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  • Román Burruchaga, hijo de campeón del mundo y promesa de top 100: “Si no sos fuerte mentalmente, no te puede ir bien en el tenis”

    » Clarin

    Fecha: 03/10/2025 08:36

    Román Burruchaga tiene un apellido muy conocido en el ambiente del fútbol y una familia muy ligada a ese deporte, pero en su casa siempre le dieron libertad para elegir su propio camino. Es más, cuando tenía unos siete años, como lo veían habilidoso para el tenis de mesa, sus papás lo llevaron a la escuelita de tenis del Tiro Federal. Él se enganchó enseguida y no pasó mucho tiempo antes de que decidiera que lo suyo era golpear la pelota con una raqueta y no con los pies, como marcaba el legado paterno. El tiempo se encargó de probar que eligió bien. Hoy, el porteño, de 23 años, es uno de los integrantes de una camada de jugadores argentinos con mucho futuro y acaba de conquistar su segundo título en el Challenger Tour, en Buenos Aires, con un triunfo en una final cien por ciento argentina ante Alex Barrena y sin ceder sets en toda la semana. En el festejo en el Racket Club -que llegó siete meses después de su primer grito de campeón en ese circuito, en Piracicaba, Brasil- lo acompañaron amigos y familia, aunque hubo un ausente, su papá Jorge. El inolvidable volante del seleccionado argentino, que anotó el gol decisivo con el que Argentina venció a Alemania en la final del Mundial de México 1986, estaba en un viaje de trabajo y no pudo acompañarlo en ese torneo. Pero suele estar presente en las tribunas y hasta juega un papel importante en la carrera de Román. "Hablo bastante con él. Sabe mucho de ser un deportista profesional, porque tiene mucha experiencia. Siempre me aconseja. No sobre el deporte en sí, porque el tenis y el fútbol son realmente muy distintos. Pero hay muchas cosas que tienen en común, en lo que se parecen mucho. Y desde ese lado sabe y conoce mucho", contó el 130° del mundo en charla con Clarín. Y agregó: "Siempre me remarca que sea feliz y que siempre deje todo dentro de la cancha. Que no me lleve nada para casa. Y que trate de disfrutar lo máximo que pueda cada partido, sin dejar de hacer lo mejor posible". "Mi papá me remarca siempre que sea feliz y que siempre deje todo dentro de una cancha", contó Burruchaga sobre los consejos que le da Jorge. -¿Cómo fue la reacción en tu casa cuando dijiste que querías dedicarte al tenis? -A veces no es fácil que los padres lo dejen a uno elegir lo que quiere hacer. En mi caso sí lo hicieron, tuve suerte. Mis papás me dejaron elegir lo que me hacía feliz, que en ese momento era el tenis. Siempre que iba a jugar, iba contento y con muchas ganas. Era el mejor momento del día para mí. Ni siquiera me acuerdo por qué me gustaba tanto y creo que cuando decidí dejar de jugar al fútbol y dedicarme al tenis, fue una decisión medio inconsciente, porque era muy chiquito. Pero estoy contento de haber elegido este deporte y de que mi familia siempre me haya apoyado siempre. -Aún en el mundo del tenis, todos saben quién es tu papá ¿Alguna vez te pesó el apellido? -La verdad, no. Nunca lo sentí como una presión y siempre me dio orgullo mi apellido, porque mi papá es una persona muy querida en el país y eso es muy lindo. Siempre cuando vamos a algún club, no solo de fútbol, lo conocen mucho y nunca pasa desapercibido. Igual, yo lo tomo tranqui. -¿Sos futbolero a pesar de haberte dedicado al tenis? -Sí, muy futbolero. Hincha de Huracán, por mis primos. Soy de mirar los partidos, incluso cuando estoy afuera, y me gusta mucho ir a la cancha. Cuando estoy en Buenos Aires, trato de ir siempre que puedo. Tras cerrar una buena carrera de junior -llegó a ocupar el 18° escalón del ranking ITF de la categoría y jugó un par de Grand Slam-, Román dio el salto al profesionalismo en 2020. Tuvo un arranque complicado, porque una miocarditis derivada de un cuadro de coronavirus lo tuvo alejado del circuito durante ocho meses a comienzos de ese año. Pero se recuperó completamente -"Hoy no pasa nada, ya hace un tiempo largo que estoy bien", contó- y desde que regresó a las canchas viene en una curva de crecimiento, con un enfoque que le está dando resultado. "Hay que ir tranquilo. No apresurarse ni volverse loco, pero tampoco relajarse, tratar siempre de mejorar y tener la ambición de querer ir por más. No me pongo objetivos en cuanto al ranking. Me parece que eso me genera presión. Trato de verlo desde otro lado. Ir paso a paso. Creo que si estás bien de la cabeza, estás contento y estás haciendo las cosas bien, todo lo demás va a ir llegando poco a poco, obviamente si además tenés el nivel y jugás bien", explicó. "Ya el año pasado sentía que estaba en un nivel en el que podía tranquilamente ganar un Challenger. Llegué