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Gualeguaychu » Reporte2820
Fecha: 03/10/2025 16:10
Un vecino de la ciudad cuenta su experiencia en la caminata de 60 kilómetros. Será uno de los 500 participantes. Adelanto de la peregrinación a Del Valle. Este fin de semana se celebrará la 51° edición de la Peregrinación Juvenil a Luján, uno de los eventos religiosos más importantes de Argentina. La experiencia del gualeguaychuense Juan Pablo Urbini en su tercera caminata de este sábado. Miles de creyentes de todo el país se congregarán el sábado 4 y 5 de octubre para recorrer los 60 kilómetros que separan el Santuario de San Cayetano en Liniers de la Basílica de Luján. En esta nueva caminata el lema es “Madre, danos amor para caminar con esperanza”. Cada año, ciento de fieles de Gualeguaychú son parte de esta experiencia que implica permanecer más de un día despiertos y desafiar 60 kilómetros a pie. Este año, desde la ciudad participarán unos 500 caminantes a los que se suman los grupos de Urdinarrain y Larroque, quizás los pioneros de la participación. Entre ellos, está Juan Pablo Urbini, un peregrino que este fin de semana volverá a emprender el recorrido acompañado por su esposa.“Uno se prepara muy bien para poder hacer tantos kilómetros, no es fácil pero tampoco imposible”, cuenta Urbini a Radio Nacional y R2820. “Son 60 kilómetros desde Liniers, con paradas donde la gente del grupo de apoyo de "Asunción de María" hace un trabajo extraordinario. Te esperan con un té, un vaso de agua, un sanguchito, un caldo caliente en la noche. Siempre hay alguien dispuesto a asistirte”. Para Juan Pablo, esta será su tercera peregrinación a Luján. Empezó caminando a Pehuajó Sur con la tradicional caminata a la Virgen Del Valle, luego se animó a Luján y ahora, con la compañía de su esposa, lo vive de una manera especial: “El año pasado ella fue como apoyo, me acompañó en las últimas dos paradas, y este año caminaremos juntos desde el inicio. Para mí es un motivo de agradecimiento. Dios me ha dado mucho más de lo que pedí”. La preparación, dice, no es solo física: “Con la gente de la iglesia Asunción de María, dos meses antes, comenzamos a reunirnos, no solo para entrenar el cuerpo, sino para preparar el corazón. Son encuentros donde se reza, se comparte, y eso es fundamental”. En su primera experiencia en Luján, recuerda cómo la compañía transformó su caminar: “Iba solo y me crucé con dos mujeres que eran de Gualeguaychú. Fuimos charlando, rezando, y se me hizo mucho más fácil. Eso es lo que pasa en el camino: aparecen amistades, gestos solidarios. Acá en Del Valle, una vez vi a una persona curarle las ampollas a mi hermana, sin siquiera conocerla. Eso es el amor al prójimo que nos enseñó Jesús”. Los testimonios de solidaridad se repiten: gente mayor que avanza despacio, pero con paso tenaz, familias con niños en carritos, peregrinos que caminan con la Virgen en la mano, superando calambres y dolores. “No se trata solo de llegar, se trata de compartir y de vivirlo con el corazón”, resume Urbini. Se prepara Del Valle Además de Luján, Urbini participa en la organización de la peregrinación a la Virgen Del Valle de Pehuajó Sur, que este año se realizará el 9 de noviembre a la medianoche desde Santa Teresita bajo el lema “María, Madre de la Esperanza, guíanos en nuestro camino”. “Somos un grupo muy lindo que se viene formando. Contamos con la ayuda de bomberos, policía, Tránsito y hasta el Ejército, que nos espera con su mate cocido. Ya estamos armando los carteles para señalizar la ruta. Cada año se suma más gente, incluso en redes sociales, donde tenemos el Instagram @peregrinacionvirgendelvalle”, cuenta Juan Pablo Urbini. Más allá de la organización, Urbini insiste en el espíritu con el que se camina: “Es importante preparar el cuerpo, entrenar un poco antes, pero sobre todo preparar el corazón. Porque la peregrinación no se mide solo en kilómetros: se mide en fe, en comunidad y en gratitud”.
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