencia", relató. "El paciente se queda internado con nosotros en la unidad coronaria y le informamos a la familia esta situación. A las 2 horas, 11:30 o 12 de la noche, la señora llama por teléfono para preguntar cómo estaba y le dijimos que bien y que estaba todo programado para operarlo al día siguiente. Esa persona me dice: "¿será que sería factible poder decirle a mi esposo que le mando un beso?" Bueno, ahora le vamos a decir. Entonces, en ese momento, la unidad coronaria estaba ocupada por todos los pacientes y nos vamos, y el paciente estaba durmiendo y no lo quisimos despertar porque al día siguiente tenia una cirugía muy grande y el diagnóstico lo había sorprendido", contó el doctor. "A las 3 de la mañana, de golpe, el enfermero entra a la sala de médicos: "está en paro el paciente". El paciente se murió". Casi con lágrimas, Julio Vallejos reconoció: "Nunca me voy a olvidar que no le dijimos que su mujer le mandaba un beso". Notas Relacionadas
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