a la final de un torneo grande, un 125 en Suiza, y no pude ganar. No se dio porque así es el tenis, estamos todas las semanas lidiando con las derrotas. Pero seguí entrenando y trabajando. Y este año sí se me dio y ya pude ganar dos títulos. Ojalá vengan muchos más". agregó. "Leo sabe mucho de tenis, tuvo una carrera muy buena. Aprendo constantemente de él", contó Burruchaga. Foto Instagram @romanburruchaga/@institutosports -El año pasado conseguiste tu primera victoria ATP, en Córdoba, y debutaste en un Grand Slam en Roland Garros. Este año inauguraste tu cosecha en Challengers y alcanzaste el 117° escalón del ranking, tu mejor ubicación. ¿Hiciste un clic en las últimas temporadas? -No sé si cambió algo en especial. Yo arranqué en los Futures, de cero, y fue sumando puntos y puntos hasta que me instalé en los Challengers, como hacen todos para meterse en el profesionalismo. Fui subiendo poco a poco. Sentía y todavía siento que el nivel lo tengo. Creo que estoy jugando cada vez mejor. Y el año pasado pude hacer mis primeras cosas buenas en el nivel más alto del tenis. Es todo parte del proceso. -El proceso que venís atravesando con Leonardo Mayer como entrenador. ¿Cómo te ayuda él? ¿Qué te aporta, más allá de lo referido al tenis? -Empecé a trabajar con Leo hace tres años más o menos, cuando todavía estaba entrenando con Mariano Hood y Mariano Monachesi. Monachesi me lo recomendó y comencé a hacer algunas semanas con él; y no nos separamos más. Ahora tengo un gran equipo -mi otro entrenador es Miguel Pastura- y estoy muy contento. Hemos hecho un camino muy bueno y seguimos mejorando. Tenemos una gran relación en lo personal. Leo sabe mucho de tenis, tuvo mucha experiencia como jugador, estuvo en lo más alto, tuvo una carrera muy buena, entonces aprendo constantemente de él. Y además me aporta mucho del lado de su experiencia. Como jugador, pasó por todas. Tuvo muchas buenas, muchas malas, estuvo en lo más alto del tenis, también le tocó convivir con lesiones. Entonces cada vez que estoy ante alguna adversidad, sabe cómo administrar esos momentos. Y eso me da una ventaja. "Estoy tratando de ser más paciente, de no enojarme" Burruchaga se emocionó tras llegar por primera vez al cuadro principal de Roland Garros el año pasado. "Si puedo elegir, me gustaría ganar ese torneo", dijo. Foto captura de X Diestro y con revés a dos manos -el mejor golpe de su repertorio, según él-, Burruchaga se describe como "un jugador más paciente, que construye los puntos, y es más contragolpeador". Aunque asegura que a veces le gusta sorprender y cerrar los puntos en la red y tirar bastantes drops; y que trata de ser versátil con su juego. Y reconoce que le presta especial atención a la cabeza. "Lo mental en el tenis es lo más importante. Cien por ciento, ninguna duda. Porque el tenis es muy parejo. Todos le pegamos bien a la pelota. Cada uno con su juego, pero todos le pegamos bien. Entonces, en el nivel más alto, las diferencias las sacás del lado mental. Si no sos fuerte de ese lado y no lo tenés trabajado, no te puede ir muy bien en el tenis", reflexionó. "Yo siento que últimamente he mejorado mucho en lo mental. Estoy tratando de ser más paciente, de no enojarme o quejarme en ciertos momentos del partido. Porque el tenis no te perdona en ese sentido, no te da tiempo para volver a enfocarte después". -¿Esa mejora es consecuencia de la maduración o es algo que trabajás? -A pesar de que tengo 23 años, me siento bastante maduro, porque el tenis te enseña muchas cosas y te fortalece desde ese lado. Pero el tema de la cabeza está trabajado. Hay una persona que trabaja conmigo; no es un psicólogo pero me aporta bastante. Hago todo lo que es mindfulness (NdR: una técnica de meditación que busca entrenar la mente para centrar la atención y redireccionar los pensamientos) y ejercicios de visualización, tengo también algunos rituales para hacer en momentos en los que lo necesito. Empecé el año pasado y estoy muy contento, porque veo que mejoré muchas cosas. Según Burruchaga, el revés es su mejor golpe y él es un jugador paciente, al que le gusta construir los puntos. Foto Prensa Challenger de Buenos Aires -Estás a 30 escalones de romper la barrera del top 100, un logro que suele que marca un antes y un después en la carrera de un tenista. ¿Es una motivación o una presión verte tan cerca? -En el tenis el top 100 suena bastante fuerte, ¿no? No lo pienso del lado de la presión. Son bastantes puntos todavía y es duro meterse en ese grupo, aunque soy consciente de estoy cerca. Siento que tengo el nivel para estar ahí. Si va a llegar, ojalá que llegue pronto, pero estoy tranquilo. -Si te das rienda suelta para soñar, ¿qué te gustaría conseguir como tenista?

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